El ministro español de asuntos exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha comunicado que España quiere celebrar en Córdoba una conferencia sobre la intolerancia europea contra los musulmanes, una iniciativa que desatará la polémica y que resulta sorprendente porque no existe en Occidente intolerancia alguna contra los musulmanes, sino más bien todo lo contrario: intolerancia de los musulmanes con los valores, costumbres, leyes y religiones que se integran en la llamada Cultura Occidental.
"Tenemos la intención de organizar durante el segundo semestre y en Córdoba una conferencia sobre intolerancia hacia los musulmanes", ha dicho Moratinos.
Europa ha abierto sus puertas a los musulmanes, los cuales gozan de todos los mismos derechos y libertades que los europeos, mientras que muchos países islámicos sí practican la más dura intolerancia con respecto a la cultura occidental y sus valores políticos, religiosos y morales.
Mientras que en Europa se construyen cada día mezquitas, en muchos países musulmanes está prohibido construir iglesias católicas. Mientras que los musulmanes practican su religión en Europa, sin trabas, practicar el cristianismo en países como Arabia puede costar la vida. De hecho, en países musulmanes fueron asesinados 30 religiosos cristianos en el año 2006.
¿Dónde está la intolerancia europea contra los musulmanes? ¿Por qué no organiza Moratinos una conferencia idéntica, sobre la inteligencia del Islam, en Riad o en La Meca? ¿Le dejarían hacerlo los jerarcas musulmanes?.
Celebrar esa conferencia precisamente en Córdoba es otro desatino incomprensible de un ministro de exteriores al que los ciudadanos tienen derecho a exigirle ciertos conocimientos y sensibilidades. Córdoba es una ciudad especialmente sensible porque algunos musulmanes están presionando para obtener derechos que ellos jamás conceden en sus países, entre ellos el uso común de la catedral católica cordobesa, construída sobre una antigua mezquita que, a su vez, se construyó sobre una iglesia visigótica cristiana. Córdoba está también en punto de mira de los radicales islamistas que predican la necesidad de recuperar Al Andaluz, incluso por la fuerza, porque esa tierra, según ellos, pertenece al mundo islámico y debe ser musulmana.
En esas circunstancias, la iniciativa de Moratinos es, mas que un desatino, una insensatez intolerable.
Santiscal
"Tenemos la intención de organizar durante el segundo semestre y en Córdoba una conferencia sobre intolerancia hacia los musulmanes", ha dicho Moratinos.
Europa ha abierto sus puertas a los musulmanes, los cuales gozan de todos los mismos derechos y libertades que los europeos, mientras que muchos países islámicos sí practican la más dura intolerancia con respecto a la cultura occidental y sus valores políticos, religiosos y morales.
Mientras que en Europa se construyen cada día mezquitas, en muchos países musulmanes está prohibido construir iglesias católicas. Mientras que los musulmanes practican su religión en Europa, sin trabas, practicar el cristianismo en países como Arabia puede costar la vida. De hecho, en países musulmanes fueron asesinados 30 religiosos cristianos en el año 2006.
¿Dónde está la intolerancia europea contra los musulmanes? ¿Por qué no organiza Moratinos una conferencia idéntica, sobre la inteligencia del Islam, en Riad o en La Meca? ¿Le dejarían hacerlo los jerarcas musulmanes?.
Celebrar esa conferencia precisamente en Córdoba es otro desatino incomprensible de un ministro de exteriores al que los ciudadanos tienen derecho a exigirle ciertos conocimientos y sensibilidades. Córdoba es una ciudad especialmente sensible porque algunos musulmanes están presionando para obtener derechos que ellos jamás conceden en sus países, entre ellos el uso común de la catedral católica cordobesa, construída sobre una antigua mezquita que, a su vez, se construyó sobre una iglesia visigótica cristiana. Córdoba está también en punto de mira de los radicales islamistas que predican la necesidad de recuperar Al Andaluz, incluso por la fuerza, porque esa tierra, según ellos, pertenece al mundo islámico y debe ser musulmana.
En esas circunstancias, la iniciativa de Moratinos es, mas que un desatino, una insensatez intolerable.
Santiscal
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