LA HACIENDA ESPAÑOLA: INEFICACIA Y CORRUPCIÓN

Anoche dejé un comentario.

Uno de los departamentos que debe ser más limpio es Hacienda, por el material sensible que trata, los criterios deben ser justos y aplicarlos con absoluta imparcialidad. La ley se debe cumplir de forma inexorable, porque si no, se cae en la injusticia. Y eso es malo siempre, pero cuando se trata de nuestro dinero, es mucho peor. Por eso las leyes fiscales deben ser muy justas y aplicarse de forma inexorable e imparcial para evitar que haya un solo caso de injusticia.

Sin embargo este ideal nunca se ah cumplido. Tradicionalmente y hablo de los impuestos que votaba el senado romano, nada menos, ya se cometían injusticias. De modo que ante la imposibilidad de fiscalizar los ingresos de la gente, se ponían los impuestos al alza, pensando que la gente defraudaba, lo cual obligaba a la gente a defraudar.

Pero viene la democracia y con ella los ordenadores, del que el de Hacienda siempre ha sido puntero, pero resulta que se sigue con la misma filosofía, tirar por alto, porque el pagano ya procura rebajar. La diferencia es que todo aquel que tiene una nómina no puede escaparse y paga lo que los otros no pagan. Y creo que ahí está la mayor injusticia.

Nos encontramos que para compensar lo que otros no pagan, un sector de la población tiene que cargar con esos impuestos. Pero, insisto, que esto siempre haya sido así, no justifica, que ahora con los medios que hay y se supone que en democracia, tengan que cargar unos con lo que otros no pagan.

Los impuestos son altos porque los gastos son enormes. Soy de la opinión que lo mejor es gastar poco que recaudar mucho y que la sociedad sea la que se procure ciertos servicios, a imitación de los USA, donde el Estado es bastante menos entrometido. Pero hemos creado un Estado padre y protector de desvalidos, especialmente desvalidos de la casta, que todos los ingresos son pocos.

Que se podrían reducir los gastos y por tanto bajar los impuestos, sin duda. Lo cual no quita que lo que dice el artículo sea cierto y los paganos seamos los que no podemos escaparnos, mientras que las grandes empresas y los grandes capitales se escapan. Y esa es la parte que destroza cualquier hacienda, la injusticia, que unos paguen mucho, aunque en términos absolutos sean cantidades ridículas, pero respecto a lo que se gana, pagar un 20 % es un disparate y otros paguen poco. Aunque la recaudación obtenida de los ricos, cuantitativamente no sea mucho, aunque se cobrara todo, porque hay pocos ricos y pocas empresas que defraudan.

El problema de las excedencias es inevitable. Cuando se tienen altos funcionarios, que por definición son inteligentes, es muy difícil mantenerlos atados aun sueldo cuando pueden ganar verdaderos montones de dinero en el ámbito privado, sólo aquellos que no quieren complicarse la vida, se mantienen en sus puestos. Pero esto pasa con todos. Los jueces y fiscales se van a los grandes bufetes, que es donde se gana, lo que ocurre es que como son muchos, piden la excedencia un porcentaje pequeño y nunca se habla de ellos. Los inspectores son relativamente pocos, lo que se puede ganar es mucho y se han montado las excedencias rotatorias, con lo que aún hay menos.

Eso se soluciona de una forma muy simple, convocando plazas. Cuando todas las plazas estén cubiertas, volver de la excedencia es complicado y seguramente te tienes que ir a un sitio que nadie quieres, si es que hay plaza. Pero eso no lo van a hacer porque todos están metidos en la rueda y a ver qué ministro de Hacienda se atreve.

Recuerdo que amigo me contó lo que le había ocurrido a un amigo suyo inspector de Hacienda. Hablo de, tal vez, los años 80. Este no había pedido excedencia, se pedía unos días y se iba a otra provincia a defender al cliente. Más o menos las cosas ocurrieron así. Hacienda le pedía a uno, digamos cien millones, seguramente lo justo hubiera sido como 30, pero Hacienda siempre tira para que sobre. Este hombre luchó con su compañero, sin darse a conocer y bajó la cosa hasta digamos diez millones. el cliente agradecido le dio, digamos diez millones por el trabajo y todos contentos, incluida Hacienda.

Veamos. Lo que tenía que recaudar eran 30 millones, si se emperra en cobrarlos, hubieran ido a juicio y con los jueces nunca se sabe y además hubiera tardado varios años. Cobrar en el acto 10 millones, no fue mal negocio.

Pero todo eso es fruto de la injusticia. Si los 30 millones era lo justo, nunca debió pedirle cien y si los jueces fueran rápidos, todo hubiera estado dicho, el hombre ni siquiera hubiera buscado al inspector de otra provincia ni se hubiera negado apagar pues el juez en unos meses le hubiera obligado a pegar los 30 millones y los gastos.

Por otro lado, las leyes fiscales son tan enrevesadas que pocos asesores las dominan, me consta que en la inspección han tendido que rectificar declaraciones a favor del cliente, de lo mal hechas que estaban. Ante la falta de verdaderos expertos, hay que buscarlos y el mejor sitio es la inspección de Hacienda.

Insisto, todo es cuestión de injusticia, pero con la casta, obtener justicia es más difícil que conseguir peras de un olmo.

Nuestros patriotas

Precisamente Odón Elorza, que será un santo en esto del dinero, pero...

Tengo que anotar las cosas, porque más vale lápiz corto que memoria larga, con el agravante que mi memoria nunca fue gran cosa y ahora, pues mucho menos. El caso es que esta mañana se me ha olvidado algo que leí anoche.

El famoso 5G, aparte de la tontería de descargar películas en el móvil en un minuto, que no sé para te quieres descargar la película si la puedes ver sin descargar, sirve para manejar la cámaras de la calle. Dicen que en China hay dos cámaras por habitante y eso son muchas cámaras. Naturalmente para prevenir la delincuencia, faltaría más, pero los opositores al régimen no dicen eso.

Pero las cámaras tienen un problema, para identificar las caras es necesario que haya cierta distancia entre personas, en las aglomeraciones se vuelven locas. Me refiero al ordenador que hace el trabajo, claro.

De modo que hagamos que la gente, enmascarada, guarde las distancias, tengámoslas así durante un tiempo y cuando se quiten las máscaras ya no se acercarán unas a otras y el ordenador será feliz identificando a todo el mundo.

No sé si será cierto, pero reconozcan que la historia es creíble.

Buenas Don Francisco,

La corrupción no se va a solucionar mientras sea parte de la sociedad española. Y eso no se va a solucionar con política mientras esa política no sea basada en el método, y el método basado en la ética.

Ninguna ideología política protege de la corrupción. Las hay mejores y peores en cuanto a corrupción. Pero ninguna protege de la corrupción. Desde el momento en que ninguna garantiza obrar en coherencia a las mismas a los políticos que son sus portavoces.

Haría falta, por supuesto, reformar el núcleo del sistema político, la constitución, pero es demagogia que esto lo digan los políticos. ¡Cretinos! ¡Pretenden ellos sustituir el concepto de lo que es la propia ciudadanía!

Ellos ser la ciudadanía, en vez de la ciudadanía, ellos que jamás preguntan nada serio a los ciudadanos "antes de" elaborar sus programas y sus listas electorales y presentarse a elecciones. Insisto, cretinos, charlatanes, en definitiva demagogos.

Los expertos llevan mucho tiempo diciendo, y no sin falta de razón, que la ciudadanía NUNCA se manifiesta, actúa, se organiza, por sí misma, que no existen movimientos sociales espontáneos, que siempre es empujada a hacerlo por intereses políticos de terceros. Esto debería hacernos preocuparnos mucho. Porque de ser cierto, y sospecho que lo es hasta el 99%. En resolver este misterio está la clave para que pueda llegar a existir aunque sea un mísero 1% de la ciudadanía, trabajando en pro de un proceso constituyente. De un proceso real de empoderamiento.

De encauzamiento de un partido político de titularidad pública nacional, basado en el método, no en la confianza, no en la ideología, el método de extracción de ideas políticas por un lado, de selección semi-azarosa de candidatos, y de elaboración de programa basado en la prioridad manifestada. Un método simple en definitiva, que no pueda fallar en acercarse a la representatividad real, y que no es susceptible a la corrupción.

Por más que intento imaginar otros escenarios posibles, no imagino ninguno otro que pueda lograr la emancipación real de la ciudadanía, en definitiva, no solo de la ciudadanía, del mero hombre.

Un saludo.