La rebelión de García-Page golpea a Pedro Sánchez con la verdad y donde más le duele, acusándole de hundir al PSOE por culpa de "las malas compañías".
Emiliano García-Page ha afirmado que "Si seguimos con las mismas compañías el PSOE sufrirá un castigo". El presidente de Castilla-La Mancha discrepa de los ataques del Gobierno a Feijóo: "No comparto que sea insolvente ni es acertado decirlo", ha admitido en público y ante la prensa.
El presidente ha defendido a Feijóo y criticado que su partido, el PSOE sanchista, lo demonice y califique de insolvente. Además de defender al líder de la derecha, García-Page advierte a Pedro Sánchez de que no se puede seguir con las “mismas compañías”, aludiendo a la chusma de partidos antidemocráticos y antiespañoles que le apoyan con sus votos.
Los expertos creen que lo de García-Page no es una disidencia pactada con Moncloa para simular libertad de pensamiento y diversidad dentro del PSOE, sino toda una rebelión basada en la verdad sobre la gran estafa del sanchismo, cuyo líder ni es bueno para España, ni para la izquierda, ni para Europa, ni para la democracia y el bien común de los españoles.
El PSOE oficial considera “Tremendo” y “zafio” lo que ha hecho García-Page y se indigna ante lo que define como "guerra en solitario" del presidente castellano manchego. Algunos cargos socialistas, como el triste vasco Odón Elorza, han pedido que sea sancionado.
Las acusaciones del presidente García-Page, además de ser duras y golpear el punto más débil del sanchismo, que es el de sus alianzas sucias y antiespañolas con los partidos del odio, la revuelta y la sangre, llegan en un momento especialmente delicado, después de que el partido reuniera su Consejo Político Federal, el pasado sábado, en Zaragoza, trasladando a la sociedad española un mensaje que pretendía ser veraz y claro, pero que García Page ha dinamitado: "El partido está fuerte, unido, y sale a por todas para ganar", afirmaba la portavoz socialista y Ministra de Educación, Pilar Alegría.
Las encuestas reflejan un duro castigo del electorado español al sanchismo y a los candidatos de la izquierda en general, un castigo profundo y bien fundado en verdades incuestionables como el avance de la pobreza, el uso nauseabundo de la mentira en el gobierno, las promesas incumplidas, la amistad con los partidos más sucios de España, la pérdida de peso y prestigio de España en el mundo, la corrupción, la codicia fiscal, el endeudamiento enloquecido, el despilfarro sanchista y el evidente retroceso de España en casi todos los ámbitos, sobre todo en el económico, donde está siendo adelantada por muchos países de Europa.
En la sede socialista de Ferraz no creen que esta impugnación de la estrategia electoral sea generalizada y que otros territorios quieran marcar distancias con Sánchez, pero eso no es cierto porque en sus conversaciones privadas, otros barones socialistas que gobiernan autonomías como Valencia, Aragón, Extremadura y otras, han expresado su miedo a que el desprestigio y el rechazo ciudadano a Pedro Sánchez y a su política les haga perder las elecciones próximas, municipales y autonómicas, donde el socialismo se juega mucho, sobre todo su red capilar de alcaldías, concejalías, diputaciones y gobiernos autonómicos.
A Sánchez parece que le esta llegando lo que tarde o temprano le llega a todos los tiranos: su enfrentamiento con la verdad, una verdad que lo condena claramente como un elemento nocivo para España, la democracia, la economía, el bien común y el verdadero progreso.
Francisco Rubiales
El presidente ha defendido a Feijóo y criticado que su partido, el PSOE sanchista, lo demonice y califique de insolvente. Además de defender al líder de la derecha, García-Page advierte a Pedro Sánchez de que no se puede seguir con las “mismas compañías”, aludiendo a la chusma de partidos antidemocráticos y antiespañoles que le apoyan con sus votos.
Los expertos creen que lo de García-Page no es una disidencia pactada con Moncloa para simular libertad de pensamiento y diversidad dentro del PSOE, sino toda una rebelión basada en la verdad sobre la gran estafa del sanchismo, cuyo líder ni es bueno para España, ni para la izquierda, ni para Europa, ni para la democracia y el bien común de los españoles.
El PSOE oficial considera “Tremendo” y “zafio” lo que ha hecho García-Page y se indigna ante lo que define como "guerra en solitario" del presidente castellano manchego. Algunos cargos socialistas, como el triste vasco Odón Elorza, han pedido que sea sancionado.
Las acusaciones del presidente García-Page, además de ser duras y golpear el punto más débil del sanchismo, que es el de sus alianzas sucias y antiespañolas con los partidos del odio, la revuelta y la sangre, llegan en un momento especialmente delicado, después de que el partido reuniera su Consejo Político Federal, el pasado sábado, en Zaragoza, trasladando a la sociedad española un mensaje que pretendía ser veraz y claro, pero que García Page ha dinamitado: "El partido está fuerte, unido, y sale a por todas para ganar", afirmaba la portavoz socialista y Ministra de Educación, Pilar Alegría.
Las encuestas reflejan un duro castigo del electorado español al sanchismo y a los candidatos de la izquierda en general, un castigo profundo y bien fundado en verdades incuestionables como el avance de la pobreza, el uso nauseabundo de la mentira en el gobierno, las promesas incumplidas, la amistad con los partidos más sucios de España, la pérdida de peso y prestigio de España en el mundo, la corrupción, la codicia fiscal, el endeudamiento enloquecido, el despilfarro sanchista y el evidente retroceso de España en casi todos los ámbitos, sobre todo en el económico, donde está siendo adelantada por muchos países de Europa.
En la sede socialista de Ferraz no creen que esta impugnación de la estrategia electoral sea generalizada y que otros territorios quieran marcar distancias con Sánchez, pero eso no es cierto porque en sus conversaciones privadas, otros barones socialistas que gobiernan autonomías como Valencia, Aragón, Extremadura y otras, han expresado su miedo a que el desprestigio y el rechazo ciudadano a Pedro Sánchez y a su política les haga perder las elecciones próximas, municipales y autonómicas, donde el socialismo se juega mucho, sobre todo su red capilar de alcaldías, concejalías, diputaciones y gobiernos autonómicos.
A Sánchez parece que le esta llegando lo que tarde o temprano le llega a todos los tiranos: su enfrentamiento con la verdad, una verdad que lo condena claramente como un elemento nocivo para España, la democracia, la economía, el bien común y el verdadero progreso.
Francisco Rubiales
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