“No es esto, no es esto”, decía nuestro filósofo en aquella ocasión desgraciada.
España empieza a cansarse de tantos anuncios de recortes y rescates de Bankias, Bancos y Cajas; la ciudadanía ya se harta de esta parsimonia y pasividad de Rajoy y de su Gobierno que no acaba de reformar esta Administración monstruosa de diecisiete miniestados con un gasto insostenible y un despilfarro descomunal. España no puede mantener una estructura administrativa cuádruple: la estatal, autonómica, provincial y local; necesita eliminar el gasto superfluo y emprender el crecimiento favoreciendo la empresa y las Pimes, para crear empleo con urgencia, que es y debe ser el asunto prioritario. Y ello no reside en emprenderla con los funcionarios de carrera, como si fuera lo único que se puede hacer: parece que no saben o no pueden eliminar y recortar lo que de veras tiene atascada nuestra andadura económica. “Bruselas no se fía de las Autonomías y el mercado empuja hacia el rescate”, reza hoy Sábado 7 de Julio el diario “El Mundo” en su portada; y añade, ”la UE no ampliará el plazo del déficit hasta que Rajoy garantice que controla el gasto excesivo de las CCAA”.
La tijera y urgente ha de entrar también a reducir el número de políticos, cargos y sueldos disparatados, suprimir el Senado, el T. Constitucional, las televisiones y empresas públicas, coches oficiales y móviles, las subvenciones a sindicatos, partidos políticos y a cooperación exterior y las 115 mal llamadas embajadas; con todo esto consigue un ahorro suficiente para no tener que tocar siempre a los más débiles, ni recortar en Sanidad ni Educación
Se alzan voces pidiendo menos recortes para el ciudadano y muchos más para la hiriente burocracia en particular la regional y el terrible dispendio. Así se lee en un editorial del ABC: “El sacrificio que el Gobierno pide al ciudadano debe retornar a él y no ir a financiar la hipertrofia administrativa del Estado que sufrimos”. Martín Ferrand reclama “auctoritas” a Rajoy, pues, “en su pasividad, no se enfrenta a las autonomías, que siguen malgastando”. Un editorial de La Razón también venía exigiendo dureza: «La actitud de algunos gobernantes regionales es de una frivolidad desoladora y de una demagogia suicida. No están a la altura de la dramática encrucijada ni se aperciben de lo mucho que se juegan los ciudadanos en el envite. (...) Le corresponde al Gobierno de la nación asumir la tarea, por más ingrata que sea, de legislar nuevas medidas de obligado cumplimiento». Antón Losada, en El Periódico, ha dicho: “Es hora de meter en cintura a los de provincias, que tampoco saben gestionar ni gobernar; la crisis es su oportunidad para poner las cosas en su sitio. En esa cruzada, además de una parte de la izquierda, los nacionalistas y las élites locales, el Gobierno Central se va encontrando con la creciente resistencia de las diversas derechas regionales».
El rebrote de la prima de riesgo, la subida de tipos de interés y la caída de la Bolsa no se deben sólo a que el BCE no quiere comprar deuda española, sino a la percepción de que el Gobierno de Rajoy no hace lo suficiente contra el déficit. Y, mientras algunos le instan a hacerlo, las autonomías remolonean... Este Gobierno con mayoría absoluta puede y debe corregir este desbarajuste autonómico y corregir la Constitución en lo que sea necesario; es su gran oportunidad, aprovéchela.
C. Mudarra
España empieza a cansarse de tantos anuncios de recortes y rescates de Bankias, Bancos y Cajas; la ciudadanía ya se harta de esta parsimonia y pasividad de Rajoy y de su Gobierno que no acaba de reformar esta Administración monstruosa de diecisiete miniestados con un gasto insostenible y un despilfarro descomunal. España no puede mantener una estructura administrativa cuádruple: la estatal, autonómica, provincial y local; necesita eliminar el gasto superfluo y emprender el crecimiento favoreciendo la empresa y las Pimes, para crear empleo con urgencia, que es y debe ser el asunto prioritario. Y ello no reside en emprenderla con los funcionarios de carrera, como si fuera lo único que se puede hacer: parece que no saben o no pueden eliminar y recortar lo que de veras tiene atascada nuestra andadura económica. “Bruselas no se fía de las Autonomías y el mercado empuja hacia el rescate”, reza hoy Sábado 7 de Julio el diario “El Mundo” en su portada; y añade, ”la UE no ampliará el plazo del déficit hasta que Rajoy garantice que controla el gasto excesivo de las CCAA”.
La tijera y urgente ha de entrar también a reducir el número de políticos, cargos y sueldos disparatados, suprimir el Senado, el T. Constitucional, las televisiones y empresas públicas, coches oficiales y móviles, las subvenciones a sindicatos, partidos políticos y a cooperación exterior y las 115 mal llamadas embajadas; con todo esto consigue un ahorro suficiente para no tener que tocar siempre a los más débiles, ni recortar en Sanidad ni Educación
Se alzan voces pidiendo menos recortes para el ciudadano y muchos más para la hiriente burocracia en particular la regional y el terrible dispendio. Así se lee en un editorial del ABC: “El sacrificio que el Gobierno pide al ciudadano debe retornar a él y no ir a financiar la hipertrofia administrativa del Estado que sufrimos”. Martín Ferrand reclama “auctoritas” a Rajoy, pues, “en su pasividad, no se enfrenta a las autonomías, que siguen malgastando”. Un editorial de La Razón también venía exigiendo dureza: «La actitud de algunos gobernantes regionales es de una frivolidad desoladora y de una demagogia suicida. No están a la altura de la dramática encrucijada ni se aperciben de lo mucho que se juegan los ciudadanos en el envite. (...) Le corresponde al Gobierno de la nación asumir la tarea, por más ingrata que sea, de legislar nuevas medidas de obligado cumplimiento». Antón Losada, en El Periódico, ha dicho: “Es hora de meter en cintura a los de provincias, que tampoco saben gestionar ni gobernar; la crisis es su oportunidad para poner las cosas en su sitio. En esa cruzada, además de una parte de la izquierda, los nacionalistas y las élites locales, el Gobierno Central se va encontrando con la creciente resistencia de las diversas derechas regionales».
El rebrote de la prima de riesgo, la subida de tipos de interés y la caída de la Bolsa no se deben sólo a que el BCE no quiere comprar deuda española, sino a la percepción de que el Gobierno de Rajoy no hace lo suficiente contra el déficit. Y, mientras algunos le instan a hacerlo, las autonomías remolonean... Este Gobierno con mayoría absoluta puede y debe corregir este desbarajuste autonómico y corregir la Constitución en lo que sea necesario; es su gran oportunidad, aprovéchela.
C. Mudarra
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