Señalan a VOX y le etiquetan como un partido de extrema derecha, pero lo hacen sólo para demonizarlo desde la izquierda dominante y para cerrarle el paso e impedir que la voz de la derecha se escuche en el Parlamento y en la sociedad.
Sin embargo, España necesita contar con una derecha que represente una alternativa real a la socialdemocracia dominante. En España, tanto el PP como el PSOE representan opciones socialdemócratas e intervencionistas, sin una pizca de liberalismo, al igual que Ciudadanos, que cada día se aleja más de sus ideas originales liberales, mientras que Podemos es una pura reedición del comunismo, modernizado y reforzado con dosis de populismo y radicalismo.
Mientras la realidad demuestra, una y otra vez, que los países más libres del mundo son también los más prósperos, España retrocede en libertad y construye de nuevo su crecimiento y riqueza sobre los postulados de la izquierda socialdemócrata: intervencionismo del Estado, impuestos elevados, salarios contenidos y libertades y derechos en retroceso frente a un Estado que lo domina todo.
Basta echar una mirada al mundo actual para descubrir que cuando un país se liberaliza y apuesta por la libertad, inmediatamente emprende una ruta que le lleva a la prosperidad y la felicidad de sus ciudadanos. Singapur es el mejor ejemplo. Hace 60 años era un pequeño país pobre y rodeado de inestabilidad y guerras que hasta ponían en peligro su existencia, pero hoy es uno de los países más prósperos y libres del planeta tras una apuesta decidida por las libertades y los principios liberales de libertad, mercado y Estado limitado.
En la España actual, obsesivamente presa de los postulados izquierdistas y socialdemócratas, un partido como VOX, al que califican injustamente de extremista de derechas, cuando sólo es un partido realmente de derechas, es altamente necesario, aunque tan sólo sea para que se escuche en el Congreso una voz que abra caminos distintos y planteamientos de libertad individual frente al agobiante dominio de los adoradores del Estado.
El programa electoral de VOX es impecable y de extrema necesidad, con la supresión de las autonomías como gran propuesta estelar. VOX, como millones de españoles, está convencido de que las autonomías son uno de los cánceres más dañinos de España, sobre todo en el presente, después de que los gobiernos autonómicos han acaparado demasiado poder y demostrado sus capacidades para disparar la corrupción, derrochar, agrandar la obesidad del Estado, reprimir las libertades, destrozar la unidad de España, migrar hacia el independentismo y establecer diferencias anticonstitucionales entre las distintas regiones, que resultan incomprensibles para los ciudadanos, diferencias que se plasman en la fiscalidad, la enseñanza, la salud y los servicios y la relación del poder con los ciudadanos y las empresas.
Francisco Rubiales
Sin embargo, España necesita contar con una derecha que represente una alternativa real a la socialdemocracia dominante. En España, tanto el PP como el PSOE representan opciones socialdemócratas e intervencionistas, sin una pizca de liberalismo, al igual que Ciudadanos, que cada día se aleja más de sus ideas originales liberales, mientras que Podemos es una pura reedición del comunismo, modernizado y reforzado con dosis de populismo y radicalismo.
Mientras la realidad demuestra, una y otra vez, que los países más libres del mundo son también los más prósperos, España retrocede en libertad y construye de nuevo su crecimiento y riqueza sobre los postulados de la izquierda socialdemócrata: intervencionismo del Estado, impuestos elevados, salarios contenidos y libertades y derechos en retroceso frente a un Estado que lo domina todo.
Basta echar una mirada al mundo actual para descubrir que cuando un país se liberaliza y apuesta por la libertad, inmediatamente emprende una ruta que le lleva a la prosperidad y la felicidad de sus ciudadanos. Singapur es el mejor ejemplo. Hace 60 años era un pequeño país pobre y rodeado de inestabilidad y guerras que hasta ponían en peligro su existencia, pero hoy es uno de los países más prósperos y libres del planeta tras una apuesta decidida por las libertades y los principios liberales de libertad, mercado y Estado limitado.
En la España actual, obsesivamente presa de los postulados izquierdistas y socialdemócratas, un partido como VOX, al que califican injustamente de extremista de derechas, cuando sólo es un partido realmente de derechas, es altamente necesario, aunque tan sólo sea para que se escuche en el Congreso una voz que abra caminos distintos y planteamientos de libertad individual frente al agobiante dominio de los adoradores del Estado.
El programa electoral de VOX es impecable y de extrema necesidad, con la supresión de las autonomías como gran propuesta estelar. VOX, como millones de españoles, está convencido de que las autonomías son uno de los cánceres más dañinos de España, sobre todo en el presente, después de que los gobiernos autonómicos han acaparado demasiado poder y demostrado sus capacidades para disparar la corrupción, derrochar, agrandar la obesidad del Estado, reprimir las libertades, destrozar la unidad de España, migrar hacia el independentismo y establecer diferencias anticonstitucionales entre las distintas regiones, que resultan incomprensibles para los ciudadanos, diferencias que se plasman en la fiscalidad, la enseñanza, la salud y los servicios y la relación del poder con los ciudadanos y las empresas.
Francisco Rubiales
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