Cuando el socialismo se hace carnívoro, ya avanza sin disimulo hacia el comunismo. Esta imagen es una de las muchas que circulan por la redes de España, contrarias al asalto comunista de la nación.
En España, el socialismo vegetariano de Felipe González, con sus corrupciones y destrozos en la sociedad civil y la economía, preparo eficazmente al país para que acogiera a los carnívoros Zapatero y Sánchez, este último lanzado a cazar sin escrúpulos en la sabana y la selva de España.
Pero España fue preparada para la llegada de los depredadores socialistas también por la derecha inepta y corrupta de Aznar y Rajoy, incompetentes imitadores de la socialdemocracia, acomplejados cobardes que continuaron con la destrucción del país, de sus valores y de la democracia iniciada por los sevillanos Felipe González y Alfonso Guerra.
Con un sistema educativo viciado, con medios de comunicación comprados por el poder, con una corrupción galopante, atentando contra los viejos valores y con un deterioro constante de la democracia, entre las izquierdas y las derechas prepararon a España para que votara a los peores en las urnas y para que una parte de la ciudadanía, desquiciada y abducida, optara por votar a mentirosos, corruptos y engañabobos sin escrúpulos, cuya única obsesión era y es el poder.
Ahora sabemos con certeza que el socialismo nunca fue democrático y que la socialdemocracia sólo fue un disfraz temporal destinado a preparar los caminos al verdadero socialismo, que es el carnívoro, toda una máquina de producir pobreza y esclavitud, como ya quedó más que demostrado en las URSS y sus satélites, en Cuba, Venezuela y otros países que tuvieron la desgracia de caer baja las garras de los cazadores rojos.
Con Pedro Sánchez ya no existe el disimulo, ni aparece por ningún sitio la vergüenza, la prudencia o el pudor. La caza del adversario está permitida. Así ocurrió en la vieja URSS, en la China de Mao, en la Cuba de los Castro, en la Venezuela crucificada por Chaves y en otros países esclavizados.
Ser carnívoro permite al socialismo, convertido en francotirador, quitarse su disfraz y disparar contra la libertad, los poderes básicos del Estado, las reglas de la democracia, las libertades y derechos, la libre empresa, la convivencia, la verdad y cualquier valor que huela a derechos y libertades ciudadanas.
Por el momento, las cacerías de Murcia, Madrid y Castilla León parecen fracasadas, pero que nadie se confíe porque los próximos asaltos a la libertades y derechos serán más precisos y eficaces.
Lo único que todavía frena a los carnívoros en España es la pertenencia a la Unión Europea, un club de libertades y derechos que todavía no han conquistado, aunque están en ello.
Francisco Rubiales
Pero España fue preparada para la llegada de los depredadores socialistas también por la derecha inepta y corrupta de Aznar y Rajoy, incompetentes imitadores de la socialdemocracia, acomplejados cobardes que continuaron con la destrucción del país, de sus valores y de la democracia iniciada por los sevillanos Felipe González y Alfonso Guerra.
Con un sistema educativo viciado, con medios de comunicación comprados por el poder, con una corrupción galopante, atentando contra los viejos valores y con un deterioro constante de la democracia, entre las izquierdas y las derechas prepararon a España para que votara a los peores en las urnas y para que una parte de la ciudadanía, desquiciada y abducida, optara por votar a mentirosos, corruptos y engañabobos sin escrúpulos, cuya única obsesión era y es el poder.
Ahora sabemos con certeza que el socialismo nunca fue democrático y que la socialdemocracia sólo fue un disfraz temporal destinado a preparar los caminos al verdadero socialismo, que es el carnívoro, toda una máquina de producir pobreza y esclavitud, como ya quedó más que demostrado en las URSS y sus satélites, en Cuba, Venezuela y otros países que tuvieron la desgracia de caer baja las garras de los cazadores rojos.
Con Pedro Sánchez ya no existe el disimulo, ni aparece por ningún sitio la vergüenza, la prudencia o el pudor. La caza del adversario está permitida. Así ocurrió en la vieja URSS, en la China de Mao, en la Cuba de los Castro, en la Venezuela crucificada por Chaves y en otros países esclavizados.
Ser carnívoro permite al socialismo, convertido en francotirador, quitarse su disfraz y disparar contra la libertad, los poderes básicos del Estado, las reglas de la democracia, las libertades y derechos, la libre empresa, la convivencia, la verdad y cualquier valor que huela a derechos y libertades ciudadanas.
Por el momento, las cacerías de Murcia, Madrid y Castilla León parecen fracasadas, pero que nadie se confíe porque los próximos asaltos a la libertades y derechos serán más precisos y eficaces.
Lo único que todavía frena a los carnívoros en España es la pertenencia a la Unión Europea, un club de libertades y derechos que todavía no han conquistado, aunque están en ello.
Francisco Rubiales
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