En las últimas semanas el joven influencer conocido como Alvise Pérez ha sido un indiscutible protagonista por haber denunciado en un Juzgado de Madrid la corrupción institucional presentando cientos de archivos con documentación inédita sobre presuntos sobornos y tráfico de influencias en los altas instituciones tanto políticas como mediáticas e incluso judiciales. También por la filtración de audios del ex-comisario Villarejo en las que se escuchan conspiraciones por parte de los periodistas como Ferreras, Inda y Ana Pastor. Algo de lo que pocos de los grandes medios de comunicación han tenido la delicadeza de mencionarle como fuente en sus publicaciones.
Hoy es la segunda vez que en Voto en Blanco rendimos homenaje al luchador Alvise Pérez, modelo en España de denuncia de corruptos y de lucha por la limpieza y regeneración. Gracias a él se conocen decenas de escándalos, abusos e iniquidades, siempre protagonizadas por políticos corruptos y canallas, dañinos para España. El 5 de marzo último, publicamos otro artículo defendiendo su labor.
Alvise, quién fue censurado en la red social Twitter, al igual que muchos otros, por demostrar su valentía y contar la verdad, tiene un canal en Telegram en el que le siguen más de 150.000 personas y es desde ahí desde donde va sacando todos los trapos sucios tanto de la clase política como de famosos periodistas.
Desde diferentes medios le han definido como periodista, como analista, como consultor, como empresario…, pero él deja muy claro quien es y cómo se autodefine.
Estas son las reflexiones que ha publicado recientemente en su canal:
«No tengo ningún título universitario, dejé de ir a clase con 16 años porque no podía pagarme ni los libros, y me marché a Inglaterra a fregar platos y mover muebles mientras estudiaba por mi cuenta.
No soy el tipo más guapo, ágil ni inteligente que conoceréis, tengo muy pocos amigos de verdad, y me considero alguien bastante normal, con mis rarezas, mis peculiaridades y mis ganas de tener mi propio amor y familia como cualquier otro.
Me he vuelto un poco desconfiado tras varias personas que se aprovecharon de mi confianza para vender grabaciones privadas con las que atacarme en lo personal, el martilleo masivo y constante de descrédito de los grandes medios durante estos tres años me ha endurecido un poco el carácter, y sólo esos pocos amigos de verdad se atreven a verse en público conmigo por el miedo a esa mafia mediática que hoy ya empezamos a derrotar.
Lo único en lo que puedo decir que soy bueno es en la defensa de mis principios y convicciones, y en la eficacia pública y la guerra contra la corrupción; sé encontrarlos, analizarlos, perseguirlos, denunciarlos y junto a vosotros machacarlos mediáticamente en los tribunales y redes sociales.
Es lo que sé hacer. Ejercer justicia social en un sistema corrupto de raíz. Esa es mi función. Y mi obsesión se centra en limpiar España de esa mafia para hacer de este país una gran potencia de nuevo, y no una que esclaviza a sus ciudadanos.
Ni tengo complejo de mesías, ni me siento especial en absoluto. Quien vea en mi algo diferente a un español más enamorado de su país, se equivoca.
Soy eso; un español más con su peculiar obsesión, que intenta, como todos, trascender en esta vida y vivir en paz y felicidad con los suyos.
Y si mañana dejáis de financiar esta Comunidad, o concluís que no estuve a la altura de este cometido, os daré un abrazo sincero a todos, que ya sois como una familia para mí, y me dedicaré con gusto y placer a cualquier otra cosa.
… Y, amigos míos, soy muy feliz así.»
Esta reflexión ha generado el apoyo de miles de seguidores que le animan a continuar destapando todos los casos de corrupción y le felicitan por su valentía.
Francisco Rubiales
(El artículo reproducido ha sido publicado en "CQP")
Hoy es la segunda vez que en Voto en Blanco rendimos homenaje al luchador Alvise Pérez, modelo en España de denuncia de corruptos y de lucha por la limpieza y regeneración. Gracias a él se conocen decenas de escándalos, abusos e iniquidades, siempre protagonizadas por políticos corruptos y canallas, dañinos para España. El 5 de marzo último, publicamos otro artículo defendiendo su labor.
Alvise, quién fue censurado en la red social Twitter, al igual que muchos otros, por demostrar su valentía y contar la verdad, tiene un canal en Telegram en el que le siguen más de 150.000 personas y es desde ahí desde donde va sacando todos los trapos sucios tanto de la clase política como de famosos periodistas.
Desde diferentes medios le han definido como periodista, como analista, como consultor, como empresario…, pero él deja muy claro quien es y cómo se autodefine.
Estas son las reflexiones que ha publicado recientemente en su canal:
«No tengo ningún título universitario, dejé de ir a clase con 16 años porque no podía pagarme ni los libros, y me marché a Inglaterra a fregar platos y mover muebles mientras estudiaba por mi cuenta.
No soy el tipo más guapo, ágil ni inteligente que conoceréis, tengo muy pocos amigos de verdad, y me considero alguien bastante normal, con mis rarezas, mis peculiaridades y mis ganas de tener mi propio amor y familia como cualquier otro.
Me he vuelto un poco desconfiado tras varias personas que se aprovecharon de mi confianza para vender grabaciones privadas con las que atacarme en lo personal, el martilleo masivo y constante de descrédito de los grandes medios durante estos tres años me ha endurecido un poco el carácter, y sólo esos pocos amigos de verdad se atreven a verse en público conmigo por el miedo a esa mafia mediática que hoy ya empezamos a derrotar.
Lo único en lo que puedo decir que soy bueno es en la defensa de mis principios y convicciones, y en la eficacia pública y la guerra contra la corrupción; sé encontrarlos, analizarlos, perseguirlos, denunciarlos y junto a vosotros machacarlos mediáticamente en los tribunales y redes sociales.
Es lo que sé hacer. Ejercer justicia social en un sistema corrupto de raíz. Esa es mi función. Y mi obsesión se centra en limpiar España de esa mafia para hacer de este país una gran potencia de nuevo, y no una que esclaviza a sus ciudadanos.
Ni tengo complejo de mesías, ni me siento especial en absoluto. Quien vea en mi algo diferente a un español más enamorado de su país, se equivoca.
Soy eso; un español más con su peculiar obsesión, que intenta, como todos, trascender en esta vida y vivir en paz y felicidad con los suyos.
Y si mañana dejáis de financiar esta Comunidad, o concluís que no estuve a la altura de este cometido, os daré un abrazo sincero a todos, que ya sois como una familia para mí, y me dedicaré con gusto y placer a cualquier otra cosa.
… Y, amigos míos, soy muy feliz así.»
Esta reflexión ha generado el apoyo de miles de seguidores que le animan a continuar destapando todos los casos de corrupción y le felicitan por su valentía.
Francisco Rubiales
(El artículo reproducido ha sido publicado en "CQP")
Comentarios: