Colaboración entre la Fundación Tercer Milenio y Voto en Blanco para defensa de la democracia

Buenas a todos,

Me parece interesante que haya más gente que defienda esos valores, por mi cuenta yo creo que de momento no voy a participar, mis escritos carecen de profesionalidad, pulcritud y seriedad que se requiere.

Además me hace sentir responsable de lo que otros puedan interpretar y hacer con ello. Prefiero dejar ese trabajo a los que habitualmente se dedican a ello, y si alguna de mis ideas le sirve de inspiración a alguien, para bien o para mal, bienvenido sea, y no hace falta que me cite. Además teniendo en cuenta que escribo desde un nombre anónimo, es como citar a nadie realmente.

Como primer aporte, como inspiración a la causa democrática, precisamente sobre esto, a cuenta de esto mismo, opino que las palabras e ideas son universales y no son propiedad de nadie. Y eso debería ser un principio de valores democráticos. Aunque alguien pueda haberlas dicho primero no les da derechos especiales.

Pienso que cuando empecé a escribir opiniones en distintos sitios sobre la democracia, me pasé de frenada, en el sentido de que lo que yo estoy comentando está demasiado resumido, es como empezar una novela por el final, sin explicar como empezó, dando por sentado cosas que realmente no están explicadas, pero no me resulta fácil esa tarea.

"La verdad, la democracia y la libertad,"

Voy a opinar sobre lo que pienso de esos valores, como en mi visión de las cosas, están estrechamente relacionados.

La verdad se alcanza mediante la libertad, que a su vez es requisito para la democracia.

La democracia requiere que haya libertad de expresión, por lo que toda aquella persona cuyo ideal sea la democracia, siempre deberá apoyar sin dudarlo aquellas corrientes políticas que permitan más libertad. Para mi es la manera más sencilla de saber quien es "bueno" y "malo". El que censura al otro es el malo, no importa que se haga llamar demócrata. Los hechos son los que hablan. No las etiquetas. Y el que es censurado, es objeto de mayor interés precisamente porque está siendo censurado, y probablemente sea bueno, y si es malo, no será tan malo como quieren que pensemos.

El bien no censura, razona, argumenta, explica. Son principios de orden social. Cuando se pierde el orden social basado en principios, y este es el fundamental, la libertad, el caos está a la vuelta de la esquina, cualquier desastre es posible, no puede acabar bien cuando se atacan los principios, el que actúa contra los principios como la libertad de expresión, debería ser rechazado inmediatamente, por muy bien que quiera aparentar ser.

Es raro normalmente que exista una corriente política que defienda en términos absolutos la libertad de expresión, casi siempre existen temas que se pretenden censurar más o menos según fuerzas políticas, pero a pesar de esa diferencia cualitativa, también hay una diferencia cuantitativa, y también hay una diferencia contextual.

Hay expresiones que se censuran contextualmente porque favorecen a determinadas agendas de los poderosos de ese preciso momento, de esa época, no de otras épocas pasadas o futuras imaginarias, esas son las primeras censuras que hay que eliminar. Porque son censuras funcionales al poder opresor de ese momento. Al que impone por la fuerza su visión del mundo a los demás mediante la censura, la manipulación.

Las demás censuras importan también, pero como se puede ver se puede establecer una jerarquía, tanto por la contextualidad, como la cantidad, la cantidad de cosas que se censuran, y la cualidad, la importancia aparente del objeto expresivo en sí que se censura y por qué. La única censura buena es la que los adultos ejercen para proteger a los menores de edad. Pero una vez siendo adultos todos, independientemente de quien sea cada uno en una sociedad libre, no hay censura buena, son criminales. El secreto de Estado es una forma de censurar, es algo que habría que tratar de demoler al llegar al gobierno. Reducir a la mínima expresión.

Si hemos llegado a la situación actual de demolición en muchos de los países que se consideran libres, es por la censura, la cultura de la censura y los secretos de los gobiernos, no me queda duda alguna. El punto de censurar información entre adultos, supuestamente con buenas intenciones, produce al poco tiempo un efecto negativo mucho mayor que aquel que se suponía que se quería evitar, supone un abuso de autoridad, una traición a la confianza de acuerdo a los principios de una sociedad libre.

El que se se siente amenazado por la verdad es quien debería buscar una verdad mayor que le proteja, y si no la encuentra debe aceptar su equivocación, humildemente debe tragar, pero en ningún caso censurar al otro, al que piensa diferente, para tratar de reforzar su situación. Aquellos poderes que inician la fuerza contra el otro para censurar cuando pierden la capacidad de convencer a la sociedad traiciona los principios fundamentales en pro de la democracia. Tienen que aceptar que la libertad no es algo que se pueda "trucar" para que gane siempre un mismo discurso, una misma idea, se tiene que respetar el derecho de la sociedad a cambiar de opinión y a ser convencida de ideas diferentes de las que tenían. Y si no se es capaz de demostrar que esas ideas son peores y las otras mejores hay que aceptar humildemente la derrota, hay que saber cuando se está derrotado.

Últimamente pienso mucho en las frases que dejó Ayn Rand al respecto de la libertad y de todos los temas, ella fue una mujer que fue precursora intelectual de todo lo que hoy está pasando. No fue por la cantidad de libros que escribió, creo que solo fueron tres, o las obras, que creo que fue una sola obra de teatro. Fue la calidad de su mensaje, y que tocó la fibra de muchas personas, dio en un punto muy interesante. Con leer las frases de Ayn Rand, o entrevistas, o lo que sea, entenderán mucho de lo que está pasando en el mundo actual, no todas las cosas, pero sí mucho, esa influencia se nota mucho en las corrientes de pensamiento que empiezan a ser dominantes. Es una fuente de inspiración que recomiendo.

Un saludo