
La amistad entre Marruecos y Estados Unidos crece al mismo ritmo que la enemistad entre Estados Unidos y la España de Sánchez
El izquierdismo del gobierno de Sánchez es mortal para España, país que es considerado ya casi como "enemigo" por los sectores más duros de la Administración de Donald Trump.
Estados Unidos, incluso en tiempo de Biden, nunca digirió que los comunistas se sentaran en el Consejo de Ministro de España, un país de OTAN. Desde entonces, la desconfianza crece y el flujo de información sensible se ha cortocircuitado.
Con Pedro Sánchez en el poder, la distancia entre Madrid y Washington no ha hecho otra cosa que crecer, lo que constituye un serio peligro para España, cuyas fuerzas armadas y algunas industrias avanzadas utilizan tecnología y equipos "made in USA".
El viaje de Sánchez y su acercamiento a China han generado un profundo malestar en Estados Unidos, que medita la venganza. La reciente ruptura del contrato de España con una empresa de Israel para el suministro de balas de 9 milímetros es otra ofensa a agregar a la bolsa antiespañola.
El antiespañolismo tiene una profunda tradición en Estados Unidos, que ya nos declaró la Guerra en 1898 y nos derrotó arrebiatándonos Cuba, Puerto Rico, Filipinas y otros territorios.
Financial Times alerta de la gran traición militar de EEUU a España y mira a Marruecos como nueva aliada. La administración de Trump sopesaría 'desmantelar' la base de Rota y llevar sus unidades al país africano.
Muchos medios de prensa extranjeros creen que Sánchez está jugando con fuego al provocar a Trump, que podría dictar contra España medidas ejemplares extraordinariamente dañinas.
Marruecos alcanzó la «amistad militar» de los Estados Unidos de América en julio de 2004 al recibir de manera oficial la consideración de Major non NATO ally que la elevaba a miembro preferente en el ámbito militar y desde entonces no ha cesado el apoyo militar y la confianza mutua en detrimento de la que EEUU mantenía con España.
La creciente amistad entre Marruecos y Estados Unidos y el apoyo militar constante de Washington a Rabat, empujado por la hostilidad antiamericana del sanchismo, pone a España en serio peligro militar y económico. Los efectos nocivos de ese drama ya son visibles para los expertos y pronto lo serán para la sociedad española en pleno.
Francisco Rubiales
Estados Unidos, incluso en tiempo de Biden, nunca digirió que los comunistas se sentaran en el Consejo de Ministro de España, un país de OTAN. Desde entonces, la desconfianza crece y el flujo de información sensible se ha cortocircuitado.
Con Pedro Sánchez en el poder, la distancia entre Madrid y Washington no ha hecho otra cosa que crecer, lo que constituye un serio peligro para España, cuyas fuerzas armadas y algunas industrias avanzadas utilizan tecnología y equipos "made in USA".
El viaje de Sánchez y su acercamiento a China han generado un profundo malestar en Estados Unidos, que medita la venganza. La reciente ruptura del contrato de España con una empresa de Israel para el suministro de balas de 9 milímetros es otra ofensa a agregar a la bolsa antiespañola.
El antiespañolismo tiene una profunda tradición en Estados Unidos, que ya nos declaró la Guerra en 1898 y nos derrotó arrebiatándonos Cuba, Puerto Rico, Filipinas y otros territorios.
Financial Times alerta de la gran traición militar de EEUU a España y mira a Marruecos como nueva aliada. La administración de Trump sopesaría 'desmantelar' la base de Rota y llevar sus unidades al país africano.
Muchos medios de prensa extranjeros creen que Sánchez está jugando con fuego al provocar a Trump, que podría dictar contra España medidas ejemplares extraordinariamente dañinas.
Marruecos alcanzó la «amistad militar» de los Estados Unidos de América en julio de 2004 al recibir de manera oficial la consideración de Major non NATO ally que la elevaba a miembro preferente en el ámbito militar y desde entonces no ha cesado el apoyo militar y la confianza mutua en detrimento de la que EEUU mantenía con España.
La creciente amistad entre Marruecos y Estados Unidos y el apoyo militar constante de Washington a Rabat, empujado por la hostilidad antiamericana del sanchismo, pone a España en serio peligro militar y económico. Los efectos nocivos de ese drama ya son visibles para los expertos y pronto lo serán para la sociedad española en pleno.
Francisco Rubiales
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