Hoy es un gran día para Italia y quizás lo sea también para toda Europa. Tan importante es quien ha ganado como quien ha perdido. Esa falsa izquierda que ha arruinado a Italia y a sus ciudadanos ha sido derrotada y con ella caen los impuestos abusivos, el endeudamiento desenfrenado, las oleadas de inmigrantes ilegales sin control alguno, el falso progresismo que asesina niños con el aborto, la mala educación pública, el feminismo del odio y el abuso de poder por parte de unos políticos que se autoconsideran dioses y que aplastan al ciudadano día a día.
En Italia no ha ganado la extrema derecha, como dicen con terror los expoliadores derrotados, sino una nueva política que conecta de verdad con las ilusiones y esperanzas de todo un pueblo que lleva décadas sojuzgado y saqueado por una raza de políticos sin alma ni valores.
La gran esperanza que inaugura Italia debe influir en toda Europa para que se libre de sus cadenas y de la política siniestra y miserable que ha convertido a la Unión en un foco de decadencia mundial. Si Italia cambia de rumbo y se regenera, expulsando la corrupción y el abuso de la política y demostrando que la nueva política es más racional, eficaz, decente y justa, Europa entera, cansada de las izquierdas fracasadas y de su nefasta influencia marxista, reaccionará y abrirá sus brazos a la esperanza que inaugura Italia.
Lo que han pedido hoy los italianos en las urnas es el único camino posible para la regeneración y la decencia, la defensa de los italianos y la hegemonía de la gente trabajadora que está cansada de corrupción, chiringuitos, subvenciones interesadas, expolio de los ciudadanos, apoyo al aborto, al feminismo del odio, a las ligas rencorosas LGTBI y amparo desde el poder a la vagancia, la incultura y el hedonismo y a muchas formas de delincuencia.
Si como muchos esperamos, hoy ha ganado en Italia la derecha sin complejos, libre de influencias socialistas, valiente, aguerrida y decidida, eso significa que habrá perdido esa izquierda que se declara democrática sin serlo, que desprecia al ciudadano, que es corrupta y abusa del poder y que ha sido cómplice de los peores enemigos del pueblo italiano,
Los millones de ordeñadores del Estado que parasitan al pueblo en Europa están temblando porque se les puede acabar el chollo y no podrán seguir viviendo a costa del sudor del trabajador.
Pero las personas decentes que llevan décadas buscando la regeneración que nunca llega, el retorno de los valores, el respeto a la cultura europea que está siendo masacrada, la democracia sin adulterar y el fin de la arrogancia de los malos políticos explotadores, de los gobiernos arrogantes que expolian y saquean, de la permisividad con la corrupción y del delito, esos tenemos por fin un motivo de satisfacción y de esperanza cuando muchos ya pensábamos que todo estaba perdido sin remisión...
Tendremos que contener la euforia por ahora y observar como se comportan los vencedores, pero alentando la esperanza en nuestros corazones.
Francisco Rubiales
En Italia no ha ganado la extrema derecha, como dicen con terror los expoliadores derrotados, sino una nueva política que conecta de verdad con las ilusiones y esperanzas de todo un pueblo que lleva décadas sojuzgado y saqueado por una raza de políticos sin alma ni valores.
La gran esperanza que inaugura Italia debe influir en toda Europa para que se libre de sus cadenas y de la política siniestra y miserable que ha convertido a la Unión en un foco de decadencia mundial. Si Italia cambia de rumbo y se regenera, expulsando la corrupción y el abuso de la política y demostrando que la nueva política es más racional, eficaz, decente y justa, Europa entera, cansada de las izquierdas fracasadas y de su nefasta influencia marxista, reaccionará y abrirá sus brazos a la esperanza que inaugura Italia.
Lo que han pedido hoy los italianos en las urnas es el único camino posible para la regeneración y la decencia, la defensa de los italianos y la hegemonía de la gente trabajadora que está cansada de corrupción, chiringuitos, subvenciones interesadas, expolio de los ciudadanos, apoyo al aborto, al feminismo del odio, a las ligas rencorosas LGTBI y amparo desde el poder a la vagancia, la incultura y el hedonismo y a muchas formas de delincuencia.
Si como muchos esperamos, hoy ha ganado en Italia la derecha sin complejos, libre de influencias socialistas, valiente, aguerrida y decidida, eso significa que habrá perdido esa izquierda que se declara democrática sin serlo, que desprecia al ciudadano, que es corrupta y abusa del poder y que ha sido cómplice de los peores enemigos del pueblo italiano,
Los millones de ordeñadores del Estado que parasitan al pueblo en Europa están temblando porque se les puede acabar el chollo y no podrán seguir viviendo a costa del sudor del trabajador.
Pero las personas decentes que llevan décadas buscando la regeneración que nunca llega, el retorno de los valores, el respeto a la cultura europea que está siendo masacrada, la democracia sin adulterar y el fin de la arrogancia de los malos políticos explotadores, de los gobiernos arrogantes que expolian y saquean, de la permisividad con la corrupción y del delito, esos tenemos por fin un motivo de satisfacción y de esperanza cuando muchos ya pensábamos que todo estaba perdido sin remisión...
Tendremos que contener la euforia por ahora y observar como se comportan los vencedores, pero alentando la esperanza en nuestros corazones.
Francisco Rubiales
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