Que inocentes somos. Votamos por la derecha o por la izquierda con imbecilidad y ceguera de fanáticos cuando unos y otros se parecen como dos gotas de agua. Pongamos como ejemplo dos leyes aberrantes que tanto la izquierda como la derecha defienden y mantienen, a pesar de que son masivamente rechazadas por la mayoría ciudadana, inconstitucionales y contrarias al bien común. Se trata de las leyes de violencia de género, que aplastan al varón y benefician descaradamente a la mujer, y las que protegen a los okupas que se apoderan de tu casa, a los que es casi imposible expulsar a pesar de ser ladrones comprobados.
Esas leyes injustas y aberrantes han sido instauradas y sostenidas tanto por el PSOE como por el PP, en contra de la voluntad popular. Pero hay decenas de leyes y comportamientos que esos dos partidos comparten, como el grueso tamaño del Estado, el despilfarro, el amiguísimo, el enchufismo, los desproporcionados privilegios de los políticos, la financiación de los partidos con dinero procedente de los impuestos, la casi impunidad de los políticos, la tolerancia con la corrupción y un largo etcétera.
En otro de los graves problemas que amenazan con destruir España, la entrada masiva y sin controles de inmigrantes, tanto la derecha como la izquierda han coincidido a la hora de abrir las puertas y llenar nuestras ciudades de delincuentes y aprovechados que viven de las ayudas sociales, sin trabajar.
Cada día son más los ciudadanos frustrados que lo dicen con crudeza: “El PP es la misma mierda que el PSOE” y que la única distinción a tener en cuenta en política es entre los dignos y los indignos, entre los decentes y los indecentes, entre demócraas y tiranos, no entre derechas e izquierdas, distinción artificial, para conseguir votos, que sólo beneficia a los partidos.
Al igual que el PSOE dejó libre a DeJuana Chaos, los del PP pusieron en la calle a Bolinaga, etarrra que mató a varias personas y secuestró a Ortega Lara. Además, seguían las mismas políticas de inmigración que el PSOE, cabe recordar que Aznar dejo entrar más gente que nunca en España, sin apenas pedirles papeles, solo para complacer a sus amigos empresarios y llenar el país de mano de obra barata.
Los dos grandes partidos juegan sucio al resaltar diferencias y distancias entre ellos, que en realidad no existen, y se llenan de oprobio al provocar el odio, la división y la desinformación de los ciudadanos, solo para seguir gobernando y disfrutando de las fabulosas ventajas que el sistema otorga en España a los políticos, una verdadera y brutal injusticia que prostituye y anula la democracia.
Francisco Rubiales
Esas leyes injustas y aberrantes han sido instauradas y sostenidas tanto por el PSOE como por el PP, en contra de la voluntad popular. Pero hay decenas de leyes y comportamientos que esos dos partidos comparten, como el grueso tamaño del Estado, el despilfarro, el amiguísimo, el enchufismo, los desproporcionados privilegios de los políticos, la financiación de los partidos con dinero procedente de los impuestos, la casi impunidad de los políticos, la tolerancia con la corrupción y un largo etcétera.
En otro de los graves problemas que amenazan con destruir España, la entrada masiva y sin controles de inmigrantes, tanto la derecha como la izquierda han coincidido a la hora de abrir las puertas y llenar nuestras ciudades de delincuentes y aprovechados que viven de las ayudas sociales, sin trabajar.
Cada día son más los ciudadanos frustrados que lo dicen con crudeza: “El PP es la misma mierda que el PSOE” y que la única distinción a tener en cuenta en política es entre los dignos y los indignos, entre los decentes y los indecentes, entre demócraas y tiranos, no entre derechas e izquierdas, distinción artificial, para conseguir votos, que sólo beneficia a los partidos.
Al igual que el PSOE dejó libre a DeJuana Chaos, los del PP pusieron en la calle a Bolinaga, etarrra que mató a varias personas y secuestró a Ortega Lara. Además, seguían las mismas políticas de inmigración que el PSOE, cabe recordar que Aznar dejo entrar más gente que nunca en España, sin apenas pedirles papeles, solo para complacer a sus amigos empresarios y llenar el país de mano de obra barata.
Los dos grandes partidos juegan sucio al resaltar diferencias y distancias entre ellos, que en realidad no existen, y se llenan de oprobio al provocar el odio, la división y la desinformación de los ciudadanos, solo para seguir gobernando y disfrutando de las fabulosas ventajas que el sistema otorga en España a los políticos, una verdadera y brutal injusticia que prostituye y anula la democracia.
Francisco Rubiales
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