España está saturada de inútiles y mediocres por culpa de los partidos políticos. Miles de puestos de gran responsabilidad, muchos de ellos con altas exigencias profesionales y técnicas, están ocupados por mediocres sin preparación y sin otro mérito que tener un carné de partido. El océano de los políticos ineptos con poder ejecutivo en empresas públicas e instituciones de todo tipo es inmenso e incluye a alcaldes, concejales, presidentes y consejeros de empresas públicas y semipúblicas y altos cargos en empresas corrompidas que, para obtener contratos públicos y subvenciones, acogen en sus consejos de administración y puestos directivos a personas recomendadas por los distintos partidos.
Correos, Renfe, Indra, el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General del Estado, la Agencia EFE, RTVA y centenares de instituciones y empresas públicas españolas están hoy presididas o dirigidas por amigos del presidente o socialistas destacados, sin preparación suficiente para desempeñar sus deberes.
En la práctica, las personas más inteligentes y preparadas de España no pueden tomar decisiones y aportar su esfuerzo al progreso de la nación porque se lo impiden unas organizaciones mafiosas llamas partidos políticos, que quieren el monopolio del poder.
La ineptocracia no sólo ocupa los puestos disponibles, sino que también crea puestos innecesarios sólo para colocar a los enchufados, lo que convierte en monstruosos losgobiernos y a la sociedad entera.
En España hay más políticos con sueldos públicos que en Francia, Alemania e Inglaterra juntos.
La democracia, cuando se deteriora, da paso a la partitocracia, pero cuando esta se pudre, entra en la escena la ineptocracia que expulsa del sistema a quienes osen cuestionarla, a los mejor preparados y a las personas decentes y críticas, expandiendo la mediocridad y la torpeza por todos los ámbitos del poder.
Los ineptos son los que están hundiendo España, los que cambian los nombres de las calles, sustituyendo a personajes ilustres por imbéciles que no tienen otro mérito que la cercanía ideológica con los que mandan. Los ineptos nos empobrecen, envilecen, generan atraso y destruyen todo lo bueno que existe en la sociedad. Son como las termitas o la marabunta y florecen como setas en otoño dentro de partidos políticos como el PSOE, el PP y los sucios nacionalismos catalanes y vascos.
¿Alguien cree que en un país decente muchos de los actuales alcaldes estarían gobernando sus ciudades sin el apoyo mafioso de sus partidos políticos, que los eligen no por sus capacidades, sino por su lealtad y sumisión al líder de turno?
¿El actual presidente de Correos, una empresa pública de gran valor estratégico, sería un antiguo colaborador del presidente del gobierno con escasa preparación y pobre currículum, si no fuera por el apoyo del dedo del jefe del gobierno?
Esas aberraciones y ese dominio agobiante y suicida de los mediocres sólo ocurren en España, donde, según los expertos, hay más de diez mil políticos, familiares y amigos del poder ocupando puestos que requieren elevadas capacidades que ellos no poseen.
El caso de Juan Manuel Serrano, íntimo amigo de Pedro Sánchez, nombrado por Sánchez para que presida Correos, es el mejor ejemplo de lo que ocurre en el país bajo el sanchismo. Una turba de mediocres sin preparación ha ocupado miles de puestos de gran importancia, magníficamente pagados y que exigen gran preparación profesional y técnica. Los beneficiados por los nombramientos a dedo siempre son amigos del poder, casi siempre con el carné del partido o la amistad como principales y únicos méritos.
La retribución de Serrano al frente de Correos, un tipo que por lo menos tiene cierta preparación y experiencia, es un claro ejemplo de ineptocracia "Made in Spain", aunque hay casos muchos más graves con verdaderos analfabetos al frente de altas cuotas de poder.
El sueldo del presidente de Correos, amigo de Pedro Sánchez, fue de 199.219,72 euros en 2020.
La mediocridad se ha apoderado de España, impulsada por el cáncer de los partidos políticos, que son el mayor problema de la nación. Lo mejores y más preparados ciudadanos quedan marginados y vetados por la codicia indecente y la acaparación mafiosa de cargos que practican los partidos. Por culpa de esos partidos, concretamente del PSOE, el PP y los nacionalistas vascos y catalanes, España está hoy gobernada por mediocres e ineptos en casi todos los estamentos de responsabilidad pública.
Francisco Rubiales
Correos, Renfe, Indra, el Tribunal Constitucional, la Fiscalía General del Estado, la Agencia EFE, RTVA y centenares de instituciones y empresas públicas españolas están hoy presididas o dirigidas por amigos del presidente o socialistas destacados, sin preparación suficiente para desempeñar sus deberes.
En la práctica, las personas más inteligentes y preparadas de España no pueden tomar decisiones y aportar su esfuerzo al progreso de la nación porque se lo impiden unas organizaciones mafiosas llamas partidos políticos, que quieren el monopolio del poder.
La ineptocracia no sólo ocupa los puestos disponibles, sino que también crea puestos innecesarios sólo para colocar a los enchufados, lo que convierte en monstruosos losgobiernos y a la sociedad entera.
En España hay más políticos con sueldos públicos que en Francia, Alemania e Inglaterra juntos.
La democracia, cuando se deteriora, da paso a la partitocracia, pero cuando esta se pudre, entra en la escena la ineptocracia que expulsa del sistema a quienes osen cuestionarla, a los mejor preparados y a las personas decentes y críticas, expandiendo la mediocridad y la torpeza por todos los ámbitos del poder.
Los ineptos son los que están hundiendo España, los que cambian los nombres de las calles, sustituyendo a personajes ilustres por imbéciles que no tienen otro mérito que la cercanía ideológica con los que mandan. Los ineptos nos empobrecen, envilecen, generan atraso y destruyen todo lo bueno que existe en la sociedad. Son como las termitas o la marabunta y florecen como setas en otoño dentro de partidos políticos como el PSOE, el PP y los sucios nacionalismos catalanes y vascos.
¿Alguien cree que en un país decente muchos de los actuales alcaldes estarían gobernando sus ciudades sin el apoyo mafioso de sus partidos políticos, que los eligen no por sus capacidades, sino por su lealtad y sumisión al líder de turno?
¿El actual presidente de Correos, una empresa pública de gran valor estratégico, sería un antiguo colaborador del presidente del gobierno con escasa preparación y pobre currículum, si no fuera por el apoyo del dedo del jefe del gobierno?
Esas aberraciones y ese dominio agobiante y suicida de los mediocres sólo ocurren en España, donde, según los expertos, hay más de diez mil políticos, familiares y amigos del poder ocupando puestos que requieren elevadas capacidades que ellos no poseen.
El caso de Juan Manuel Serrano, íntimo amigo de Pedro Sánchez, nombrado por Sánchez para que presida Correos, es el mejor ejemplo de lo que ocurre en el país bajo el sanchismo. Una turba de mediocres sin preparación ha ocupado miles de puestos de gran importancia, magníficamente pagados y que exigen gran preparación profesional y técnica. Los beneficiados por los nombramientos a dedo siempre son amigos del poder, casi siempre con el carné del partido o la amistad como principales y únicos méritos.
La retribución de Serrano al frente de Correos, un tipo que por lo menos tiene cierta preparación y experiencia, es un claro ejemplo de ineptocracia "Made in Spain", aunque hay casos muchos más graves con verdaderos analfabetos al frente de altas cuotas de poder.
El sueldo del presidente de Correos, amigo de Pedro Sánchez, fue de 199.219,72 euros en 2020.
La mediocridad se ha apoderado de España, impulsada por el cáncer de los partidos políticos, que son el mayor problema de la nación. Lo mejores y más preparados ciudadanos quedan marginados y vetados por la codicia indecente y la acaparación mafiosa de cargos que practican los partidos. Por culpa de esos partidos, concretamente del PSOE, el PP y los nacionalistas vascos y catalanes, España está hoy gobernada por mediocres e ineptos en casi todos los estamentos de responsabilidad pública.
Francisco Rubiales
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