Políticos ladrones y arrogantes gobiernan España

Está claro que consideran que esto es su cortijo y hacen lo que quieren y lo que es peor, de forma descarada y prepotente.

Estos impuestos no son impuestos populares, es decir, el lanar no se entera de ellos hasta que le toca pagar, entonces protesta, pero luego sigue votando a los mismos. Al no ser impuestos masivos y cotidianos, se diluyen en el tiempo y la gente no los asume como algo reprobable.

El impuesto de sucesiones, dado que hay un límite exento, tampoco afecta al proletariado, afecta a las clases medias, como todos los impuestos y las clases medias a tragar, porque como tienen que perder, no se lanzan a cortar cabezas, como hace el proletariado. Proletariado que cada vez es más escaso y con menos gana de lucha.

Lo que parece que va a sentar mal en el lanar es la subida de la energía en general, que va a suponer una subida en todos los productos y eso afecta más a los pobres que a los ricos, porque estos pueden pagar. La duda está en saber como afectará eso a la hora del voto. Por supuesto, las encuestas a lo suyo, así que habrá que esperar las votaciones y cuidar que no haya pucherazo, para saberlo. Pero si se reparten los escaños, va a dar igual.


Mentalmente

Dado que el ser humano es capaz de superar la mayoría de los males cuando los conoce, es necesario que no los conozca y de ahí la actuación de los medios. Se trata de mantener al lanar completamente fuera de juego.

Lo que dice de personas inteligentes, hay que tener en cuenta que la mayoría de la gente es inteligente para una o dos cosas, para le resto suelen ser muy obtusos y así vemos a científicos de renombre meter la pata en asuntos sociales o a personas muy entendidas en cuestiones sociales, meter la pata en asuntos más o menos científicos. Y cuanto más inteligentes son en su campo, más tontos en los demás. Es el ejemplo típico del futbolista de primera fila que habla de algún tema de fuera del fútbol, que suele causar vergüenza ajena. El hombre es excepcionalmente bueno en lo suyo, tiene una inteligencia enorme para moverse en el campo, tan buena, que es incapaz de moverse en la sociedad.

Es posible que las guerras hayan sido y hablo en pasado, porque las guerras ahora son distintas, la forma que tiene la Humanidad para eliminar a los patócratas. De una guerra salen personas preparadas, personas normales capaces de ganar la guerra o minimizar las pérdidas y esos no permiten que los patócratas se acerquen a los puestos de responsabilidad. Otra forma de solucionar la cosa ha sido con los reyes hereditarios y aunque cualquier sistema es imperfecto, siempre es mejor que lo que tenemos, donde estos enfermos mandan.


No sé si el prestigio internacional se recupera con la Sra Ayuso, cosa que dudo, por lo que dije ayer, pero sin duda necesitamos que nos respeten fuera, no por nada, sino porque del respeto se derivan buenas compras de otros países y las exportaciones son importantes.

Yo no quiero pagar impuestos, estoy harto y mi voto irá al partido que elimine los impuestos

El aviso acerca de los comentarios me parece acertadísimo:

"Dado el deplorable uso que algunos lectores están haciendo del sistema de comentarios, hemos decidido establecer filtros temporalmente. Envie su comentario para que sea estudiado por la redacción, que decidirá si lo publica o no. Lo sentimos por aquellos que saben debatir sin insidias ni odios."

Así no perdemos el tiempo en lecturas ociosas.

Un saludo.

Buenas a todos,

Mis disculpas si resulto confuso al referirme constantemente y sin demasiado orden, a algunas cosas que estoy sacando de "Ponerología política".

Este libro es como si hablara constantemente de todo lo malo, todo el mal, que nos pasa con los políticos en el mundo, desde siempre, y tratando de dar en la diana en términos científicos. Y yo por mi percepción personal, creo que se aproxima a algo.

Presiento que está dando con la punta del iceberg de algo mucho más grande que nos pasa a todos como especie, y que el mundo en general todavía no conoce ni entiende. Pero que podría tener mucho recorrido si se estudiara más a fondo.

Me parece una lectura muy recomendable pero reconozco que seguramente no sea para todo el mundo, no todo el mundo entenderá y comprenderá al autor, no me refiero a su manera de expresarse, si no por qué busca una causa psicológica-patológica, en parte congénita al mal expansivo, y los períodos de grandes desastres.

Todavía no lo he terminado, pero me falta muy poco, si no hablo de otra cosa en los comentarios, es porque me parece tan incisivo el tema con todo lo que usualmente tratamos, que no puedo evitar referenciarme a ello. Aunque contamino en buena medida con mis propias ideas aquellas referencias. Creo que merecería leermelo una segunda vez como mínimo para entender mejor algunos detalles que todavía se me escapan.

Yo siempre he visto que el mal que producen los distintos gobiernos, pseudo-democráticos o dictatoriales, o del tipo que sean que hayan existido en la historia, también está disperso en la misma población que lo padece.

Aunque uno puede acostumbrarse a escuchar que desde el punto de vista de la ponerología las ideologías parecen tener poco que ver con la causa real que realmente lleva al desastre en la sociedad, tampoco es exactamente así. Todo tiene un peso y cierta importancia. Lo que este estudio añade es un punto de vista que puede ser muy útil y no quita la validez de otros.

Como los humanos tendemos a simplificar, o quizás es por la cultura que tenemos en occidente. Yo veo que uno de los males es simplificar demasiado a la hora de denunciar un mal gobierno. O realmente pensar de manera simple las cosas, al punto que resulta fácil manipularlos.

Si realmente fuera tan sencillo como que decir ciertas palabras o ideas denotan el bien y otras denotan el mal. Por ejemplo, decir que los gobiernos de izquierdas son peores que los de derechas. Con decir eso, pretendiendo ayudar a que la gente deje de apoyar tales gobiernos, se está simplificando demasiado la complejidad social que produce que existan esas dos cosas y esos dos conceptos, y el hecho real causal, que hará que los de un tipo esté siendo percibido en ese momento, por el observador como claramente peor que el otro. Y que haya gente que apoye ese "mal".

Para empezar uno debe ser humilde al punto de reconocer que hay cosas que no sabemos ni entendemos y seguramente no lleguemos a hacerlo, y otros distintos sí puedan hacerlo. Normalmente toda crítica siempre tiene una tendencia a una cierta presunción de omnisciencia del que la hace, como si conociera todos los factores importantes implicados, y tuviera un juicio bastante acertado, esa sensación de omnisciencia en la crítica, como la de un escritor de novelas de ficción, que sabe lo que piensan los personajes que él mismo ha inventado, en la vida real no existe. Y no se puede plantear la vida real con parámetros parecidos, porque son obtusos, no son el mejor mecanismo de actuación e interacción con el entorno.

Hay que tratar de ser honesto con uno mismo y con la realidad cotidiana, nadie puede controlar nada realmente, ni sabe en profundidad nada tampoco, nada está perfectamente programado y sucederá como lo previsto, en cualquier momento, todas las condiciones y parámetros que uno conoce de la realidad pueden cambiar o dar giros, que hagan inválido lo que se hacía anteriormente, o lo que uno pensaba que era verdad, podría no serlo mañana.

En cierta manera he percibido de la lectura de "Ponerología política" un refuerzo a esta manera de enfocar la crítica, evitando simplificar, hacerse preguntas honestas, no preguntas retóricas, y tratar de arrojar pistas sobre lo que podría estar sucediendo detrás de cada aparente misterio por resolver.

Por ejemplo, yo veo que es muy fácil apoyar el socialismo como algo teórico, y muy difícil apoyarlo depués de haberlo experimentado, o mejor dicho, después de experimentar todo lo que esa idea ha servido para generar en la sociedad en vez de otra cosa. Lo que hay en medio entre la idea, a veces aparentemente perfecta, útopica, y la completa distopía, el horror, el trauma en toda su plenitud, que, en palabras de Lobaczewski resulta muy, muy, difícil de explicar, para el que no lo ha vivido. Todo eso que hay en medio entre Ideal -> Patocracia, es todavía hoy un misterio, que la sociedad merece preguntarse y estudiar más seriamente. Es algo absolutamente trascendental para comprender la condición humana y evitar cometer los mismos errores o los errores que cometieron otros, a la próxima vez que la sociedad quiera intentar algo parecido.

Un saludo.