Los aforados españoles, una vergüenza internacional intolerable

No es tan importante el aforamiento como el que sean los políticos los que nombran la cúpula del poder judicial. Con una judicatura independiente, no valen de mucho los aforamientos, tal vez para sobrecargar los tribunales superiores, pero con independencia judicial, se podrían aumentar las plantillas en esos tribunales y las sentencias ejemplares, por otra parte, disuadirían a muchos.

Cierto que los aforamientos son una indecencia, pero no la única ni la más importante. Por otra parte, el aforamiento se refiere a actuaciones en razón del cargo, para garantizar que el político pueda decir y hacer lo que crea conveniente sin temer acciones judiciales, a las que somos muy dados. Pero el blanqueo de dinero aprovechando el cargo por el que se es aforado o aprovechando el aforamiento de otro cargo, no tiene nada que ver.

Incluso estaríamos ante la prevaricación por parte de los tribunales superiores, que aceptan juzgar algo que no tiene nada que ver con el desempeño normal del cargo.

En realidad el 90 % de los casos de corrupción son casos en el que el chorizo se ha aprovechado del caro pero que no tienen nada que ver con él y por tanto sería un tribunal ordinario el encargado.

Tal vez el caso de los EREs sea de los pocos juzgables por un tribunal superior ya se utilizaron el cargo para cometer el presunto delito. Pero un consejero autonómico que se lleva una comisión en una concesión, no creo que sea algo derivado de la actuación política. Ha sido una violación de la ley, permitida por el cargo, pero sabiendo perfectamente que cometía un delito y por tanto, una vez comprobado eso, el tribunal superior lo remite al ordinario.

Pero como digo, el mal no es el principal, es más bien un mal consecuencia de otros males y la actuación principal, sería sobre esos otros males y los aforamientos se resolverían solos.

AFORADOS Y OTROS REPUGNANTES PRIVILEGIOS POLITICOS.

Teniendo en cuenta que los aforados en España, son 17,621 y en el resto del mundo son casi inexistentes, cabría matizar que no todos son políticos, también altos cargos de las administración de justicia y otras y según los niveles de los cargos y supuestas responsabilidades.

Desde luego es intolerable e inaceptable que los aforamientos sea un privilegio de los altos cargos políticos, a los que solo les pueden incoar expte y ser juzgado por el más alto tribunal de la Justicia Española, el tribunal Supremo.

Y es curioso, muy pocos dirigentes políticos, se atreven hablar de sus ventajas y privilegios respecto de ser aforado. Es decir, que solo responden de sus fechorías y corruptelas, “ante Dios” y ante un alto tribunal. A los demás ciudadanos, no solo, no les atiende la Justicia, sino que además le cuesta un riñón y parte del otro. Con independencia de otras consideraciones burocráticas y sus efectos, lentitud, y cuasi inexistente agilidad e imparcialidad resolutiva.

Una vez más se pone de manifiesto que la seudo-democracia que tenemos en España y el Estado de Derecho, fue diseñada a conciencia y a medida, única y exclusivamente para los políticos, y para todos los que viven directa e indirectamente del Estado. O sea, la mentira y la falsedad, más grande de la historia de España para el resto de ciudadanos y contribuyentes, libres pensantes, sectores privados de la economía y el pueblo en general.

Lo chabacano, lo ignorante, lo detestable, y lo más despreciable, es que existan ciudadanos y electores que todavía voten, a los mismos que redactaron sus privilegios, lo cual no son víctimas del sistema sino cómplices. Y me refiero a los votantes del Bipartidismo Corrupto que han venido representando Psoe y Pp. Únicos partidos con responsabilidad de poder y de haber gobernado durante los últimos 38 años de seudo- democracia. Incapaces y por supuesto con chulerías y total negatividad, ignorando las demandas de los ciudadanos, para haber afrontados los cambios y reformas que necesita con urgencia el anclado y actual sistema.

Y como los aforamientos, podríamos citar, cientos y miles de leyes y normas, caducas, perversas y obsoletas, indignas de lo que se merece el noble pueblo español. Y no, no escarmentamos, seguimos siendo borregos de siglas, de supuestos ideales y sentimientos insostenibles e inconsistentes, sin fundamentos y razones que posibilite vislumbrar otras formas de entender la política, con cambios reales en las tendencias y las consiguientes consecuencias de que España y sus ciudadanos, merecen mucho más y mejores dirigentes políticos, que los que hasta ahora nos han gobernados en falsa democracia.

Un saludo a todos.