El BNG es un producto de la izquierda y de la falsa y blandengue derecha que representa el Partido Popular. Entre ambos lo han alimentado e inflado y ambos pagarán su error siendo devorados por el nacionalismo gallego.
El socialismo jamás entendió a España, ni comprendió el patriotismo. Durante la República, los socialistas y comunistas gritaban ¡Viva Rusia! y ¡Muera España! Aquella ideología suicida del Frente Popular se ha mantenido viva, aunque la silenciaron por miedo o conveniencia en tiempos de Franco y de Felipe González.
Por su parte, el PP, que es miope por naturaleza y tampoco sabe encender las luces largas, siempre ha soñado con una alianza estúpida con los socialistas para repartirse el poder y ha creído que el BNG es un mal menor que el socialismo, cuando es cien veces peor.
Nadie en España es más emocionalmente nacionalista que un gallego. Nadie está tan apegado al terruño, ni tan enamorado de sus verdes tierras brumosas, sus ricos mares y sus meigas. Cuando saboreen el independentismo y perciban que con él se obtienen beneficios y que esta España de cobardes siempre cede y se arrodilla ante el chantaje del separatismo, se harán más nacionalistas e independentistas de lo que hoy son catalanes, vascos y navarros.
El PSOE disfruta triturando España en la batidora y viéndola sangrar y sufrir, pero el PP no, aunque su torpeza y falta de ideas y principios auténticamente de derechas están empujando a España en brazos del separatismo y el golpismo.
Hay que ser muy imbécil para no ver que el sentimiento nacional-separatista del propio pueblo está resucitando y que el avance del galleguismo será imparable. El PP no lo ve, pero el PSOE sí, aunque a los socialistas no les importa por dos razones, porque no aman a España y porque siempre pactan con los canallas y los que odian la nación. Después de Sánchez, un tipo que llegó a la secretaría general después de hacer trampas a sus propios compañeros con una urna falsa, el socialismo español es una tribu pervertida que disfruta retozando en la pocilga.
El PP ya practica el suicidio político en España y ahora lo hace también en Galicia.
Francisco Rubiales
El socialismo jamás entendió a España, ni comprendió el patriotismo. Durante la República, los socialistas y comunistas gritaban ¡Viva Rusia! y ¡Muera España! Aquella ideología suicida del Frente Popular se ha mantenido viva, aunque la silenciaron por miedo o conveniencia en tiempos de Franco y de Felipe González.
Por su parte, el PP, que es miope por naturaleza y tampoco sabe encender las luces largas, siempre ha soñado con una alianza estúpida con los socialistas para repartirse el poder y ha creído que el BNG es un mal menor que el socialismo, cuando es cien veces peor.
Nadie en España es más emocionalmente nacionalista que un gallego. Nadie está tan apegado al terruño, ni tan enamorado de sus verdes tierras brumosas, sus ricos mares y sus meigas. Cuando saboreen el independentismo y perciban que con él se obtienen beneficios y que esta España de cobardes siempre cede y se arrodilla ante el chantaje del separatismo, se harán más nacionalistas e independentistas de lo que hoy son catalanes, vascos y navarros.
El PSOE disfruta triturando España en la batidora y viéndola sangrar y sufrir, pero el PP no, aunque su torpeza y falta de ideas y principios auténticamente de derechas están empujando a España en brazos del separatismo y el golpismo.
Hay que ser muy imbécil para no ver que el sentimiento nacional-separatista del propio pueblo está resucitando y que el avance del galleguismo será imparable. El PP no lo ve, pero el PSOE sí, aunque a los socialistas no les importa por dos razones, porque no aman a España y porque siempre pactan con los canallas y los que odian la nación. Después de Sánchez, un tipo que llegó a la secretaría general después de hacer trampas a sus propios compañeros con una urna falsa, el socialismo español es una tribu pervertida que disfruta retozando en la pocilga.
El PP ya practica el suicidio político en España y ahora lo hace también en Galicia.
Francisco Rubiales
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