
La "Cristofobia" avnza, impulsada por las izquierdas
El cristianismo es un peligro para los tiranos que quieren dominar el planeta. El cristianismo potencia la libertad porque dota al ser humano de la máxima dignidad posible, la de ser “hijos De Dios” y “herederos del Cielo”.
Pero quizás lo que más odian los tiranos y corruptos sea el "amor", que es el arma más poderosa del Cristianismo, un concepto ausente de la política, que los políticos ni si atreven a mencionar porque su concepto del poder es justo lo contrario del amor: presión, obligación, represión, opresión, miedo, enfrentamiento, odio y dominio.
Ninguna otra religión del mundo se fundamenta, como la cristiana, en una relación personal y directa del hombre con Dios, un ser supremo que se presenta como amigo y que ha creado al hombre libre y dueño de su destino.
Cuando un ser humano se siente hijo de Dios no es fácil que acepte someterse a políticos corruptos y miserables, por mucho poder que tengan.
Es lógico que esa cosmogonía religiosa exaspere y enrabie a los tiranos que quieren ver al hombre arrodillado y sometido a su poder.
Para los tiranos, el cristiano es un rebelde libre con el que hay que acabar.
El gobierno de izquierdas español, dominado por los socialistas, no asesina a los cristianos, pero los margina y despliega políticas para suprimir la religión y envolverla en decadencia y olvido
El socialismo, que básicamente es una fabrica de esclavos en manos de una elite inamovible, ambiciosa, cruel y corrupta, es lógico que le tenga pánico al cristianismo, que es una doctrina positiva, que propicia la libertad y la esperanza y que difícilmente acepta someterse al mal.
Por eso, el socialismo siempre ha perseguido, torturado y matado a los cristianos. La II República española es un ejemplo de esas masacres, como lo es hoy la Nicaragua socialista de Daniel Ortega, las tiranías comunistas y ciertos estados islamistas de Asia y África.
Siempre que el cristianismo apuesta por la esclavitud o se somete al socialismo, como ha ocurrido en algunos países y en tierras españolas como el País Vasco y Cataluña, es porque la jerarquía de la Iglesia, llena de cobardía, renuncia al mensaje de Cristo, teme perder sus privilegios y se adhiere a las tendencias que considera que van a prevalecer.
Esa misma cobardía es la que hace posible que la Iglesia no sea hoy, como debiera ser, una fuerza activa de apoyo a la libertad y derechos de los seres humanos y de resistencia a todo tipo de tiranías y abusos. Desde los miles de púlpitos, los sacerdotes cristianos hablan muchas veces de estupideces sin sentido y se niegan a afrontar los grandes debates y asuntos en los que la Humanidad se juega su destino.
Por desgracia, es casi imposible escuchar a sacerdotes hablando en el púlpito de grandes valores perdidos, de la libertad, la justicia humana y la necesidad cristiana de oponerse a la maldad que anida en muchos palacios y ministerios del poder político.
Un dato sobrecogedor: La Iglesia católica no ha suscrito la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Casi 80 años después, es imposible explicar esa ausencia.
Francisco Rubiales
Pero quizás lo que más odian los tiranos y corruptos sea el "amor", que es el arma más poderosa del Cristianismo, un concepto ausente de la política, que los políticos ni si atreven a mencionar porque su concepto del poder es justo lo contrario del amor: presión, obligación, represión, opresión, miedo, enfrentamiento, odio y dominio.
Ninguna otra religión del mundo se fundamenta, como la cristiana, en una relación personal y directa del hombre con Dios, un ser supremo que se presenta como amigo y que ha creado al hombre libre y dueño de su destino.
Cuando un ser humano se siente hijo de Dios no es fácil que acepte someterse a políticos corruptos y miserables, por mucho poder que tengan.
Es lógico que esa cosmogonía religiosa exaspere y enrabie a los tiranos que quieren ver al hombre arrodillado y sometido a su poder.
Para los tiranos, el cristiano es un rebelde libre con el que hay que acabar.
El gobierno de izquierdas español, dominado por los socialistas, no asesina a los cristianos, pero los margina y despliega políticas para suprimir la religión y envolverla en decadencia y olvido
El socialismo, que básicamente es una fabrica de esclavos en manos de una elite inamovible, ambiciosa, cruel y corrupta, es lógico que le tenga pánico al cristianismo, que es una doctrina positiva, que propicia la libertad y la esperanza y que difícilmente acepta someterse al mal.
Por eso, el socialismo siempre ha perseguido, torturado y matado a los cristianos. La II República española es un ejemplo de esas masacres, como lo es hoy la Nicaragua socialista de Daniel Ortega, las tiranías comunistas y ciertos estados islamistas de Asia y África.
Siempre que el cristianismo apuesta por la esclavitud o se somete al socialismo, como ha ocurrido en algunos países y en tierras españolas como el País Vasco y Cataluña, es porque la jerarquía de la Iglesia, llena de cobardía, renuncia al mensaje de Cristo, teme perder sus privilegios y se adhiere a las tendencias que considera que van a prevalecer.
Esa misma cobardía es la que hace posible que la Iglesia no sea hoy, como debiera ser, una fuerza activa de apoyo a la libertad y derechos de los seres humanos y de resistencia a todo tipo de tiranías y abusos. Desde los miles de púlpitos, los sacerdotes cristianos hablan muchas veces de estupideces sin sentido y se niegan a afrontar los grandes debates y asuntos en los que la Humanidad se juega su destino.
Por desgracia, es casi imposible escuchar a sacerdotes hablando en el púlpito de grandes valores perdidos, de la libertad, la justicia humana y la necesidad cristiana de oponerse a la maldad que anida en muchos palacios y ministerios del poder político.
Un dato sobrecogedor: La Iglesia católica no ha suscrito la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Casi 80 años después, es imposible explicar esa ausencia.
Francisco Rubiales
Comentarios: