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Información y Opinión

El fracaso de los defensores del pueblo en España


Nota

La figura del Defensor del Pueblo no funciona ni puede funcionar en la degradada democracia española porque su diseño está viciado. Depende demasiado de los partidos políticos, que son los que los eligen y controlan. En teoría los defensores del pueblo son independientes y los políticos deben respetar su independencia a la hora de defender a los humildes de los a busos e injusticias de las administraciones, pero esa independencia es inexistente y los defensores están, vergonzosamente, bajo estricto control de los políticos.

Hay mil ejemplos que demuestran la falta de sensibilidad y mordiente de los defensores del pueblo en una sociedad como la española, plagada de problemas, injusticias y abusos de poder, pero pocos son tan elocuentes como el del antiguo defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, complaciente con el poder durante casi dos décadas, pero expulsado de su cargo cuando un día, sintiéndose demócrata y decente, se atrevió a criticar a sus "amos".
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Hay muchos ejemplos de injusticias afrontadas por los defensores del pueblo con dejadez, falta de brío y traición, pero ninguna es tan elocuente y clara como lo ocurrido con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Las plataformas que luchan contra ese impuesto en Andalucía, Asturias, Aragón y otras regiones han inundado las oficinas de los defensores del pueblo con argumentos que reflejaban el dolor y la injusticia de ese tributo y con miles de firmas de protesta ciudadana sin obtener resultado alguno.

Son más de 600.000 firmas de protesta las que hay contra ese impuesto inconstitucional y abusivo, condenado por los expertos como una intolerable doble imposición que sólo satisface la codicia de los políticos, pero esa marea de protestas, que incluye manifestaciones en decenas de ciudades, no han logrado conmover a los defensores del pueblo ni romper su indiferencia frente al dolor.

El defensor del pueblo nacional en la actualidad, el socialista Francisco Fernández Marugán, al igual que el andaluz y otros, se han limitado a lanzar palabras de aparente consuelo a las víctimas y a colocar el asunto en el circuito burocrático habitual, que consiste en preguntar a los ministerios y consejerías correspondientes sobre el asunto, trasladando después las respuestas a los denunciantes, todo un paripé que no arregla nada, ni representa condena alguna de ese impuesto abusivo y contrario a la Constitución, el más impopular entre los vigentes en España y causante de una oleada de dolor e injusticia a la que nadie se atreve a poner fin.

El caso del que fue defensor del pueblo andaluz José Chamizo es el mejor modelo para demostrar que esa institución es un auténtico timo, como muchos otros aspectos de la degradada democracia española. Buceando en la historia del que fue defensor del pueblo andaluz, uno de los más maltratados de España, se descubre toda la inutilidad y falsedad que rodea a los teóricos defensores de los ciudadanos, que se han convertido en defensores más el abuso que la justicia, de la clase política que de los ciudadanos y del sistema viciado español que de la verdadera democracia.

Jose Chamizo, sacerdote que ejerció su ministerio entre marginados y drogadictos en las tierras próximas a Gibraltar, fue expulsado de su cargo en 2013, después de 17 años ejerciendo una defensa suave que no molestaba a los políticos. Durante su mandato perdió muchas oportunidades para dirigirse a sus señorías para recriminarles con fuerza sus abusos, arbitrariedades y robos. El mundo en el que tenía que actuar, Andalucía, reunía todos los ingredientes para una defensa contundente: un pueblo indignado con sus políticos, asuntos de gravísima trascendencia, como el de los EREs, políticos encarcelados y desprestigiados por la sociedad, pero su labor fue un constante debate inútil, que sólo perjudicaba a los ciudadanos, sin acorralar a los que abusaban del poder, sin aportar ni una sola solución para salir de una crisis ante la que los políticos sólo recortaban derechos y servicios con indiferencia.

El Defensor del pueblo andaluz se limitó a echarles una pequeña riña del estilo "Un poquito mas de por favor, señorías". No tuvo el valor de decirles que están matando a la democracia, que sus diatribas estériles no interesan a nadie, que lo que la gente quiere son resultados, que trabajen por ellos y que se dejen de robar el dinero del pueblo, que no hace falta robarlo descaradamente como hacen con los EREs sino que solo con no trabajar, con no buscar soluciones y con limitar su trabajo a trifulcas sin sentido ya nos están robando, pues no les votamos para eso. Se le olvido al Defensor del pueblo andaluz decirles que la política es una servidumbre y no un privilegio, que aquí se viene a servir al ciudadano y no a llevarselo crudo, ni a colocar a familiares y a amigos, ni a conceder prebendas a sus hijos, hijas, hermanos, sobrinos, cuñados etc....

El antiguo cura Chamizo se había deteriorado tras permanecer tanto tiempo en el cargo (17 años) y se había alienado. Perdió la perspectiva y un día se descuidó y mordió a sus amos. Por fin les dijo a los políticos andaluces que los ciudadanos ya estaban "hartos" de ellos. Por eso le echaron, aunque a quienes había que echar es a los que le expulsaron. Esos, sean de izquierdas o de derechas, son el verdadero cáncer andaluz.

Los defensores del pueblo son reelegidos una y otra vez por los mismos políticos a los que debe vigilar y fustigar por sus abusos. La lógica dice que si son reelegidos es porque su labor satisface a los políticos, todo un símbolo de que el trabajo del defensor del pueblo está viciado y que esos personajes, bien pagados y rodeados de los lujos propios de los altos cargos gubernamentales, con coches oficiales, secretarias, ayudantes, dietas, pagas, pensiones, etc, no cumplen su función porque no es posible servir a dos señores antagónicos en España, donde o se está con los políticos o con el pueblo maltratado.

En la actualidad, los defensores siguen inclinándose del lado del poder, que es el que les elige y les paga. Su labor como receptores de quejas sirve para suavizar los conflictos, no para generar justicia y su figura se utiliza generalmente para engañar a los ciudadanos haciéndoles creer que alguien les defiende.

La falsa democracia española está llena de timos, pero quizás el de los defensores del pueblo sea el más hiriente y doloroso, tanto en su diseño, ridículo porque son nombrados por los mismos partidos a los que debe vigilar y fustigar, como por sus actuaciones, más orientadas a defender su propio cargo y privilegios que a los ciudadanos españoles, muy necesitados de alguien que les defienda del inmenso poder abusivo que poseen las clases dirigentes.

Francisco Rubiales

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Lunes, 29 de Enero 2018
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Comentarios:

1.Publicado por Toni el 29/01/2018 08:07
El Defensor del Pueblo es una figura, que en su origen y nacimiento ya sale viciada, pues es elegida por los partidos corruptos, donde el tendría que ser combativo para desemascará ha estos farsantes, se ha mantenido, de perfil, y muy equidistante, en el tema de los ERES, CURSOS DE FORMACION, E IMPUESTO DE SUCESIONES.

Es un organo meramente consultivo, donde los partidos no le hacen ningun tipo de caso, es mas los partidos politicos mandan y colocan a sus adlateres, para que sea una institución vigilada y no se salga del GUION QUE ELLOS MISMOS LES ESCRIBEN, los adjuntos al Defensor del Pueblo, son Jaime Breton PP, Luis Pizarro de IU, y algun otro del PSOE, por supuesto el Defensor del Pueblo, es alguien que tienen que colocar allí para pagarles algún favor o una jubilación dorada, como es el caso de Soledad Becerril, Defensora del Pueblo a nivel nacional

En definitiva cuantos nos cuesta esta institución florero, sin ninguna útilidad, execpto para los que comen de ella por cierto bastante bien, 17 Defensores del Pueblo y un Defensor del Pueblo a nivel nacional, ¿cuanto nos cuesta esto?

2.Publicado por CARR el 29/01/2018 08:48
El problema de Expaña es que ha perdido numerosos "trenes" en estos cuarenta años de supuesta "democracia" y con el consentimiento del lanar o supuesto consentimiento. El mal ya está hecho y va a ser muy difícil cambiarlo. Creo que se han perdido muy buenas ocasiones de hacer algo decente y el supuesto Defensor del Pueblo o Defensores del Pueblo es una más. Al final, los numerosos cargos "públicos" van contra y además a costa de los españoles de a pié.
Saludos

3.Publicado por vanlop el 29/01/2018 11:31

La figura del defensor del pueblo sale viciada de la constitución al considerarlo un órgano consultivo sin ningún poder. A partir de ahí todo viene como consecuencia.

No es muy importante que lo elijan los partidos, al fin y al cabo al gobierno lo eligen los partidos y a la cúpula de los jueces también y el tribunal constitucional mantiene una exquisita proporción de los partidos. El problema del defensor es su origen.

Tampoco es demasiado importante que no se moje en los grandes temas, porque aunque con mucho ruido mediático y mucho dinero perdido, son pocos y al no afectar de forma directa al ciudadano, no suponen mucho quebranto, además ya los llevan los tribunales.

Moral o filosóficamente, la institución es un contrasentido, pues reconoce que el sistema va en contra del ciudadano. No olvidemos que el sistema nos lo hemos dado nosotros y está a nuestro servicio, por tanto es impensable que alguien del sistema pueda ir en contra de algún ciudadano. La existencia del defensor reconoce que le sistema va en contra del ciudadano y el defensor está ahí para defenderlo de las injusticias del sistema.

Pero admitamos que el sistema, aunque del ciudadano no puede asegurar totalmente que algún político de bajo nivel o algún funcionario de quinta fila haga algo inconveniente, es bueno y benéfico y entonces se crea el defensor para tratar esos inconvenientes mínimos.

Esos inconvenientes se podrían tratar en los tribunales, pero eso conlleva unos gastos mucho mayores que el resarcimiento de la injusticia. Para eso debería estar el defensor, pero con cierto poder ejecutivo y sancionador de forma que el ciudadano vea satisfechas sus reclamaciones y el político o funcionario negligente o corrupto sea sancionado, aunque sea moralmente, que luego existen mecanismos en la administración para sancionar a los funcionarios y con una prensa diligente, el descrédito a un político reconvenido por el defensor sería fatal para él.

Eso haría más diligente la Administración y la política. En este caso, al crearse unas condiciones de honradez en las bases de los partidos, sería más difícil la corrupción en las alturas. Y por supuesto, se descargarían mucho los tribunales de lo contencioso.

Y ya que he mencionado lo contencioso, es fama que los jueces son caseros, cosa natural pues nadie muerde la mano que le da de comer y salvo que las pruebas sean abrumadoras, lo de la duda razonable y demás queda a favor de la Administración.

Pero nada de esto nos extraña, ya que vivimos en un régimen totalitario, en el sentido estricto, es decir, el régimen abarca todos los aspectos de la vida social y nada se hace fuera del sistema. Cualquier ilusión contraria, es vana.

4.Publicado por Anro Libertché el 29/01/2018 14:32
LOS DEFENSORES DEL PUEBLO, OTRA MENTIRA MÁS DE LOS POLITICOS

Otra de las falacias creadas por los políticos, sin duda han sido Los Defensores del Pueblo. Institución a todas luces, para defender a los ciudadanos, única y exclusivamente de los abusos y atropellos de las Administraciones públicas del Estado. Ni que decir tiene, que todas las Autonomías tienen sus propio, Defensor del Pueblo, dependientes del Defensor del Pueblo a nivel Nacional. Las decisiones y/o determinaciones dictámenes, etc. etc. que adoptan los defensores, ningunas son vinculantes, y por lo tanto son papeles mojados, que no se tienen en cuenta. En su defecto, son meros informes, recomendaciones y observancias, con los únicos objetivos, de llamadas de atención a los poderes públicos y políticos. Los defensores, son elegidos por los partidos que conforman cada parlamento.

Y es otra falacia y mentira más de los políticos españoles, por cuanto supone, para los ciudadanos y contribuyentes, múltiples gastos inútiles y superfluos, despilfarros, y nidos de políticos fracasados, y sin perspectivas de los partidos políticos. Ningún defensor del pueblo ha aportado nada ni nada dirimen, ni ajustan ni concluyen. Y lo que es más sorprendente, con total opacidad y falta de transparencias, cara a los ciudadanos. Son tan marginales, que ni siquiera los dictámenes que emiten, tienen fuerza jurídica ni autoridad moral alguna, y mucho menos pueden ser determinantes en las decisiones políticas. Y todo ello, porque dichas Instituciones y los cargos políticos y públicos que los componen e integran son todos apéndices nombrados por los partidos políticos. Es decir, otra más, de las muchas Instituciones públicas, creadas por los políticos que no sirven para nada. Todo lo contrario, deficitarias, costosas, vacuas y pusilánimes, para los nulos y deficientes resultados que obtienen. Y todo ello, con independencia de la buena voluntad humana, profesionalidad, ética y predisposición de servicio que los Defensores del Pueblo, puedan reunir y demostrar.

Lamentablemente, seguimos teniendo una seudo- democracia de fachada, impostada, sin contrapesos, sin verdaderas divisiones de poderes, donde la Justicias sigue sin funcionar, salvo para los grandes poderes políticos y económicos, donde los ciudadanos, seguimos siendo meras marionetas y borregos, solo para ir a votar, pagar impuestos abusivos y confiscatorios, multas, sanciones y todo tipo de saqueos y estafas por el sistema político.
En síntesis, un falso Estado Social y Democrático de Derecho, que solo tiene el nombre, con una deficiente democracia, solo para beneficio única y exclusivamente de los políticos y sus legiones de adláteres, vividores y oportunistas sin escrúpulos alguno.

Un saludo










5.Publicado por JOSÉ REPISO MOYANO el 01/11/2019 10:56
BASTA DE TANTO COLABORACIONISMO CON EL TAPAR LA LUZ

Muchos quieren quedar bien con todos: con el explotador, con el manipulador, con el corrupto, con el que odia al inmigrante, con el taurino, con el ateo, con el cazador, con el fanático de la patria y con todas las mentiras.
Sí, quedar bien con muchos es objetivamente ganar votos, premios, influencias, besitos en el culo, columnas en la prensa, puertas abiertas por todos sitios, y un sin fin de evitar verdades.
Pero ¿qué pasa con el que tiene un deber total con la ética-verdad y lo cumple totalmente por su condición de ser bueno?, ¿qué pasa con él? (ésa es la pregunta del siglo).
Pues que todos, todos, sí, que todos vosotros lo vetáis y lo fusiláis de inmediato, teniendo él que resistir, aguantar, agonizar, enterrar lágrimas, sobreexistir, superar toda una serie de criminalidades y de torturas infinitas solo por lo que le hacéis vosotros o por vuestra cara.
Exacto, eso nada más ha sido el resumen de la historia, que el que se guía por la verdad sin engaños y lucha por solo ella no cuenta jamás ni con agua entre tantos pillos y aprovechados que se mueven por todos los estamentos sociales, por todos los rincones de la sociedad o de Internet.
¡Pero hay esperanza!, ¡claro!, ¡algo me dice que ése «terrorismo monstruoso» terminará!, y ¡menos mal que terminará de una vez o al fin! José Repiso Moyano

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Este blog no es una plataforma de promoción del Voto en Blanco, sino un medio de castigo al mal gobierno y a la política antidemocrática que utiliza el termino “Voto en Blanco” por lo que conlleva de protesta y castigo al poder inicuo.

El voto en blanco es una bofetada democrática a los poderes políticos ineptos y expresa la protesta ciudadana en las urnas cuando padece gobiernos insoportables, injustos y corruptos. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Conscientes del riesgo que representaría un voto en blanco masivo, los gestores de las actuales democracias no lo valoran, ni lo contabilizan, ni le otorgan plasmación alguna en las estructuras del poder. El voto en blanco es una censura casi inútil que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas. Esta bitácora abraza dos objetivos principales: Valorar el peso del voto en blanco en las democracias avanzadas y permitir a los ciudadanos libres ejercer el derecho a la bofetada democrática de manera permanente, a través de la difusión de información, opinión y análisis.




HIENAS Y BUITRES. PERIODISMO Y RELACIONES PERVERTIDAS CON EL PODER


Hienas y buitres es un libro escrito para despertar y movilizar las conciencias dormidas e intoxicadas desde el poder. Leerlo representa un vuelo rasante por encima de los secretos de la comunicación moderna y de los recursos y trucos que utiliza el poder para ejercer el dominio.
Las relaciones entre políticos y periodistas siempre han sido tormentosas. Son dos poderes decisivos que en las últimas décadas han pretendido dominar el mundo. En ocasiones lo han mejorado, pero otras veces lo han empujado hacia el drama y el fracaso. Políticos y periodistas se aman y se odian, luchan y cooperan, nos empujan hacia el progreso y también nos frenan. Son como las hienas y los buitres, que comen y limpian huesos juntos, pero sin soportarse. Al desentrañar el misterio, aprenderemos también a defendernos de sus fechorías.
Los medios son la única fuerza del siglo XXI que tiene poder para poner y quitar gobiernos y para cambiar los destinos del mundo.
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DEMOCRACIA SEVERA. MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN


Lo que hoy llamamos "democracia" es un triste remedo de lo que fue ese sistema en sus orígenes. Los políticos han aprendido a violarla y la han desnaturalizado y desarmado. "Democracia Severa, mas allá de la indignación" (Tecnos 2015), de Francisco Rubiales Moreno y Juan Jesús Mora Molina, es un libro que denuncia la degradación de la democracia y señala las reformas que el sistema necesita para que sea justo y decente y para que los políticos estén bajo control.
A la democracia le faltan piezas de gran importancia: exigencias éticas, controles a los políticos, que deben ser examinados, psiquica y moralmente, por comisiones independientes, auténtica separación de los poderes y otorgar un papel preponderante a la sociedad civil y al ciudadano, que deben influir y, sobre todo, supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo, incluso, destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y esos cheques en blanco que permiten a los políticos gobernar como les da la gana, ignorando la opinión de los ciudadanos, que son sus jefes y los soberanos del sistema.
Democracia Severa, que ya está en las librerías, aporta lucidez, libertad y solvencia ciudadana. Es una reflexión de denuncia que señala los puntos débiles de nuestro sistema y ayuda a la regeneración y a construir un mundo mejor.
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Las revelaciones de Onakra el escriba de Dios

Este libro, publicado por Francisco Rubiales Moreno, Las Revelaciones de Onakra, el escriba de Dios, no es, como los tres anteriores del mismo autor (Democracia Secuestrada, Políticos, los Nuevos Amos y Periodistas sometidos), un ensayo de pensamiento político, sino una original narración que recoge misteriosas revelaciones sobre la llegada de los primeros ángeles a la Tierra, sus relaciones con las especies vivientes del planeta, el nacimiento de la inteligencia humana y el inicio de esa lucha a muerte entre el bien y el mal que domina la existencia humana, desde el principio hasta el final de los tiempos.
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Periodistas sometidos. Los perros del poder

Periodistas Sometidos. Los perros del poder (Editorial Almuzara, 2009), el último libro publicado por Francisco Rubiales, ha sido acogido con gran interés por políticos, periodistas y ciudadanos interesados en conocer con detalle la profunda crisis del periodismo en España, el sometimiento al poder de miles de periodistas y de redacciones completas, la agonía del periodismo libre, independiente y crítico y la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, sin la cual la democracia deja de existir.
Es el tercer y último libro de la trilogía de pensamiento político que comenzó con Democracia Secuestrada (Almuzara 2005) y continuó con Políticos, los nuevos amos (Almuzara 2007).
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Políticos, los nuevos amos

Políticos, los nuevos amos es el nuevo libro de Francisco Rubiales, publicado tras el éxito de Democracia secuestrada.

Como afirma el ex ministro Manuel Pimentel en el Prólogo,"Políticos, los nuevos amos afronta el problema de la degradación del poder con extraordinaria valentía, claridad y profundidad".
Pimentel, que recomienda la lectura del libro a los presidentes, ministros, altos cargos políticos, militantes y a cualquier ciudadano inquieto y preocupado por la democracia, lo define como un libro "duro, libre, alejado de lo políticamente correcto, capaz de provocar reflexiones y golpes de conciencia muy dolorosos".
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La rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender con sangre y fuego sus privilegios.
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