Ideas como "No queremos chorizos en España" y "El socialismo es oscuridad", acompañadas por eslóganes como "Cerremos la charcutería socialista" y "Enciende la luz de España", bien orquestadas con brío y potencia de fuego, como hizo Milei con su "motosierra" y con el "Viva la libertad, carajo", tendrían un efecto muy poderoso en esta España cansada de soportar a chorizos y delincuentes y a someterse a un gobierno que miente, engaña, estafa y vende el país a trozos.
Abascal necesita muchas inyecciones de vitaminas para conducir a VOX hacia la victoria. Cuando el pueblo lo vea o escuche a los dirigentes de VOX tiene que percibir la fuerza de los conquistadores, la furia de los indignados y la convicción de los luchadores.
VOX, a los ojos de los españoles, no es un partido político más, aunque sus dirigentes se comporten como si lo fuera, sino una esperanza, un impulso, un salvavidas que tiene que gritar y remover las podridas aguas de la política española.
Imaginad al líder de VOX con un farol encendido, afirmando en las calles y ante los medios de comunicación que hay que encender las luces en España para acabar con la oscuridad negruzca del socialismo y explicando la verdad de que la mentira y la corrupción son oscuridad y tinieblas.
A VOX le sobran condiciones favorables para vencer y eso exige levantar el pie del freno y avanzar hacia la victoria con la determinación y la urgencia que requiere esta España en crisis ética y política, atormentada por los viejos partidos corruptos.
Imaginad a los líderes de VOX acudir a las ruedas de prensa, discursos públicos y debates con ristras de chorizos, diciendo que España tiene que quedar limpia de charcuteros y delincuentes que se dedican al robo y a llenar nuestro país de podredumbre y miseria.
Esas ideas provocadoras y rompedoras servirán para ganar votantes y reactivar la militancia de VOX, proporcionándole espíritu de lucha y el carisma que se deriva de sentirse como la gran esperanza de una nación que ha caído en manos de bellacos y canallas.
Contra tiranos y delincuentes atrincherados en el poder y sin escrúpulos hay que luchar con armas pesadas, no con pistolitas y tirachinas.
Francisco Rubiales
Abascal necesita muchas inyecciones de vitaminas para conducir a VOX hacia la victoria. Cuando el pueblo lo vea o escuche a los dirigentes de VOX tiene que percibir la fuerza de los conquistadores, la furia de los indignados y la convicción de los luchadores.
VOX, a los ojos de los españoles, no es un partido político más, aunque sus dirigentes se comporten como si lo fuera, sino una esperanza, un impulso, un salvavidas que tiene que gritar y remover las podridas aguas de la política española.
Imaginad al líder de VOX con un farol encendido, afirmando en las calles y ante los medios de comunicación que hay que encender las luces en España para acabar con la oscuridad negruzca del socialismo y explicando la verdad de que la mentira y la corrupción son oscuridad y tinieblas.
A VOX le sobran condiciones favorables para vencer y eso exige levantar el pie del freno y avanzar hacia la victoria con la determinación y la urgencia que requiere esta España en crisis ética y política, atormentada por los viejos partidos corruptos.
Imaginad a los líderes de VOX acudir a las ruedas de prensa, discursos públicos y debates con ristras de chorizos, diciendo que España tiene que quedar limpia de charcuteros y delincuentes que se dedican al robo y a llenar nuestro país de podredumbre y miseria.
Esas ideas provocadoras y rompedoras servirán para ganar votantes y reactivar la militancia de VOX, proporcionándole espíritu de lucha y el carisma que se deriva de sentirse como la gran esperanza de una nación que ha caído en manos de bellacos y canallas.
Contra tiranos y delincuentes atrincherados en el poder y sin escrúpulos hay que luchar con armas pesadas, no con pistolitas y tirachinas.
Francisco Rubiales