La mejor respuesta democrática de la sociedad civil española a la "casi excarcelación" del asesino etarra De Juana Chaos, decidida por Zapatero contra la opinión pública española, es una huelga de hambre protagonizada por un grupo importante de ciudadanos, entre los que deberían figurar, de manera destacada, una decena de víctimas del terrorismo. Esa huelga cívica sería un desafío que pondría en evidencia, de manera contundente, que el gobierno no ha actuado en el "caso De Juana" por "sensibilidad" ante el sufrimiento, sino porque tal vez tenga desconocidos compromisos y facturas pendientes.
La huelga de hambre ciudadana, con especial protagonismo de las víctimas del terrorismo, tendría como motivo la protesta contra el irrespeto al Estado de Derecho y a las reglas de la democracia, representaría una respuesta a la altura de la indignación que siente gran parte de la sociedad española y tendría el efecto de mantener viva la llama de la denuncia al Ejecutivo, que no podría contar, como ahora hace, con la esperanza de que el factor tiempo acuda en su ayuda y entierre la afrenta en el olvido.
Sin la menor duda, esa huelga de hambre tendría más eficacia política y fuerza testimonial que la manifestación del próximo sábado, convocada por el PP, a la que pronosticamos un éxito menor que el obtenido por las anteriores manifestaciones masivas de la AVT, porque la gente prefiere ya apoyar a movimientos ciudadanos limpios antes que a unos partidos políticos cada día más distanciados de la sociedad y del ciudadano, sean del color que sean.
Sebas
La huelga de hambre ciudadana, con especial protagonismo de las víctimas del terrorismo, tendría como motivo la protesta contra el irrespeto al Estado de Derecho y a las reglas de la democracia, representaría una respuesta a la altura de la indignación que siente gran parte de la sociedad española y tendría el efecto de mantener viva la llama de la denuncia al Ejecutivo, que no podría contar, como ahora hace, con la esperanza de que el factor tiempo acuda en su ayuda y entierre la afrenta en el olvido.
Sin la menor duda, esa huelga de hambre tendría más eficacia política y fuerza testimonial que la manifestación del próximo sábado, convocada por el PP, a la que pronosticamos un éxito menor que el obtenido por las anteriores manifestaciones masivas de la AVT, porque la gente prefiere ya apoyar a movimientos ciudadanos limpios antes que a unos partidos políticos cada día más distanciados de la sociedad y del ciudadano, sean del color que sean.
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