Es sorprendente cómo "las izquierdas" se han atribuido, sin más ni más, la herencia histórica del feminismo, cuando las relaciones entre "feminismo" e "izquierda" no han tenido nada de idílicas. La capacidad de manipulación propagandística de nuestra "izquierda", sin embargo, permite que mucha gente afirme con total convicción: "ahora incluso los conservadores ya no critican al feminismo histórico (sufragistas, "women´s lib" de los 60, etc), al que hasta ayer como el que dice atacaban de forma furibunda".
Será necesario recordar que los movimientos obreros fueron durante muchos años enemigos declarados del voto femenino (pues se suponía que las mujeres eran conservadoras por naturaleza) y de la incorporación de la mujer al trabajo (pues se pensaba que era un recurso del capital para abaratar la mano de obra).
En España, durante la Segunda República, el derecho al voto de la mujer fue aprobado con el voto a favor de los partidos conservadores, y con el voto en contra de "la izquierda". Un dato tan fundamental de nuestra historia, sin embargo, casi nunca es citado.
El argumento que entonces repetían nuestras izquierdas era el siguiente: "tal vez sea injusto que las mujeres no tengan derecho al voto, pero si lo tienen va a ganar la derecha (porque las mujeres son más religiosas), así que hay que evitar que las mujeres voten". En otras palabras: "el fin justifica los medios". Lo mismo, en última instancia, que ahora se hace: "quizás la discriminación positiva produzca algunas injusticias, pero como sus objetivos son tan maravillosos, pues todo queda justificado"; una vez más "el fin justifica los medios".
La primera mujer que entró en el Parlamento Británico era miembro del Partido Conservador, al igual que la primera mujer que llegó a Primera Ministra en Gran Bretaña. En Sudamérica la primera mujer Jefe de Estado, en Nicaragua, también era "de derechas". Ahora mismo en Alemania la primera mujer en alcanzar la Cancillería de la República pertenece inequívocamente a "la derecha".
Por cierto, yo soy un anticuado socialdemócrata, pero creo que la verdad siempre es buena (incluso los datos que, para mi pesar, indican que la teoría económica socialdemócrata tiene muy serias deficiencias). El abuso de exageraciones pseudofeministas (pues las feministas sensatas jamás tolerarán métodos sexistas como las cuotas o la discriminación positiva) no es más que la cortina de humo que necesitan el PSOE para aparentar ser "de izquierdas", mientras hace una política económica rabiosamente "de derechas" (aunque sin la coherencia mínima que se exigiría a una política neoliberal: véase lo que está pasando con la OPA de Gas Natural).
Athini