
Vance, vicepresidente de los Estados Unidos, fustiga la decadencia, corrupción y antidemocracia de los actuales gobernantes europeos.
La situación es preocupante, no sólo por los ataques de Estados Unidos, el gran aliado, sino porque en lugar de reflexionar y admitir lo que hay de verdad en esas acusaciones, los políticos europeos han reaccionado con indignación y rechazo.
Vance ha lanzado sus duros ataques a los políticos europeos en su primera aparición en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que ha arrancado el viernes.
Vance ha condenado todo el deterioro que padecemos los europeos y, sin mencionarlos, también los que padecen los españoles bajo el sanchismo decadente e inmoral.
Vance ha interpretado, por ejemplo, las regulaciones de Bruselas hacia las redes sociales como un ataque contra la libertad de expresión «en un esfuerzo contra lo que ellos denominan ‘discursos de odio’», así como la actuación de la misma Policía alemana, a la que ha acusado de perseguir a individuos por «lanzar discursos antifeministas».
Y eso que Vance no conoce los ejércitos de trolls y censores rencorosos que paga el sanchismo para reprimir la libertad de expresión y la crítica en las redes sociales españolas.
Es más que evidente que la administración Trump cree que Europa se ha podrido y que sus políticos se han vuelto hipócritas, mentirosos, codiciosos y aniquiladores de los grandes valores, dedicando las inmensas cantidades que cobran con sus impuestos injustos y abusivos a reforzar el poder de los partidos, a promover la inmigración ilegal sin control, a proteger el feminismo que odia al varón, a incrementar sus propios privilegios, a expandir la cultura LGTBI, a castigar a los varones, a crear inseguridad en las calles y a acabar con los valores que constituían la esencia de la cultura europea del respeto a las libertades y derechos.
No lo hizo, pero pudo haber puesto como ejemplo de la mortal decadencia de la podrida Europa la protección del gobierno de Pedro Sánchez a los ladrones de viviendas (okupas) y a los criminales que delinquen decenas de veces en España y siguen libres.
A juzgar por lo que ha declarado Vance, la prioridad para Estados Unidos es alejarse del cenagal europeo y recuperar los valores perdidos y con esos valores la fortaleza de la nación, todo un ejemplo para esta Europa que se desangra por culpa de dirigentes mentirosos, egoístas y castrantes.
Finalmente, el vicepresidente de Estados Unidos ha citado el que probablemente sea la más antidemocrática, vergonzosa y delictiva canallada de los actuales políticos europeos: la decisión de anular la victoria de la extrema derecha en Rumanía porque esa política no gusta a los políticos europeos. «Cuando vemos que tribunales europeos anulan elecciones», manifestó Vance, «tenemos que preguntarnos si hay que hacer algo más que hablar de valores para empezar a actuar conforme a ellos».
Europa parece que va a quedarse sola y aislada en el nuevo mundo que se perfila, pero muchos empezamos a pensar que los corruptos que gobiernan nuestros países son los verdaderos culpables de ese drama, quizás merecido, y que todo cambiaría si nuestros políticos actuales fueran expulsados del poder y sustituidos por gente decente que conciba la política como un servicio al pueblo, a la verdad y a la justicia.
Francisco Rubiales
Vance ha lanzado sus duros ataques a los políticos europeos en su primera aparición en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que ha arrancado el viernes.
Vance ha condenado todo el deterioro que padecemos los europeos y, sin mencionarlos, también los que padecen los españoles bajo el sanchismo decadente e inmoral.
Vance ha interpretado, por ejemplo, las regulaciones de Bruselas hacia las redes sociales como un ataque contra la libertad de expresión «en un esfuerzo contra lo que ellos denominan ‘discursos de odio’», así como la actuación de la misma Policía alemana, a la que ha acusado de perseguir a individuos por «lanzar discursos antifeministas».
Y eso que Vance no conoce los ejércitos de trolls y censores rencorosos que paga el sanchismo para reprimir la libertad de expresión y la crítica en las redes sociales españolas.
Es más que evidente que la administración Trump cree que Europa se ha podrido y que sus políticos se han vuelto hipócritas, mentirosos, codiciosos y aniquiladores de los grandes valores, dedicando las inmensas cantidades que cobran con sus impuestos injustos y abusivos a reforzar el poder de los partidos, a promover la inmigración ilegal sin control, a proteger el feminismo que odia al varón, a incrementar sus propios privilegios, a expandir la cultura LGTBI, a castigar a los varones, a crear inseguridad en las calles y a acabar con los valores que constituían la esencia de la cultura europea del respeto a las libertades y derechos.
No lo hizo, pero pudo haber puesto como ejemplo de la mortal decadencia de la podrida Europa la protección del gobierno de Pedro Sánchez a los ladrones de viviendas (okupas) y a los criminales que delinquen decenas de veces en España y siguen libres.
A juzgar por lo que ha declarado Vance, la prioridad para Estados Unidos es alejarse del cenagal europeo y recuperar los valores perdidos y con esos valores la fortaleza de la nación, todo un ejemplo para esta Europa que se desangra por culpa de dirigentes mentirosos, egoístas y castrantes.
Finalmente, el vicepresidente de Estados Unidos ha citado el que probablemente sea la más antidemocrática, vergonzosa y delictiva canallada de los actuales políticos europeos: la decisión de anular la victoria de la extrema derecha en Rumanía porque esa política no gusta a los políticos europeos. «Cuando vemos que tribunales europeos anulan elecciones», manifestó Vance, «tenemos que preguntarnos si hay que hacer algo más que hablar de valores para empezar a actuar conforme a ellos».
Europa parece que va a quedarse sola y aislada en el nuevo mundo que se perfila, pero muchos empezamos a pensar que los corruptos que gobiernan nuestros países son los verdaderos culpables de ese drama, quizás merecido, y que todo cambiaría si nuestros políticos actuales fueran expulsados del poder y sustituidos por gente decente que conciba la política como un servicio al pueblo, a la verdad y a la justicia.
Francisco Rubiales
Comentarios: