El Pacto Italia-Francia aísla y devalúa todavía más a la España decadente de Pedro Sánchez
Italia y Francia acaban de sellar un 'pacto europeo' que deja fuera a España. El objetivo es dinamizar Europa tras la salida del poder alemán de Ángela Merkel y la llegada de un gobierno socialista a Alemania. Lo lógico habría sido que España lo hubiera firmado también como país del sur de Europa con problemas y retos similares, pero ni siquiera ha sido invitada. De Pedro Sánchez y de su inquietante gobierno nadie se fía.
El objetivo del Pacto del Quirinal es relanzar el eje París-Roma como elemento dinamizador de una Europa más fuerte y soberana, con objetivos geopolíticos comunes y búsqueda de sinergias que incluyen crear una unidad operativa conjunta para apoyar a las fuerzas del orden y la novedad de intercambiarse ministros. El pacto tendrá repercusión europea, porque Draghi y Macron se proponen construir una Europa más poderosa, que disponga de una defensa común y de una diálogo permanente entre los dos grandes países.
España se queda fuera, mas aislada que nunca y más devaluada. El sanchismo cae mal en el mundo porque miente, no juega limpio, esconde secretos, carece de palabra, tiene a los comunistas en la alcoba, esconde alianzas irracionales e incomprensibles con países malditos y totalitarios, como Venezuela, colabora con el antiguo terrorismo vasco y con el independentismo golpista catalán, no sabe dialogar y, lo más importante, no tiene el respaldo de la mayoría de sus ciudadanos, a los que el gobierno les impone sus criterios y decisiones de manera nada democrática.
El peso de España en Europa no para de reducirse. Hace poco más de dos décadas, Italia temblaba porque España amenazaba con sobrepasarla como economía pujante, pero hoy España está prácticamente arruinada y lista para ser rescatada o abandonada a su suerte. Antes se hablaba del "milagro español", pero hoy se habla del "problema español".
El peso y la influencia de España en el mundo ha descendido muchos escalones y nuestra influencia es ya inferior a la de países con menos economía y población, como Austria, Polonia y otros. Nuestro nivel es similar al de Rumanía, pero en otros ámbitos, como Estados Unidos, es todavía menor. El gobierno de Trump odiaba a los socialistas y comunistas españoles en el poder, pero Biden los desprecia todavía más y les ha cortado suministros vitales de información.
Tradicionalmente, los gobernantes italianos y españoles han hablado de crear un eje Roma-Madrid para reforzar su posición en Europa. Una idea que con Sánchez en el poder, ha quedado abandonada porque España es ya un país insignificante y poco fiable en el mundo. Parece claro que con la alianza que han establecido Roma y París, España queda aún más aislada y contará todavía menos en Europa.
Gracias al socialismo.
Francisco Rubiales
El objetivo del Pacto del Quirinal es relanzar el eje París-Roma como elemento dinamizador de una Europa más fuerte y soberana, con objetivos geopolíticos comunes y búsqueda de sinergias que incluyen crear una unidad operativa conjunta para apoyar a las fuerzas del orden y la novedad de intercambiarse ministros. El pacto tendrá repercusión europea, porque Draghi y Macron se proponen construir una Europa más poderosa, que disponga de una defensa común y de una diálogo permanente entre los dos grandes países.
España se queda fuera, mas aislada que nunca y más devaluada. El sanchismo cae mal en el mundo porque miente, no juega limpio, esconde secretos, carece de palabra, tiene a los comunistas en la alcoba, esconde alianzas irracionales e incomprensibles con países malditos y totalitarios, como Venezuela, colabora con el antiguo terrorismo vasco y con el independentismo golpista catalán, no sabe dialogar y, lo más importante, no tiene el respaldo de la mayoría de sus ciudadanos, a los que el gobierno les impone sus criterios y decisiones de manera nada democrática.
El peso de España en Europa no para de reducirse. Hace poco más de dos décadas, Italia temblaba porque España amenazaba con sobrepasarla como economía pujante, pero hoy España está prácticamente arruinada y lista para ser rescatada o abandonada a su suerte. Antes se hablaba del "milagro español", pero hoy se habla del "problema español".
El peso y la influencia de España en el mundo ha descendido muchos escalones y nuestra influencia es ya inferior a la de países con menos economía y población, como Austria, Polonia y otros. Nuestro nivel es similar al de Rumanía, pero en otros ámbitos, como Estados Unidos, es todavía menor. El gobierno de Trump odiaba a los socialistas y comunistas españoles en el poder, pero Biden los desprecia todavía más y les ha cortado suministros vitales de información.
Tradicionalmente, los gobernantes italianos y españoles han hablado de crear un eje Roma-Madrid para reforzar su posición en Europa. Una idea que con Sánchez en el poder, ha quedado abandonada porque España es ya un país insignificante y poco fiable en el mundo. Parece claro que con la alianza que han establecido Roma y París, España queda aún más aislada y contará todavía menos en Europa.
Gracias al socialismo.
Francisco Rubiales
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