El año 2025 comienza con atentados asesinos, como el ocurrido en Nueva Orleans (USA), y con personajes malvados ocupando el poder, pero también con la esperanza de que la presidencia de Donald Trump y la rebelión creciente de muchos pueblos contra el socialismo, el falso progreso y el wokismo mejoren el mundo.
Donald Trump y Milei representan el embrión de una revolución conservadora que promete mandar al infierno a personas como Pedro Sánchez, prototipo del la sumisión a las élites mundiales corruptas y promotores de la falsa progresía, el wokismo y una forma de gobernar corrupta y miserable que desplaza, aplasta y humilla al pueblo y a la libertad.
En el mundo que se avecina no hay sitio para personas como Sánchez, capaces de mantenerse en el poder a toda costa, incluso violando las leyes básicas y cuando apenas puede pisar la calle porque su pueblo le abuchea y le odia. Ese tipo de políticos al que Sánchez pertenece por méritos propios, vergüenza del mundo decente y noble, no tiene futuro en una sociedad regenerada y merece sólo desprecio y escupitajos.
Tampoco habrá sitio en el nuevo mundo que tanto deseamos para pueblos como el español, que ha demostrado su bajeza y cobardía soportando en el poder a un tipo como Sánchez, expulsado de su partido por tramposo, que llegó al poder aupado por un socialismo corrupto que valora más el reparto del botín que la justicia, la libertad y el bien común-
Cualquier pueblo limpio y decente del planeta habría expulsado ya del poder varias veces a Pedro Sánchez, por sus alianzas con indeseables, por su despilfarro, impuestos abusivos, inmoralidad, corrupción y por apoyar a corruptos, delincuentes y traidores.
España, además de un cambio de gobierno necesita una profunda perestroika, una transformación ética que obligue a los millones de votantes de los corruptos a abandonar las cloacas, donde el sanchismo y su cobardía les han precipitado y donde permanecen envueltos en lodo, pus y baba ácida.
Francisco Rubiales
Donald Trump y Milei representan el embrión de una revolución conservadora que promete mandar al infierno a personas como Pedro Sánchez, prototipo del la sumisión a las élites mundiales corruptas y promotores de la falsa progresía, el wokismo y una forma de gobernar corrupta y miserable que desplaza, aplasta y humilla al pueblo y a la libertad.
En el mundo que se avecina no hay sitio para personas como Sánchez, capaces de mantenerse en el poder a toda costa, incluso violando las leyes básicas y cuando apenas puede pisar la calle porque su pueblo le abuchea y le odia. Ese tipo de políticos al que Sánchez pertenece por méritos propios, vergüenza del mundo decente y noble, no tiene futuro en una sociedad regenerada y merece sólo desprecio y escupitajos.
Tampoco habrá sitio en el nuevo mundo que tanto deseamos para pueblos como el español, que ha demostrado su bajeza y cobardía soportando en el poder a un tipo como Sánchez, expulsado de su partido por tramposo, que llegó al poder aupado por un socialismo corrupto que valora más el reparto del botín que la justicia, la libertad y el bien común-
Cualquier pueblo limpio y decente del planeta habría expulsado ya del poder varias veces a Pedro Sánchez, por sus alianzas con indeseables, por su despilfarro, impuestos abusivos, inmoralidad, corrupción y por apoyar a corruptos, delincuentes y traidores.
España, además de un cambio de gobierno necesita una profunda perestroika, una transformación ética que obligue a los millones de votantes de los corruptos a abandonar las cloacas, donde el sanchismo y su cobardía les han precipitado y donde permanecen envueltos en lodo, pus y baba ácida.
Francisco Rubiales
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