Una de las miles de imágenes que circulan por las redes reivindicando tiempos pasados como claro exponente del fracaso de los actuales políticos y de su falsa democracia
Es cierto que carecíamos de partidos políticos, pero ahora comprendemos que aquella carencia, en lugar de un castigo era una bendición. Nuestros partido actuales son focos de corrupción y mediocridad, donde se concentra la fauna depredadora atraída por los privilegios y el reparto del botín.
Si hay un lugar del mundo donde la democracia ha fracasado estrepitosamente, ese es España. Pero la clave es que en España nunca se instaló la verdadera democracia, sino una partitocracia creada para disfrute de los políticos, ajena al pueblo y en la que la mayoría de las reglas básicas del sistema democrático no existen.
El gobierno de Sánchez es un "modelo" mundial de mentiras, engaños, hipocresía y disimulo. Es una tiranía camuflada y una gigantesca estafa política al ciudadano, que vive envuelto en decadencia y lleno de miedo ante el futuro, que ve como se deteriora su país y como los enemigos de la nación, de la mano del gobierno socialistas, toman las decisiones y controlan el presente y el futuro.
Hace medio sigo no exista en el mundo un país que tuviera más fe en la democracia que España. Los ciudadanos acogieron el nuevo sistema, tras la muerte del general Franco, con un entusiasmo sorprendente y ejemplar. Después de 44 años, aquella democracia se ha transformado en una pocilga corrompida y controlada por partidos políticos que se comportan como termitas devastadoras, que se han alejado del bien común y que no tienen otra obsesión que el control del poder y el reparto del botín.
El fracaso es ya visible en todos los ámbitos del acontecer y la vida: en la cultura, sectaria y en manos de marxistas, en la economía, en retroceso constante, en la educación, de baja calidad, en la sanidad, que pierde los grandes valores que tuvo, en la ciencia, desamparada por los políticos, y en otros muchos sectores, donde los efectos del mal gobierno son visibles y causantes de angustia y desasosiego.
La España que nos han construido los políticos que se autoproclaman "demócratas" sin haberlo sido nunca es un auténtico fracaso.
En esta España que vuelve a ser de pillos y chorizos, los únicos que viven bien son los políticos, que han creado un régimen de ventajas y privilegios para el propio disfrute, un sistema que empobrece al pueblo y fabrica millonarios entre los miembros con poder en los partidos y los cargos públicos.
Francisco Rubiales
Si hay un lugar del mundo donde la democracia ha fracasado estrepitosamente, ese es España. Pero la clave es que en España nunca se instaló la verdadera democracia, sino una partitocracia creada para disfrute de los políticos, ajena al pueblo y en la que la mayoría de las reglas básicas del sistema democrático no existen.
El gobierno de Sánchez es un "modelo" mundial de mentiras, engaños, hipocresía y disimulo. Es una tiranía camuflada y una gigantesca estafa política al ciudadano, que vive envuelto en decadencia y lleno de miedo ante el futuro, que ve como se deteriora su país y como los enemigos de la nación, de la mano del gobierno socialistas, toman las decisiones y controlan el presente y el futuro.
Hace medio sigo no exista en el mundo un país que tuviera más fe en la democracia que España. Los ciudadanos acogieron el nuevo sistema, tras la muerte del general Franco, con un entusiasmo sorprendente y ejemplar. Después de 44 años, aquella democracia se ha transformado en una pocilga corrompida y controlada por partidos políticos que se comportan como termitas devastadoras, que se han alejado del bien común y que no tienen otra obsesión que el control del poder y el reparto del botín.
El fracaso es ya visible en todos los ámbitos del acontecer y la vida: en la cultura, sectaria y en manos de marxistas, en la economía, en retroceso constante, en la educación, de baja calidad, en la sanidad, que pierde los grandes valores que tuvo, en la ciencia, desamparada por los políticos, y en otros muchos sectores, donde los efectos del mal gobierno son visibles y causantes de angustia y desasosiego.
La España que nos han construido los políticos que se autoproclaman "demócratas" sin haberlo sido nunca es un auténtico fracaso.
En esta España que vuelve a ser de pillos y chorizos, los únicos que viven bien son los políticos, que han creado un régimen de ventajas y privilegios para el propio disfrute, un sistema que empobrece al pueblo y fabrica millonarios entre los miembros con poder en los partidos y los cargos públicos.
Francisco Rubiales
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