Ante las narices de lo más florido del empresariado catalán, en la sede de La Caixa, santuario del poder financiero de Cataluña, Mariano Rajoy tuvo ayer el valor y la honradez de desplegar ante la sociedad catalana una verdad tan grande como una catedral: no existe en españa anticatalanismo, porque si existiera no habría sido posible que La Caixa sea hoy la primera caja de ahorros de Andalucía, por delante de las cajas andaluzas.
Rajoy, de un plumazo, con un ejemplo concreto y oportuno, que es como se tumban las murallas irracionales, demostró ante el victimismo catalán que no existe anticatalanismo en España sino rabia y vergüenza ante los errores y provocaciones de políticos catalanes que hoy mandan, como son los "muchachos" de ERC y su socio, el poco sensato Maragall.
El argumento esgrimido por Rajoy posee tanta fuerza que no necesita comentario. La Caixa ha sido aceptada por la sociedad andaluza sin obstáculos y hasta con generosa acogida, convirtiéndose, también por méritos propios, en la primera caja de ahorros de Andalucía.
Desde Voto en Blanco compartimos la tesis de Rajoy, no porque venga de Rajoy, oportunista en sus argumentos como cualquier político, sino porque el ejemplo, inteligente y elocuente, demuestra que Cataluña, al menos para los andaluces, es una comunidad amiga y compañera de viaje en la barco de España, un barco que, por cierto, algunos políticos catalanes están barrenando para que se abran vías de aguas y surjan esos conflictos que tan rentables resultan para la estrategia nacionalista excluyente.
Rajoy, de un plumazo, con un ejemplo concreto y oportuno, que es como se tumban las murallas irracionales, demostró ante el victimismo catalán que no existe anticatalanismo en España sino rabia y vergüenza ante los errores y provocaciones de políticos catalanes que hoy mandan, como son los "muchachos" de ERC y su socio, el poco sensato Maragall.
El argumento esgrimido por Rajoy posee tanta fuerza que no necesita comentario. La Caixa ha sido aceptada por la sociedad andaluza sin obstáculos y hasta con generosa acogida, convirtiéndose, también por méritos propios, en la primera caja de ahorros de Andalucía.
Desde Voto en Blanco compartimos la tesis de Rajoy, no porque venga de Rajoy, oportunista en sus argumentos como cualquier político, sino porque el ejemplo, inteligente y elocuente, demuestra que Cataluña, al menos para los andaluces, es una comunidad amiga y compañera de viaje en la barco de España, un barco que, por cierto, algunos políticos catalanes están barrenando para que se abran vías de aguas y surjan esos conflictos que tan rentables resultan para la estrategia nacionalista excluyente.
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