¿Y qué se puede decir de los dos candidatos a presidente? Pues poco bueno, en realidad.
El primer factor a analizar es que los Estados Unidos ya no son lo que eran: un reducto irreductible de libertad individual y de democracia real. Ahora ya se parece demasiado a esa Europa donde el Estado pesa más que la sociedad y en la que los políticos han acumulado tanto poder que se están olvidando del la importancia crucial del pueblo y de las libertades y derechos ciudadanos.
Otra cosa que aquí se desconoce es que la izquierda, representada por el Partido Demócrata y que ya es un partido socialista más, con tendencias al comunismo, fruto del marxismo cultural. Es también el partido de los millonarios. Una parte importante de los millonarios votan a los demócratas, mientras que una menor parte, vota republicano. En eso nos vamos pareciendo a ellos porque cada vez son más los ricos que votan al PSOE en España. Sin embargo, los pobres también les votan, por aquello de las subvenciones. Y de hecho, los demócratas, como ocurre en España con las izquierdas, favorecen la inmigración ilegal para conseguir un caladero de votos.
Luego resulta que los republicanos tienen candidatos de todos los grupos sociales, especialmente negros e hispanos, cosa natural pues son las minorías más importantes. Pero la idea que persiste es esa: los pobres votan demócrata y las clases medias y los ricos, republicano.
Pero no olvidemos que en su mayoría son casta. La inmensa mayoría de los demócratas y una parte importante de los republicanos, de ahí las dificultades que tuvo Trump para formar gobiernos. Parte del partido republicano está contra él.
Donald Trump es mal conocido aquí, en España, fruto de la propaganda interesada de los medios. No se puede obviar que en sus formas es bastante bruto, pero tal vez sea eso lo que esperan sus votantes. Por supuesto, los medios de aquí, tal vez porque sólo leen los medios progres useños, lo dan como perdedor porque dicen que no ha hecho nada bueno.
Es importante el matiz de que Trump es enemigo declarado del Nuevo Orden Mundial, ese que pretende imponer un modelo mundial de poder parecido al vigente en China, fortaleciendo a los estados y gobiernos frente a los ciudadanos, mientras que Biden y su partido son los principales promotores de esa opción esclavizadora y escasamente democrática.
Sin embargo, Trump es el primer presidente en muchos años que no ha iniciado ninguna guerra y se ha limitado a seguir las que hay, con tendencia a salirse de algunas. No olvidemos que el presidente está muy mediatizado por los grupos de presión. También ha creado mucho empleo, cosa que no nos dicen aquí. Las cotas de desempleo en enero eran de prácticamente pleno empleo y a pesar de la epidemia, se están recuperando bastante bien. Seguramente habrá otros factores, como ser pro vida, que decantarán el voto, pero eso no nos llega a nosotros de manera nítida.
También es de señalar que es un empresario que ha decidido dedicar unos años a servir a sus compatriotas. Le acusan de haberse arruinado varias veces, como diciendo que arruinará al país, pero de las ruinas se ha recuperado, luego no será tan mal empresario.
El Sr Biden es un animal político, es decir, no ha hecho otra cosa en su vida que estar en una poltrona. Su programa es tipo socialista, mucha subvención y poco crear empleo productivo. Es un convencido del aborto, que va a declarar como derecho fundamental y es mayor que Trump o al menos da la sensación que no llegaría a terminar el mandato. Pero tiene a su vicepresidenta, que es mucho más izquierdista que él, de modo que los progres pueden votarle con confianza. Lo que no queda tan claro es si los que esperan la subvención, recibirán algo.
¿Y a nosotros en qué nos afecta? Pues seguramente sean las elecciones norteamericanas más importantes para los españoles. Si gana Trump, seguramente nos dejen seguir nuestra política de ‘amistad’ para con ellos, sin demasiadas injerencias, porque una cosa es lo que le guste al presidente y otra lo que le dejan hacer. Seguramente él prefiere en España un gobierno del PP, pero eso no tiene mucha importancia.
Si gana Biden, lo tenemos claro. El doctor fraude se encadenará a la Moncloa y vendrá la república bolivariana, con todas las bendiciones.
vanlop
El primer factor a analizar es que los Estados Unidos ya no son lo que eran: un reducto irreductible de libertad individual y de democracia real. Ahora ya se parece demasiado a esa Europa donde el Estado pesa más que la sociedad y en la que los políticos han acumulado tanto poder que se están olvidando del la importancia crucial del pueblo y de las libertades y derechos ciudadanos.
Otra cosa que aquí se desconoce es que la izquierda, representada por el Partido Demócrata y que ya es un partido socialista más, con tendencias al comunismo, fruto del marxismo cultural. Es también el partido de los millonarios. Una parte importante de los millonarios votan a los demócratas, mientras que una menor parte, vota republicano. En eso nos vamos pareciendo a ellos porque cada vez son más los ricos que votan al PSOE en España. Sin embargo, los pobres también les votan, por aquello de las subvenciones. Y de hecho, los demócratas, como ocurre en España con las izquierdas, favorecen la inmigración ilegal para conseguir un caladero de votos.
Luego resulta que los republicanos tienen candidatos de todos los grupos sociales, especialmente negros e hispanos, cosa natural pues son las minorías más importantes. Pero la idea que persiste es esa: los pobres votan demócrata y las clases medias y los ricos, republicano.
Pero no olvidemos que en su mayoría son casta. La inmensa mayoría de los demócratas y una parte importante de los republicanos, de ahí las dificultades que tuvo Trump para formar gobiernos. Parte del partido republicano está contra él.
Donald Trump es mal conocido aquí, en España, fruto de la propaganda interesada de los medios. No se puede obviar que en sus formas es bastante bruto, pero tal vez sea eso lo que esperan sus votantes. Por supuesto, los medios de aquí, tal vez porque sólo leen los medios progres useños, lo dan como perdedor porque dicen que no ha hecho nada bueno.
Es importante el matiz de que Trump es enemigo declarado del Nuevo Orden Mundial, ese que pretende imponer un modelo mundial de poder parecido al vigente en China, fortaleciendo a los estados y gobiernos frente a los ciudadanos, mientras que Biden y su partido son los principales promotores de esa opción esclavizadora y escasamente democrática.
Sin embargo, Trump es el primer presidente en muchos años que no ha iniciado ninguna guerra y se ha limitado a seguir las que hay, con tendencia a salirse de algunas. No olvidemos que el presidente está muy mediatizado por los grupos de presión. También ha creado mucho empleo, cosa que no nos dicen aquí. Las cotas de desempleo en enero eran de prácticamente pleno empleo y a pesar de la epidemia, se están recuperando bastante bien. Seguramente habrá otros factores, como ser pro vida, que decantarán el voto, pero eso no nos llega a nosotros de manera nítida.
También es de señalar que es un empresario que ha decidido dedicar unos años a servir a sus compatriotas. Le acusan de haberse arruinado varias veces, como diciendo que arruinará al país, pero de las ruinas se ha recuperado, luego no será tan mal empresario.
El Sr Biden es un animal político, es decir, no ha hecho otra cosa en su vida que estar en una poltrona. Su programa es tipo socialista, mucha subvención y poco crear empleo productivo. Es un convencido del aborto, que va a declarar como derecho fundamental y es mayor que Trump o al menos da la sensación que no llegaría a terminar el mandato. Pero tiene a su vicepresidenta, que es mucho más izquierdista que él, de modo que los progres pueden votarle con confianza. Lo que no queda tan claro es si los que esperan la subvención, recibirán algo.
¿Y a nosotros en qué nos afecta? Pues seguramente sean las elecciones norteamericanas más importantes para los españoles. Si gana Trump, seguramente nos dejen seguir nuestra política de ‘amistad’ para con ellos, sin demasiadas injerencias, porque una cosa es lo que le guste al presidente y otra lo que le dejan hacer. Seguramente él prefiere en España un gobierno del PP, pero eso no tiene mucha importancia.
Si gana Biden, lo tenemos claro. El doctor fraude se encadenará a la Moncloa y vendrá la república bolivariana, con todas las bendiciones.
vanlop
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