Casi todos los debates que suscita VOX son oportunos y consiguen apasionar a los españoles. Así ocurrió en el pasado con el de las leyes de género, que demostró que aplastan al hombre y benefician a la mujer, una injusticia insoportable, y también con el debate sobre la falta de controles y filtros en una inmigración que la ineficiencia del Estado está convirtiendo en una invasión hostil que otorga permisos de residencia y ayudas públicas para demasiados delincuentes, vagos y maleantes sin intención de trabajar e integrarse.
Quizás ocurra algo parecido cuando se abran otros debates pendientes, cuidadosamente bloqueados por la clase dirigente, en especial por los políticos, que afectan al papel negativo de las autonomías, la arbitrariedad en las subvenciones, la financiación de partidos y sindicatos con dinero procedente de los impuestos, la falta de castigos suficientes para los corruptos ladrones, los privilegios excesivos de los políticos, la falta de exigencias y controles para el ejercicio de cargos públicos y un largo etcétera que afecta a injusticias manifiestas impuestas por la clase política en contra de la voluntad popular y de la opinión mayoritaria de los ciudadanos.
El del derecho a tener armas en el hogar para la defensa propia es de los que apasionan y colocan al ciudadano frente a la injusticia vigente en un país donde los delincuentes van armados y los ciudadanos ni siquiera pueden defenderse en sus hogares.
VOX promete aprobar una ley que permita la tenencia de armas en el propio hogar para la legítima defensa. Esa ley eliminará la injusticia vigente en España, donde defenderte en tu propio hogar, invadido por un delincuente armado, te cuesta la cárcel.
El Gobierno de Italia ha aprobado recientemente una ley para legitimar la defensa propia, promovida por el ministro de Interior, Matteo Salvini. El Parlamento Italiano ha aprobado la Ley de Legítima Defensa después de largos años de debates con la intención de proteger el sagrado derecho de legítima defensa de los buenos ciudadanos, dependientes, empresarios, agricultores y otras personas con riesgo de convertirse en víctima de ladrones y delincuentes, que siempre suelen ir armados y que se proveen de armas de fuego en el mercado negro.
El derecho a disponer de armas para la defensa del hogar es un derecho vinculado a la democracia y reconocido en varias constituciones, entre ellas la de Estados Unidos, donde ese derecho a la defensa se considera fundamental y base de la libertad individual y el derecho a la vida. Suiza es el país europeo con mayor número de armas en manos de la población civil y el tercero en el mundo con mayor cantidad por habitante, sólo por detrás de EEUU y Yemen.
La propuesta de VOX pretende ampliar el concepto de legítima defensa para que los españoles sin antecedentes penales y que gocen del pleno uso de sus facultades puedan defenderse con armas dentro de sus casas, una iniciativa que ha abierto un debate y que está demostrando que buena parte de la población esté de acuerdo con el derecho a defenderse y se siente indignada con la injusticia vigente de que cualquier defensa del hogar frente a criminales armados tenga para el ciudadano consecuencias terribles, entre ellas la cárcel.
Los viejos partidos políticos españoles, acostumbrados a mentir con impunidad ayudados por los medios de comunicación sometidos, acusan a VOX de abogar por el libre uso de las armas, cuando lo único que propone ese partido es el derecho a defender el propio hogar del asalto de los delincuentes.
El debate esta poniendo de relieve aspectos oscuros e inexplicables como el hecho de que el español honrado esté siempre bajo sospecha, que la ley es más comprensiva y amable con los criminales que con los ciudadanos decentes y que detrás de la negativa al uso de armas de defensa en el hogar está el miedo profundo que los políticos sienten ante los ciudadanos, quizás porque son conscientes de que los explotan, esquilman y maltratan.
Los que más se oponen en España al derecho a defender los hogares son los mismos delincuentes que los asaltan con demasiada facilidad e impunidad. También se oponen al derecho a poseer armas los políticos, los que tienen escoltas y guardaespaldas, los que se mueven en coches oficiales y los que viven en urbanizaciones vigiladas. Los simples ciudadanos sujetos a atracos y agresiones de delincuentes, que siempre van armados, son quienes necesitan ese derecho a la defensa que promueve VOX.
Algunos analistas y expertos creen que detrás de la negativa reiterada de los políticos a que los ciudadanos dispongan de armas para defender su hogar está el miedo al ciudadano y a que un día se rebele ante los abusos e iniquidades de los poderosos, que son precisamente los que no necesitan ir armados porque disponen de la custoria de las fuerzas de seguridad del Estado, coches blindados, guardaespaldas, hogares vigilados y un largo etcétera de ventajas y privilegios que les libran de los peligros de la delincuencia.
Lo que VOX propone es un asunto de estricta justicia que dota al ciudadano de instrumentos eficaces para defenderse, cuando ahora está en manifiesta e injusta inferioridad frente a cualquier delincuente que invada el hogar propio. En lugar de defenderse a garrotazos y tener todas las de perder, el ciudadano tendría en su poder un arma eficaz para la defensa, que al menos le equipara al agresor.
Francisco Rubiales
Quizás ocurra algo parecido cuando se abran otros debates pendientes, cuidadosamente bloqueados por la clase dirigente, en especial por los políticos, que afectan al papel negativo de las autonomías, la arbitrariedad en las subvenciones, la financiación de partidos y sindicatos con dinero procedente de los impuestos, la falta de castigos suficientes para los corruptos ladrones, los privilegios excesivos de los políticos, la falta de exigencias y controles para el ejercicio de cargos públicos y un largo etcétera que afecta a injusticias manifiestas impuestas por la clase política en contra de la voluntad popular y de la opinión mayoritaria de los ciudadanos.
El del derecho a tener armas en el hogar para la defensa propia es de los que apasionan y colocan al ciudadano frente a la injusticia vigente en un país donde los delincuentes van armados y los ciudadanos ni siquiera pueden defenderse en sus hogares.
VOX promete aprobar una ley que permita la tenencia de armas en el propio hogar para la legítima defensa. Esa ley eliminará la injusticia vigente en España, donde defenderte en tu propio hogar, invadido por un delincuente armado, te cuesta la cárcel.
El Gobierno de Italia ha aprobado recientemente una ley para legitimar la defensa propia, promovida por el ministro de Interior, Matteo Salvini. El Parlamento Italiano ha aprobado la Ley de Legítima Defensa después de largos años de debates con la intención de proteger el sagrado derecho de legítima defensa de los buenos ciudadanos, dependientes, empresarios, agricultores y otras personas con riesgo de convertirse en víctima de ladrones y delincuentes, que siempre suelen ir armados y que se proveen de armas de fuego en el mercado negro.
El derecho a disponer de armas para la defensa del hogar es un derecho vinculado a la democracia y reconocido en varias constituciones, entre ellas la de Estados Unidos, donde ese derecho a la defensa se considera fundamental y base de la libertad individual y el derecho a la vida. Suiza es el país europeo con mayor número de armas en manos de la población civil y el tercero en el mundo con mayor cantidad por habitante, sólo por detrás de EEUU y Yemen.
La propuesta de VOX pretende ampliar el concepto de legítima defensa para que los españoles sin antecedentes penales y que gocen del pleno uso de sus facultades puedan defenderse con armas dentro de sus casas, una iniciativa que ha abierto un debate y que está demostrando que buena parte de la población esté de acuerdo con el derecho a defenderse y se siente indignada con la injusticia vigente de que cualquier defensa del hogar frente a criminales armados tenga para el ciudadano consecuencias terribles, entre ellas la cárcel.
Los viejos partidos políticos españoles, acostumbrados a mentir con impunidad ayudados por los medios de comunicación sometidos, acusan a VOX de abogar por el libre uso de las armas, cuando lo único que propone ese partido es el derecho a defender el propio hogar del asalto de los delincuentes.
El debate esta poniendo de relieve aspectos oscuros e inexplicables como el hecho de que el español honrado esté siempre bajo sospecha, que la ley es más comprensiva y amable con los criminales que con los ciudadanos decentes y que detrás de la negativa al uso de armas de defensa en el hogar está el miedo profundo que los políticos sienten ante los ciudadanos, quizás porque son conscientes de que los explotan, esquilman y maltratan.
Los que más se oponen en España al derecho a defender los hogares son los mismos delincuentes que los asaltan con demasiada facilidad e impunidad. También se oponen al derecho a poseer armas los políticos, los que tienen escoltas y guardaespaldas, los que se mueven en coches oficiales y los que viven en urbanizaciones vigiladas. Los simples ciudadanos sujetos a atracos y agresiones de delincuentes, que siempre van armados, son quienes necesitan ese derecho a la defensa que promueve VOX.
Algunos analistas y expertos creen que detrás de la negativa reiterada de los políticos a que los ciudadanos dispongan de armas para defender su hogar está el miedo al ciudadano y a que un día se rebele ante los abusos e iniquidades de los poderosos, que son precisamente los que no necesitan ir armados porque disponen de la custoria de las fuerzas de seguridad del Estado, coches blindados, guardaespaldas, hogares vigilados y un largo etcétera de ventajas y privilegios que les libran de los peligros de la delincuencia.
Lo que VOX propone es un asunto de estricta justicia que dota al ciudadano de instrumentos eficaces para defenderse, cuando ahora está en manifiesta e injusta inferioridad frente a cualquier delincuente que invada el hogar propio. En lugar de defenderse a garrotazos y tener todas las de perder, el ciudadano tendría en su poder un arma eficaz para la defensa, que al menos le equipara al agresor.
Francisco Rubiales
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