En España la corrupción no sólo afecta a los políticos. Aquí, desde Isabel y Fernando, prácticamente todo lo sucedido bajo trastamaras, austrias y borbones ha sido un permanente desfalco.
Para muestra y quizás como más cercana y clarificadora explicación de la endémica corrupción actual, citaría la Restauración Borbónica. Esta etapa política de la historia de España, desarrollada bajo el sistema monárquico de los borbones, comienza a finales de 1874 y creo que continuamos hoy en lo mismo.
(A quien le interesa que busque en internet este periodo que consistía en organizar desde la capital una farsa para turnarse en el poder, colocar a sus familiares y amigos en puestos donde poder administrar el latrocinio impunemente a escala nacional)
Por eso sugiero que mejor que una fila de corruptos desde Cádiz a Barcelona, la representación ideal de la corrupción patria sería una espiral que comienza en Madrid y gira hasta pasar por Baleares, Melilla, Ceuta y Canarias.
El periodo franquista solo fue un cambio de protagonistas, pero con el mismo modelo anterior, pues las bases del franquismo eran los mismos descontentos militares africanistas con el intento de purgar los 15 o 20.000 españoles muertos en el desastre de Annual (Marruecos).
Al igual que Sánchez expulsa al PP de Mariano por ladrón, Alfonso XIII huye (entre otras razones) para que no lo juzguen por todo lo que robó con la cúpula militar. Así se sustituye la restauración por una república. La misma causa que, por desesperación ciudadana, ahora ha hecho llegar a los podemitas al poder: el latrocinio institucional impune.
Franco y los africanistas dan el golpe para que no les investiguen y les quiten el negocio que tenían montado con las colonias. Las armas con las que los kabileños de Abdelkrim masacraron a los españoles se las vendían oficiales españoles de Ceuta y Melilla y a saber hasta donde llegaba el reparto de esta atroz traición.
La basura patria está eficientemente administrada por cien familias desde hace "siglos" y se ha dedicado a ocupar todos los poderes desde los que administrar y garantizar su impunidad. A su servicio están altos funcionarios, periodistas, guardias, militares, jueces...todos ligados por vínculos de sangre y por intereses comunes.
Esta es nuestra telaraña, una gran estafa protagonizada no sólo por los políticos, aunque ellos son los máximos responsables por representar al pueblo y tener el deber de respetar las leyes y la Constitución.
Los políticos tan solo son la última pantalla en decepcionarnos, colocada ahí precisamente para que no miremos por encima y no reconozcamos a los que en realidad nos roban.
Para muestra y quizás como más cercana y clarificadora explicación de la endémica corrupción actual, citaría la Restauración Borbónica. Esta etapa política de la historia de España, desarrollada bajo el sistema monárquico de los borbones, comienza a finales de 1874 y creo que continuamos hoy en lo mismo.
(A quien le interesa que busque en internet este periodo que consistía en organizar desde la capital una farsa para turnarse en el poder, colocar a sus familiares y amigos en puestos donde poder administrar el latrocinio impunemente a escala nacional)
Por eso sugiero que mejor que una fila de corruptos desde Cádiz a Barcelona, la representación ideal de la corrupción patria sería una espiral que comienza en Madrid y gira hasta pasar por Baleares, Melilla, Ceuta y Canarias.
El periodo franquista solo fue un cambio de protagonistas, pero con el mismo modelo anterior, pues las bases del franquismo eran los mismos descontentos militares africanistas con el intento de purgar los 15 o 20.000 españoles muertos en el desastre de Annual (Marruecos).
Al igual que Sánchez expulsa al PP de Mariano por ladrón, Alfonso XIII huye (entre otras razones) para que no lo juzguen por todo lo que robó con la cúpula militar. Así se sustituye la restauración por una república. La misma causa que, por desesperación ciudadana, ahora ha hecho llegar a los podemitas al poder: el latrocinio institucional impune.
Franco y los africanistas dan el golpe para que no les investiguen y les quiten el negocio que tenían montado con las colonias. Las armas con las que los kabileños de Abdelkrim masacraron a los españoles se las vendían oficiales españoles de Ceuta y Melilla y a saber hasta donde llegaba el reparto de esta atroz traición.
La basura patria está eficientemente administrada por cien familias desde hace "siglos" y se ha dedicado a ocupar todos los poderes desde los que administrar y garantizar su impunidad. A su servicio están altos funcionarios, periodistas, guardias, militares, jueces...todos ligados por vínculos de sangre y por intereses comunes.
Esta es nuestra telaraña, una gran estafa protagonizada no sólo por los políticos, aunque ellos son los máximos responsables por representar al pueblo y tener el deber de respetar las leyes y la Constitución.
Los políticos tan solo son la última pantalla en decepcionarnos, colocada ahí precisamente para que no miremos por encima y no reconozcamos a los que en realidad nos roban.
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