La bajeza y la naturaleza sucia de la política española hace que el PP mantenga vigente ese impuesto, a pesar de que sabe que es confiscatorio e injusto porque cobra dos veces por el mismo concepto y obliga a tributar dos o tres veces por el mismo bien poseído. Lo mantiene vigente porque desgasta y perjudica a los gobiernos socialistas que, como el andaluz, siempre ávido de dinero, lo cobra sin piedad a los ciudadanos, aplicándoles la tarifa máxima posible.
Los socialistas andaluces se merecen las tarascadas que reciben del pueblo con motivo de ese impuesto, que probablemente le va a costar a Susana, en las próximas elecciones, mas de medio millón de votos, porque pudiendo reducirlo al mínimo, no lo hace, a pesar de que causa daños a la economía y a las empresas y es portador de injusticia y dolor. Pero quien más merece recibir el rechazo del pueblo es el Partido Popular y el gobierno de Rajoy, que son los principales culpables de que esté vigente ese atropello brutal y despiadado.
La política española es tan sucia y surrealista que el PP de Andalucía está lanzando una campaña contra el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, siendo el culpable de que ese impuesto exista. Las diatribas y ataques del presidente de los populares andaluces, Juanma Moreno, contra ese impuesto son de una hipocresía lamentable y de un surrealismo inexplicable porque su jefe, Mariano Rajoy, podría eliminarlo de un plumazo y acabar con el drama de las familias españolas a las que se les roban las herencias.
La bajeza de ese impuesto y la clave de que sea el más impopular y rechazado de todos los tributos existentes en España, junto con los de plusvalías y del patrimonio, es que vulnera el principio constitucional de la igualdad de todos los españoles, imponiendo desigualdades e injusticias tan intolerables como que una familia andaluza pague por heredar cien veces más que una madrileña y mil veces más que una canaria.
La Asociación Stop Impuesto Sucesiones, que agrupa y coordina con gran éxito la lucha de los andaluces contra ese impuesto cruel y contrario a la Constitución, prepara una gran manifestación para el día 7 de octubre, en Sevilla, que concentrará a ciudadanos indignados y a víctimas de ese impuesto de toda Andalucía. La manifestación se dirigirá hacia el Palacio de San Telmo para protestar ante Susana Díaz por aplicar con toda crueldad ese tributo, que otras comunidades han bonificado al máximo, pero la manifestación, en justicia, debería continuar y hacer otro alto en la Moncloa, donde reside el principal culpable de que ese tributo, contrario a todos los valores y principios de equidad y justicia, siga vigente.
A veces la vida es injusta y el principal culpable (el gobierno de la nación) escapa ileso, mientras que el segundo culpable (el gobierno de Andalucía) recibe todas las balas de la indignación y la rabia popular.
Francisco Rubiales
Los socialistas andaluces se merecen las tarascadas que reciben del pueblo con motivo de ese impuesto, que probablemente le va a costar a Susana, en las próximas elecciones, mas de medio millón de votos, porque pudiendo reducirlo al mínimo, no lo hace, a pesar de que causa daños a la economía y a las empresas y es portador de injusticia y dolor. Pero quien más merece recibir el rechazo del pueblo es el Partido Popular y el gobierno de Rajoy, que son los principales culpables de que esté vigente ese atropello brutal y despiadado.
La política española es tan sucia y surrealista que el PP de Andalucía está lanzando una campaña contra el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, siendo el culpable de que ese impuesto exista. Las diatribas y ataques del presidente de los populares andaluces, Juanma Moreno, contra ese impuesto son de una hipocresía lamentable y de un surrealismo inexplicable porque su jefe, Mariano Rajoy, podría eliminarlo de un plumazo y acabar con el drama de las familias españolas a las que se les roban las herencias.
La bajeza de ese impuesto y la clave de que sea el más impopular y rechazado de todos los tributos existentes en España, junto con los de plusvalías y del patrimonio, es que vulnera el principio constitucional de la igualdad de todos los españoles, imponiendo desigualdades e injusticias tan intolerables como que una familia andaluza pague por heredar cien veces más que una madrileña y mil veces más que una canaria.
La Asociación Stop Impuesto Sucesiones, que agrupa y coordina con gran éxito la lucha de los andaluces contra ese impuesto cruel y contrario a la Constitución, prepara una gran manifestación para el día 7 de octubre, en Sevilla, que concentrará a ciudadanos indignados y a víctimas de ese impuesto de toda Andalucía. La manifestación se dirigirá hacia el Palacio de San Telmo para protestar ante Susana Díaz por aplicar con toda crueldad ese tributo, que otras comunidades han bonificado al máximo, pero la manifestación, en justicia, debería continuar y hacer otro alto en la Moncloa, donde reside el principal culpable de que ese tributo, contrario a todos los valores y principios de equidad y justicia, siga vigente.
A veces la vida es injusta y el principal culpable (el gobierno de la nación) escapa ileso, mientras que el segundo culpable (el gobierno de Andalucía) recibe todas las balas de la indignación y la rabia popular.
Francisco Rubiales
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