Las naciones y el mundo actual se forjaron sobre sueños de seres humanos que decidieron avanzar y conquistar derechos y libertades. Los sueños generaban ilusiones y las energías suficientes para transformar el mundo.
Pero todo está cambiando. Los pueblos ya apenas sueñan y sus líderes, incapaces de suscitar ilusiones y sueños colectivos, sólo anhelan el poder y gobiernan. Sin sueños, el mundo no avanza y muchas veces se entristece y sufre. Las utopías son perseguidas como si fueran terroristas. Las clases dirigentes ya sólo trabajan para incrementar su poder.
Occidente se hizo grande por permitir al pueblo realizar sus sueños. La utopía estaba entre nosotros. Surgieron las naciones y los deseos de avanzar juntos y realizar conquistas. Los políticos, entonces, no pudieron impedirlo.
Hoy, los políticos se han convertido en asesinos de sueños y de utopías.
Nuestra libertad y nuestros valores los han conquistado los sueños del pueblo.
Hay que seguir soñando.
Cuando dejas de soñar, sabes que ya eres viejo.
He mirado a España, destrozada por los insurrectos catalanes y por el mal liderazgo, y he visto que hay demasiado odio y pocos sueños. He intentado soñar esta mañana que España renace, libre de carroña y entregada a los sueños de los que quieren un mundo mejor, pero no he podido porque ese sueño se desmorona.
Quiero seguir soñando. Cuando deje de soñar será porque he muerto.
Y les aseguro que, al contemplar en lo que se está convirtiendo España, víctima del peor liderazgo imaginable, creador de odio y destrucción, estoy agonizando.
Francisco Rubiales
PD: Lo siento. Hoy no puedo escribir un artículo porque sólo me salen lamentos del alma.
Pero todo está cambiando. Los pueblos ya apenas sueñan y sus líderes, incapaces de suscitar ilusiones y sueños colectivos, sólo anhelan el poder y gobiernan. Sin sueños, el mundo no avanza y muchas veces se entristece y sufre. Las utopías son perseguidas como si fueran terroristas. Las clases dirigentes ya sólo trabajan para incrementar su poder.
Occidente se hizo grande por permitir al pueblo realizar sus sueños. La utopía estaba entre nosotros. Surgieron las naciones y los deseos de avanzar juntos y realizar conquistas. Los políticos, entonces, no pudieron impedirlo.
Hoy, los políticos se han convertido en asesinos de sueños y de utopías.
Nuestra libertad y nuestros valores los han conquistado los sueños del pueblo.
Hay que seguir soñando.
Cuando dejas de soñar, sabes que ya eres viejo.
He mirado a España, destrozada por los insurrectos catalanes y por el mal liderazgo, y he visto que hay demasiado odio y pocos sueños. He intentado soñar esta mañana que España renace, libre de carroña y entregada a los sueños de los que quieren un mundo mejor, pero no he podido porque ese sueño se desmorona.
Quiero seguir soñando. Cuando deje de soñar será porque he muerto.
Y les aseguro que, al contemplar en lo que se está convirtiendo España, víctima del peor liderazgo imaginable, creador de odio y destrucción, estoy agonizando.
Francisco Rubiales
PD: Lo siento. Hoy no puedo escribir un artículo porque sólo me salen lamentos del alma.
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