El inepto y suicida Sánchez pide rebelarse contra Trump en el día de gloria del nuevo presidente de los USA
El mundo siente temor ante el nacionalismo brutal de Donald Trump, sobre todo los socialistas, pero se niegan a admitir que tipos como Trump son la consecuencia lógica de los engaños, abusos, canalladas, torturas, matanzas y de la gran pobreza creada por las izquierdas marxistas.
El socialismo agoniza después de frustrar y enfurecer a las masas que le votaban en todo el mundo. Su lugar está siendo ocupado por autócratas y líderes autoritarios e imprevisibles que anteponen su poder personal a todo lo demás. En eso se parecen como dos gotas de agua Sánchez y Trump.
Sánchez empieza a criticar, como el gran nuevo enemigo, a la "tecnocasta", el mundo de los magnates tecnológicos, que tienen poder para modelar las ideas y conciencias de la población planetaria y de comprar países enteros con su abundante dinero.
Sánchez, que es un loco suicida, se enfrenta simultáneamente a ese nuevo poder tecnológico, al presidente del país más poderosos del mundo y a su propio pueblo español, que le odia, le rechaza y le abuchea en las calles.
La consecuencia de toda esa sobredosis de imbecilidad sanchista no puede ser otra que la ruina de España, país que podría ser expulsado de la OTAN y al que las insidias de Estados Unidos podrían arrebatarle territorios tan valiosos como las islas Canarias, Ceuta y Melilla, además de provocarle un futuro de opresión, aislamiento, ruina y tristeza profunda.
Es probable que las tormentas que se van a desatar contra España sean tan terribles que el pueblo opte por votar a VOX, el único partido que puede conseguir aplacar al peligroso Trump y recolocar a España en la senda del progreso y la supervivencia en el mundo hostil que se avecina, donde no habrá otra ley que la de las pistolas.
Ayer le preguntaron a Trump por España y su reacción fue amenazante e inquietante. Paga poco y puede sufrir aranceles del cien por cien, dijo.
Seguro que cuando estudie más el caso español y descubra quien es realmente Pedro Sánchez, dictadorzuelo, estafador de su pueblo, gran parte del cual le odia, anti demócrata, amigo de los corruptos y de las países más siniestros y totalitarios del planeta, los aranceles subirán al dos cientos por ciento y la hostilidad antiespañola se disparará hasta los infiernos.
Trump sólo respeta a los que aman y defienden a su país. Cuando descubra que Sánchez no sólo no ama a España sino que la destroza cada día más, lo odiará con más intensidad si cabe.
A partir de hoy, el Calvario del binomio "Sánchez-Trump", todo un infierno de cobardes, empezará a rugir para España y los españoles.
Francisco Rubiales
El socialismo agoniza después de frustrar y enfurecer a las masas que le votaban en todo el mundo. Su lugar está siendo ocupado por autócratas y líderes autoritarios e imprevisibles que anteponen su poder personal a todo lo demás. En eso se parecen como dos gotas de agua Sánchez y Trump.
Sánchez empieza a criticar, como el gran nuevo enemigo, a la "tecnocasta", el mundo de los magnates tecnológicos, que tienen poder para modelar las ideas y conciencias de la población planetaria y de comprar países enteros con su abundante dinero.
Sánchez, que es un loco suicida, se enfrenta simultáneamente a ese nuevo poder tecnológico, al presidente del país más poderosos del mundo y a su propio pueblo español, que le odia, le rechaza y le abuchea en las calles.
La consecuencia de toda esa sobredosis de imbecilidad sanchista no puede ser otra que la ruina de España, país que podría ser expulsado de la OTAN y al que las insidias de Estados Unidos podrían arrebatarle territorios tan valiosos como las islas Canarias, Ceuta y Melilla, además de provocarle un futuro de opresión, aislamiento, ruina y tristeza profunda.
Es probable que las tormentas que se van a desatar contra España sean tan terribles que el pueblo opte por votar a VOX, el único partido que puede conseguir aplacar al peligroso Trump y recolocar a España en la senda del progreso y la supervivencia en el mundo hostil que se avecina, donde no habrá otra ley que la de las pistolas.
Ayer le preguntaron a Trump por España y su reacción fue amenazante e inquietante. Paga poco y puede sufrir aranceles del cien por cien, dijo.
Seguro que cuando estudie más el caso español y descubra quien es realmente Pedro Sánchez, dictadorzuelo, estafador de su pueblo, gran parte del cual le odia, anti demócrata, amigo de los corruptos y de las países más siniestros y totalitarios del planeta, los aranceles subirán al dos cientos por ciento y la hostilidad antiespañola se disparará hasta los infiernos.
Trump sólo respeta a los que aman y defienden a su país. Cuando descubra que Sánchez no sólo no ama a España sino que la destroza cada día más, lo odiará con más intensidad si cabe.
A partir de hoy, el Calvario del binomio "Sánchez-Trump", todo un infierno de cobardes, empezará a rugir para España y los españoles.
Francisco Rubiales
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