Y sin embargo hay motivos más que suficientes para temer que un conflicto armado estalle algún día, quizás no muy lejano. Algunos partidos políticos españoles y expertos en geopolítica piden a gritos que España se rearme también, entre otras razones porque los marroquíes han demostrado que sólo temen al que es fuerte y desprecian al cobarde y pusilánime.
España acoge a una colonia marroquí muy numerosa, que ya debe haber superado el millón de individuos gracias a las nacionalizaciones aceleradas de inmigrante que está propiciando el gobierno de Sánchez, quizás con la esperanza de que los nuevos españoles le voten en las elecciones. Esa colonia, con muchos elementos conflictivos que se dedican a vivir sin trabajar y entre los que hay muchos delincuentes que roban y violan, constituye una quinta columna en el seno de España muy peligrosa en caso de conflicto.
Un informe del Instituto de Seguridad y Cultura alerta de que el rearme militar de Marruecos y la creciente amistad entre Marruecos y Estados Unidos amenazan la integridad de España.
El plan de rearme de Marruecos incluye un gasto de 22.000 millones de dólares, todo un programa amenazante que choca directamente con los intereses de Argelia en la región y con España en segundo lugar.
Las compras son masivas, con Estados Unidos como principal proveedor, e incluyen cazas modernos, carros de combate T-72M, barcos de guerra, drones turcos, lanzadores, misiles anticarros y municiones.
España, que es un país directamente amenazado, contribuye estúpidamente al rearme marroquí aportándole una moderna patrullera, eficaz para el dominio de aguas del Estrecho y de los aledaños de Canarias.
Ante este panorama, la sumisión del presidente del gobierno de España a Marruecos exaspera a los estrategas y militares españoles e inquieta a los analistas y ciudadanos bien informados, muchos de los cuales creen que España debe responder al rearme marroquí con un rearme propio orientado a neutralizar sus armas.
La historia reciente entre España y Marruecos está plagada de tensiones e incidentes. El abandono de los saharauis por parte del gobierno de Sánchez, que reconoce ya la soberanía marroquí sobre el Sahara occidental ha convertido a Argelia en adversario de España pero no parece haber aplacado por completo la belicosidad antiespañola de los marroquíes, que siguen tensionando las relaciones con presiones migratorias, declaraciones hostiles y gestos poco amistosos.
El presidente del Senado marroquí declaró recientemente que las ciudades de Ceuta y Melilla deben ser "liberadas", introduciendo tensión profunda en las relaciones con España. Posteriormente, tuvo que corregir esas declaraciones ante las presiones internas. La embestida de toda la prensa marroquí contra Enaam Mayara busca evitar poner a Pedro Sánchez en aprietos cuando deba explicar la relación con Marruecos a sus compatriotas.
El proyecto de construir un túnel bajo el estrecho que una a Europa con África, de gran valor estratégico para Estados Unidos y la OTAN, preocupados por la fuerte influencia de Rusia y China en el continente africano, incide poderosamente en las actuales relaciones hispano-marroquíes, los dos países que acogerán los dos extremos del túnel. Si ese proyecto prospera, evitaría que el conflicto entre España y Marruecos estallara en los próximos años, pero se tratará sólo de un aplazamiento de las amenazas.
Todo indica que las relaciones entre España y Marruecos entrarán en un periodo de calma porque a Marruecos le interesa que el "amigo" Pedro Sánchez gane las próximas elecciones y siga gobernando.
Francisco Rubiales
España acoge a una colonia marroquí muy numerosa, que ya debe haber superado el millón de individuos gracias a las nacionalizaciones aceleradas de inmigrante que está propiciando el gobierno de Sánchez, quizás con la esperanza de que los nuevos españoles le voten en las elecciones. Esa colonia, con muchos elementos conflictivos que se dedican a vivir sin trabajar y entre los que hay muchos delincuentes que roban y violan, constituye una quinta columna en el seno de España muy peligrosa en caso de conflicto.
Un informe del Instituto de Seguridad y Cultura alerta de que el rearme militar de Marruecos y la creciente amistad entre Marruecos y Estados Unidos amenazan la integridad de España.
El plan de rearme de Marruecos incluye un gasto de 22.000 millones de dólares, todo un programa amenazante que choca directamente con los intereses de Argelia en la región y con España en segundo lugar.
Las compras son masivas, con Estados Unidos como principal proveedor, e incluyen cazas modernos, carros de combate T-72M, barcos de guerra, drones turcos, lanzadores, misiles anticarros y municiones.
España, que es un país directamente amenazado, contribuye estúpidamente al rearme marroquí aportándole una moderna patrullera, eficaz para el dominio de aguas del Estrecho y de los aledaños de Canarias.
Ante este panorama, la sumisión del presidente del gobierno de España a Marruecos exaspera a los estrategas y militares españoles e inquieta a los analistas y ciudadanos bien informados, muchos de los cuales creen que España debe responder al rearme marroquí con un rearme propio orientado a neutralizar sus armas.
La historia reciente entre España y Marruecos está plagada de tensiones e incidentes. El abandono de los saharauis por parte del gobierno de Sánchez, que reconoce ya la soberanía marroquí sobre el Sahara occidental ha convertido a Argelia en adversario de España pero no parece haber aplacado por completo la belicosidad antiespañola de los marroquíes, que siguen tensionando las relaciones con presiones migratorias, declaraciones hostiles y gestos poco amistosos.
El presidente del Senado marroquí declaró recientemente que las ciudades de Ceuta y Melilla deben ser "liberadas", introduciendo tensión profunda en las relaciones con España. Posteriormente, tuvo que corregir esas declaraciones ante las presiones internas. La embestida de toda la prensa marroquí contra Enaam Mayara busca evitar poner a Pedro Sánchez en aprietos cuando deba explicar la relación con Marruecos a sus compatriotas.
El proyecto de construir un túnel bajo el estrecho que una a Europa con África, de gran valor estratégico para Estados Unidos y la OTAN, preocupados por la fuerte influencia de Rusia y China en el continente africano, incide poderosamente en las actuales relaciones hispano-marroquíes, los dos países que acogerán los dos extremos del túnel. Si ese proyecto prospera, evitaría que el conflicto entre España y Marruecos estallara en los próximos años, pero se tratará sólo de un aplazamiento de las amenazas.
Todo indica que las relaciones entre España y Marruecos entrarán en un periodo de calma porque a Marruecos le interesa que el "amigo" Pedro Sánchez gane las próximas elecciones y siga gobernando.
Francisco Rubiales
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