En el Congreso de los Diputados las sesiones del Pleno vienen suspendiéndose un día sí y otro también. Unas veces la culpa la tienen las ausencias de los comparecientes de los "hunos" y otras las de los "hotros", desconsiderados "hambos" con la alta institución a la que pertenecen.
No es de extrañar que la ciudadanía esté cada día más descontenta con la clase política toda, a la que continúan suspendiendo, sin remisión, y que, ahítos, hasta las mismas narices (por no hacer referencia a otra parte aún más pudenda en la anatomía del hombre, los gemelos ovoides, o en la mujer, la sonrisa vertical), cada vez haya más partidarios del voto en blanco.
Ángel Sáez García
No es de extrañar que la ciudadanía esté cada día más descontenta con la clase política toda, a la que continúan suspendiendo, sin remisión, y que, ahítos, hasta las mismas narices (por no hacer referencia a otra parte aún más pudenda en la anatomía del hombre, los gemelos ovoides, o en la mujer, la sonrisa vertical), cada vez haya más partidarios del voto en blanco.
Ángel Sáez García