La batalla de Francia está censurada en España

La censura de lo que ocurre en Francia se debe al temor de Sánchez a que los españoles piensen que lo que ocurre en Francia terminará ocurriendo también en España, donde la política con respecto a la inmigración es igual de permisiva y torpe, la delincuencia crece, se forman guetos de extranjeros violentos y donde el multiculturalismo fracasa, como en todas partes.

A Sánchez no le van mal las cosas porque las mentiras sobre VOX están calando en la parte más inculta y fanática del electorado y el PSOE, después de su fracaso en las elecciones de mayo, está recuperando terreno, poco a poco.

Sánchez ha convertido a VOX en el gran argumento de su campaña y, aunque parezca increíble, esa estrategia de odio y rencor contra un partido que es rigurosamente constitucional y de orden, le funciona, a pesar de que sus alianzas con etarras, independentistas, comunistas y golpistas son muchos más antidemocráticas, sucias y dañinas para España.

La precampaña de la izquierda española se ha convertido en una estafa de tomo y lomo, con un Sánchez que sigue mintiendo y sin responder a las preguntas claves, paseándose por los medios y utilizando su labia y sus engaños, al lado de una Yolanda Díaz que, enloquecida porque no sube en las encuestas, promete regalar 20.000 euros a cada español que cumpla 18 años, lo que implicaría disparar la deuda hasta límites que llevarían a España hasta la ruina total.

La verdad actual de España es que nadie teme más la llegada de VOX al gobierno que la izquierda que capitanea Sánchez porque los españoles. con VOX en el poder, descubrirían que la llamada "extrema derecha" adopta medidas razonables y lucidas, que mejoran la economía, refuerzan los servicios públicos y potencian la justicia social.

Valga como ejemplo el hecho de que en Hungría, gobernada por la derecha radical, las familias que tengan tres hijos dejan de pagar el impuesto del IRPF de por vida, logrando así que la tasa de nacimientos crezca y que el número de inmigrantes sea insignificante. Lo que está ocurriendo en la Italia de Meloni es sorprendente: en pocos meses, la economía crece y la satisfacción de los italianos se dispara ante las medidas adoptadas por la derecha auténtica.

Los que temen la llegada de VOX, además del propio Sánchez, que tendría que aparcar el Falcon y todos sus lujos, cacicadas, abusos y derroches, y toda la izquierda española, subida en el carro del despilfarro, los sueldos altos, los chiringuitos pagados con dinero público. el endeudamiento y la mentira, son los siguientes:

- Marruecos teme la llegada de VOX al gobierno,
- Gibraltar teme la llegada de VOX.
- Los okupas temen la llegada de VOX.
- Los inmigrantes ilegales temen la llegada de VOX.
- Los sindicatos temen la llegada de VOX.
- Los delincuentes temen la llegada de VOX.
- Los adictos a las subvenciones temen la llegad de VOX.
- Los vagos temen la llegada de VOX.
- Los expertos en ordeñar al Estado temen la llegada de VOX.
- Los empresarios corrompidos acostumbrados a ganar subvenciones concursos trucados temen la llegada de VOX.
- Los corruptos temen la llegada de VOX
- Sánchez, Yolanda, Otegui, Puigdemont. Oriol Junqueras y otros muchos enemigos de España y padrinos del odio temen la llegada de VOX.

La que teme la llegada de VOX al poder es la parte peor de España, la que vive a gusto en la corrupción, el abuso de poder y el saqueo fiscal actual, la que teme la regeneración de un país decente en el que ellos ya no podrían ser los amos.

Francisco Rubiales