La moción de censura que VOX se ha comprometido a presentar en este mes de septiembre parece enfriarse y carecer del brío que necesita para triunfar. Nunca logrará derrocar al gobierno de Pedro Sánchez porque carece de apoyos en el Parlamento, pero puede derrocarlo en las calles, siempre que consiga que el debate sobre la verdadera situación de España se extienda por la sociedad y se haga viral, poniendo de relieve el inmenso rosario de carencias, mentiras, fracasos y traiciones que ha desplegado la brutal, corrompida y antiespañola coalición que nos gobierna.
Pero en estos momentos, cuando las máquinas deberían estar ya funcionando a alto ritmo y el gran debate discurriendo en sus primeras etapas, VOX parece paralizado por el miedo escénico y sin la fuerza ni el entusiasmo suficientes para poner a Sánchez y a los suyos frente a la realidad de que son el peor gobierno español en siglos, con sus vergüenzas, fracasos y traiciones al descubierto.
¿Qué le esta pasando a VOX? Ha realizado una ronda de consulta entre muchos de sus cuadros, votantes y simpatizantes y el sentimiento es unánime: en vísperas de la moción, poco se mueve y es el gobierno el que tiene la iniciativa ante la opinión pública, desenterrando muertos del pasado, expulsado a frailes del Valle de los Caídos y apelando a lo que mejor sabe hacer: ocultar sus fracasos alimentando el pasado y los odios y divisiones que se derivan de una Guerra Civil que estaba olvidada y que los socialistas y comunistas, perdedores de aquella contienda, se empeñan en resucitar y cobrarse ahora las venganzas que durante décadas alimentaron en sus almas rencorosas.
VOX necesita que España debata sobre sus grandes dramas del presente: hundimiento desquiciante del PIB, desempleo, muertes innecesarias por negligencia del gobierno en la lucha contra la pandemia, mal funcionamiento de las autonomías, creciente odio y división, resurgir del independentismo y del mundo pro etarra, desastre de la economía, avance hacia la pobreza, despilfarro, ineficacia, injusticia, manipulación de las instituciones y de la opinión pública, asesinato de la verdad y decenas de otros dramas que han hecho de España el país que mas deterioro físico, moral y económico sufre en la Europa del presente.
La España de Sánchez es hoy un país derrotado, en recesión, sin prestigio en el mundo, con su turismo en caída libre, camino de la ruina y del fracaso, sin esperanzas y castigado por una pandemia incontrolable y por males que el propio gobierno alimenta, como la inmigración delictiva, la plaga de los ocupas, la Justicia castrada y el terrible fantasma de una pobreza que avanza con el beneplácito gubernamental.
Nada de eso es percibido por un pueblo abducidos y manejado por la propaganda gubernamental, cuyas mentiras y manipulaciones se esparcen a través de los medios comprados por el poder, en especial la televisión.
Si VOX no logra que esas verdades prendan y queden grabadas a fuego en la conciencia de los españoles, su moción de censura habrá sido un ridículo movimiento infantil, más propio de un niñato enrabietado que de un partido que de verdad pretende regenerar la postrada y casi derruida España que malgobiernan socialistas y comunistas.
Francisco Rubiales
Pero en estos momentos, cuando las máquinas deberían estar ya funcionando a alto ritmo y el gran debate discurriendo en sus primeras etapas, VOX parece paralizado por el miedo escénico y sin la fuerza ni el entusiasmo suficientes para poner a Sánchez y a los suyos frente a la realidad de que son el peor gobierno español en siglos, con sus vergüenzas, fracasos y traiciones al descubierto.
¿Qué le esta pasando a VOX? Ha realizado una ronda de consulta entre muchos de sus cuadros, votantes y simpatizantes y el sentimiento es unánime: en vísperas de la moción, poco se mueve y es el gobierno el que tiene la iniciativa ante la opinión pública, desenterrando muertos del pasado, expulsado a frailes del Valle de los Caídos y apelando a lo que mejor sabe hacer: ocultar sus fracasos alimentando el pasado y los odios y divisiones que se derivan de una Guerra Civil que estaba olvidada y que los socialistas y comunistas, perdedores de aquella contienda, se empeñan en resucitar y cobrarse ahora las venganzas que durante décadas alimentaron en sus almas rencorosas.
VOX necesita que España debata sobre sus grandes dramas del presente: hundimiento desquiciante del PIB, desempleo, muertes innecesarias por negligencia del gobierno en la lucha contra la pandemia, mal funcionamiento de las autonomías, creciente odio y división, resurgir del independentismo y del mundo pro etarra, desastre de la economía, avance hacia la pobreza, despilfarro, ineficacia, injusticia, manipulación de las instituciones y de la opinión pública, asesinato de la verdad y decenas de otros dramas que han hecho de España el país que mas deterioro físico, moral y económico sufre en la Europa del presente.
La España de Sánchez es hoy un país derrotado, en recesión, sin prestigio en el mundo, con su turismo en caída libre, camino de la ruina y del fracaso, sin esperanzas y castigado por una pandemia incontrolable y por males que el propio gobierno alimenta, como la inmigración delictiva, la plaga de los ocupas, la Justicia castrada y el terrible fantasma de una pobreza que avanza con el beneplácito gubernamental.
Nada de eso es percibido por un pueblo abducidos y manejado por la propaganda gubernamental, cuyas mentiras y manipulaciones se esparcen a través de los medios comprados por el poder, en especial la televisión.
Si VOX no logra que esas verdades prendan y queden grabadas a fuego en la conciencia de los españoles, su moción de censura habrá sido un ridículo movimiento infantil, más propio de un niñato enrabietado que de un partido que de verdad pretende regenerar la postrada y casi derruida España que malgobiernan socialistas y comunistas.
Francisco Rubiales
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