Nuestro presidente, Pedro Sánchez, tiene imputados a su mujer, a su hermano, a su número dos en el PSOE (Ábalos), al fiscal general del Estado y a numerosos amigos y colaboradores. Está rodeado de chorizos y medio país y la mayoría de los jueces y fiscales le consideran ya como el "número uno" de la gran corrupción española, el que más merece ser imputado y juzgado de toda la turba corrupta del poder.
¿De qué nos sirve tener miles de asesores a sueldo del Estado si no son capaces de aportar soluciones a nada? ¿De qué nos sirve mantener a miles de parlamentarios si no pueden debatir libremente y están obligados a votar siempre lo que les indiquen sus partidos?
¿Cuántos políticos hay en España? Hay más de medio millón, 78.000 de los cuales son representantes públicos, en su inmensa mayoría en el ámbito municipal (95 %)
•259 - Senado de España
•350 - Congreso de España
•54 - Parlamento Europeo
•74.008 - Alcaldes y concejales
•1.206 - parlamentarios autonómicos
•1.031 - diputados provinciales
•139 - responsables de Cabildos y Consejos Insulares
•13 - consejeros del Valle de Arán
España es el país con más políticos de Europa y uno de los cinco primeros del mundo. Tiene más políticos en activo que Alemania, Francia y Gran Bretaña juntos, con el agravante de que el boato, el lujo y los privilegios que disfrutan los españoles son de los mayores del mundo.
Se mueven en aviones propiedad del Estado para realizar traslados de menos de un hora por carretera, en caravanas de coches con legiones de guardaespaldas y océanos de dinero sin controlar, preparados para ser expoliados, a disposición de la arrogancia, la compra de votos y voluntades y la exhibición de poder.
Los expertos creen que de ese medio millón largo de políticos agarrados a las ubres públicas de España, sobran por lo menos 350.000.
Suprimiendo esa inmensa legión de parásitos, familiares, amigos, enchufados y aprovechados del poder, España quedaría libre del lastre insoportable, que hoy le impide avanzar hacia la solución de sus grandes dramas económicos y sociales.
Todos, desde la muerte de Franco, han despilfarrado, pero ninguno como Pedro Sánchez, un manirroto que ha endeudado a España por siglos y que no para de pedir dinero a los mercados para gastar como un descosido, hipotecando el futuro de nuestros hijos, nietos y bisnietos.
Tan solo por su política de despilfarro, sin tener en cuentas sus mentiras, estafas, abusos de poder, corrupciones y violaciones de la Constitución, millones de españoles creen que Sánchez merece la cárcel de por vida.
La torpeza, ineficacia y estupidez de esa legión de parásitos corrompidos ha quedado claramente al descubierto con la DANA de Valencia, mal gestionada y llena de suciedades y trucos. Si Valencia entera no está hoy bajo el lodo es porque Franco, en 1957, realizó obras hidráulicas vitales.
A partir de entonces, el poder ha escatimado el dinero para obras de defensa hidráulica y lo ha gastado en comprar poder, votos y lujos.
Uno de los mayores errores de nuestro tiempo es creer que los políticos y sus partidos son necesarios. Es incomprensible y triste que muchos ciudadanos sigan pensando que los políticos son imprescindibles y que caigan tan bajo que hasta votan en las urnas a sus verdugos. La realidad es que somos víctimas de un terrible engaño al creer que los partidos políticos son una parte esencial de la democracia, cuando son no sólo prescindibles, sino verdaderamente nocivos y los culpables de que nuestro mundo esté en manos de la corrupción, el abuso de poder y la injusticia.
De la maldad de los políticos me convenció la experiencia como corresponsal de prensa extranjero y mis cientos de entrevistas a jefes de Estado, de gobierno y políticos de tres continentes, pero de manera especial el general Omar Torrijos, hombre fuerte y dictador blando de Panamá, en una conversación que mantuve con él en 1979, en su residencia de El Farallón. Era uno de los hombres más lúcidos e intuitivos que he conocido y me dijo que "Los políticos empeoran las cosas para después arreglarlas. Cuando no hay problemas, ellos los crean para poder apuntarse el éxito de haberlos solucionado. El principal defecto de los políticos es que dividen la sociedad y la pervierten con todas sus actuaciones". Y me puso varios ejemplos convincentes que después, la experiencia, ha confirmado como certeros e infalibles.
Francisco Rubiales
¿De qué nos sirve tener miles de asesores a sueldo del Estado si no son capaces de aportar soluciones a nada? ¿De qué nos sirve mantener a miles de parlamentarios si no pueden debatir libremente y están obligados a votar siempre lo que les indiquen sus partidos?
¿Cuántos políticos hay en España? Hay más de medio millón, 78.000 de los cuales son representantes públicos, en su inmensa mayoría en el ámbito municipal (95 %)
•259 - Senado de España
•350 - Congreso de España
•54 - Parlamento Europeo
•74.008 - Alcaldes y concejales
•1.206 - parlamentarios autonómicos
•1.031 - diputados provinciales
•139 - responsables de Cabildos y Consejos Insulares
•13 - consejeros del Valle de Arán
España es el país con más políticos de Europa y uno de los cinco primeros del mundo. Tiene más políticos en activo que Alemania, Francia y Gran Bretaña juntos, con el agravante de que el boato, el lujo y los privilegios que disfrutan los españoles son de los mayores del mundo.
Se mueven en aviones propiedad del Estado para realizar traslados de menos de un hora por carretera, en caravanas de coches con legiones de guardaespaldas y océanos de dinero sin controlar, preparados para ser expoliados, a disposición de la arrogancia, la compra de votos y voluntades y la exhibición de poder.
Los expertos creen que de ese medio millón largo de políticos agarrados a las ubres públicas de España, sobran por lo menos 350.000.
Suprimiendo esa inmensa legión de parásitos, familiares, amigos, enchufados y aprovechados del poder, España quedaría libre del lastre insoportable, que hoy le impide avanzar hacia la solución de sus grandes dramas económicos y sociales.
Todos, desde la muerte de Franco, han despilfarrado, pero ninguno como Pedro Sánchez, un manirroto que ha endeudado a España por siglos y que no para de pedir dinero a los mercados para gastar como un descosido, hipotecando el futuro de nuestros hijos, nietos y bisnietos.
Tan solo por su política de despilfarro, sin tener en cuentas sus mentiras, estafas, abusos de poder, corrupciones y violaciones de la Constitución, millones de españoles creen que Sánchez merece la cárcel de por vida.
La torpeza, ineficacia y estupidez de esa legión de parásitos corrompidos ha quedado claramente al descubierto con la DANA de Valencia, mal gestionada y llena de suciedades y trucos. Si Valencia entera no está hoy bajo el lodo es porque Franco, en 1957, realizó obras hidráulicas vitales.
A partir de entonces, el poder ha escatimado el dinero para obras de defensa hidráulica y lo ha gastado en comprar poder, votos y lujos.
Uno de los mayores errores de nuestro tiempo es creer que los políticos y sus partidos son necesarios. Es incomprensible y triste que muchos ciudadanos sigan pensando que los políticos son imprescindibles y que caigan tan bajo que hasta votan en las urnas a sus verdugos. La realidad es que somos víctimas de un terrible engaño al creer que los partidos políticos son una parte esencial de la democracia, cuando son no sólo prescindibles, sino verdaderamente nocivos y los culpables de que nuestro mundo esté en manos de la corrupción, el abuso de poder y la injusticia.
De la maldad de los políticos me convenció la experiencia como corresponsal de prensa extranjero y mis cientos de entrevistas a jefes de Estado, de gobierno y políticos de tres continentes, pero de manera especial el general Omar Torrijos, hombre fuerte y dictador blando de Panamá, en una conversación que mantuve con él en 1979, en su residencia de El Farallón. Era uno de los hombres más lúcidos e intuitivos que he conocido y me dijo que "Los políticos empeoran las cosas para después arreglarlas. Cuando no hay problemas, ellos los crean para poder apuntarse el éxito de haberlos solucionado. El principal defecto de los políticos es que dividen la sociedad y la pervierten con todas sus actuaciones". Y me puso varios ejemplos convincentes que después, la experiencia, ha confirmado como certeros e infalibles.
Francisco Rubiales
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