Hace pocos días me llamó un viejo amigo de la Universidad, que fue uno de los entusiastas fundadores de Ciudadanos en Andalucía, para decirme que "Cuando se sepa lo que recibe Ciudadanos a cambio de su apoyo a Susana, algunos irán al calabozo". Le pregunté si él sabía lo que Rivera y los suyos recibían a cambio de sostener a Susana en el poder y me dijo: No lo sé, pero debe ser demasiado, por dos razones, porque ese es el secreto mejor guardado de Ciudadanos y porque el pacto con Susana le cuesta a demasiado a ese partido, nada menos que una sangría de votos en toda España y un profundo deterioro de su imagen y credibilidad".
Yo también creo que lo que Ciudadano debe estar recibiendo a cambio del apoyo sin restricciones a Susana y a su política debe ser tan cuantioso como turbio y opaco. El pago puede ser en concesiones y favores invisibles o en dinero que, por supuesto, no figura en los presupuestos, el tipo de fondos que interesa a los investigadores y que conduce directamente al calabozo.
Ciudadanos no sólo apoya a Susana para que gobierne, sino que, además, le da cobertura para sacar adelante sus política, algunas tan antipopulares, antidemocráticas y vergonzosas como el mantenimiento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, contra el que se han alzado cientos de miles de andaluces, que piden que ese tributo, el más cruel, injusto y anticonstitucional de España, sea suprimido.
Si alguien necesita una prueba más de que Ciudadanos no sólo sostiene al PSOE de Susana sino que le apoya en cada votación, que analice lo ocurrido la semana pasada, cuando el Gobierno andaluz, con la imprescindible colaboración de Ciudadanos, consiguió vetar el debate de dos proyectos de ley presentados por la oposición, uno sobre la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (del PP) y el otro sobre la publicación de todas las cuentas de la Junta de Andalucía (de Podemos). Dos iniciativas legislativas regeneradoras y de gran apoyo popular que se han quedado, de momento, en un limbo jurídico en una situación sin precedentes hasta ahora en la historia parlamentaria andaluza.
Haber elegido en Andalucía, como lider, a un dirigente como Juan Marín, experto en transfuguismo que ha saltado de partido en partido, siempre en busca de poder, un tipo tan poco atractivo como dirigente que cuando se presente a unas elecciones va a recibir más "capones" que votos, ya resultó extraño, pero Ciudadanos alcanzó el esperpento cuando prestó cobertura plena al socialismo andaluz, en contra de sus principios e ideas, en un pacto oscuro cuyo contenido real se desconoce, sin que nadie sepa lo que recibe a cambio de que permita gobernar a Susana.
La alianza de Ciudadanos y el PSOE en Andalucía es un misterio turbio y sospechoso que podría costarle muy caro a Ciudadanos, sobre todo si algún día se desvelan sus secretos y oscuridades. Por lo pronto, esa alianza, que hoy es más importante que nunca para una Susana que, tras ser derrotada por Pedro Sánchez y rechazada por su partido al norte de Despeñaperros, quiere atrincherarse y hacerse fuerte en Andalucía, ya le está costando a Ciudadanos buena parte de su credibilidad y una grieta enorme en su imagen, decencia y coherencia.
Francisco Rubiales
Yo también creo que lo que Ciudadano debe estar recibiendo a cambio del apoyo sin restricciones a Susana y a su política debe ser tan cuantioso como turbio y opaco. El pago puede ser en concesiones y favores invisibles o en dinero que, por supuesto, no figura en los presupuestos, el tipo de fondos que interesa a los investigadores y que conduce directamente al calabozo.
Ciudadanos no sólo apoya a Susana para que gobierne, sino que, además, le da cobertura para sacar adelante sus política, algunas tan antipopulares, antidemocráticas y vergonzosas como el mantenimiento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, contra el que se han alzado cientos de miles de andaluces, que piden que ese tributo, el más cruel, injusto y anticonstitucional de España, sea suprimido.
Si alguien necesita una prueba más de que Ciudadanos no sólo sostiene al PSOE de Susana sino que le apoya en cada votación, que analice lo ocurrido la semana pasada, cuando el Gobierno andaluz, con la imprescindible colaboración de Ciudadanos, consiguió vetar el debate de dos proyectos de ley presentados por la oposición, uno sobre la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones (del PP) y el otro sobre la publicación de todas las cuentas de la Junta de Andalucía (de Podemos). Dos iniciativas legislativas regeneradoras y de gran apoyo popular que se han quedado, de momento, en un limbo jurídico en una situación sin precedentes hasta ahora en la historia parlamentaria andaluza.
Haber elegido en Andalucía, como lider, a un dirigente como Juan Marín, experto en transfuguismo que ha saltado de partido en partido, siempre en busca de poder, un tipo tan poco atractivo como dirigente que cuando se presente a unas elecciones va a recibir más "capones" que votos, ya resultó extraño, pero Ciudadanos alcanzó el esperpento cuando prestó cobertura plena al socialismo andaluz, en contra de sus principios e ideas, en un pacto oscuro cuyo contenido real se desconoce, sin que nadie sepa lo que recibe a cambio de que permita gobernar a Susana.
La alianza de Ciudadanos y el PSOE en Andalucía es un misterio turbio y sospechoso que podría costarle muy caro a Ciudadanos, sobre todo si algún día se desvelan sus secretos y oscuridades. Por lo pronto, esa alianza, que hoy es más importante que nunca para una Susana que, tras ser derrotada por Pedro Sánchez y rechazada por su partido al norte de Despeñaperros, quiere atrincherarse y hacerse fuerte en Andalucía, ya le está costando a Ciudadanos buena parte de su credibilidad y una grieta enorme en su imagen, decencia y coherencia.
Francisco Rubiales
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