Tres de los jinetes del apocalipsis de la corrupción. Faltan la Enfermedad y la Muerte.
Si el Caso "Ábalos-Koldo-PSOE" confirmara lo que hoy son algunas pruebas y muchos indicios y sospechas, se podría alcanzar la conclusión de que el partido socialista ha sido responsable de mucha mortandad por COVID en España, por la inutilidad de las medidas, la tardanza en aplicarlas y la deficiencia de las mascarillas y de otros materiales contratados corruptamente, causantes, probablemente, de miles de muertes que podrían haberse evitado.
Si el caso se investigara a fondo, sin piedad y aplicando las leyes con todo rigor, podría alcanzarse el convencimiento de que los políticos, en general, fracasaron y causaron decenas de miles de muertes, no sólo por importar materiales deficientes, sino por la tardanza en cerrar las fronteras, la torpeza en la gestión de la salud pública y errores brutales en las residencias de ancianos y hospitales, mal gestionados desde el poder político.
Si la investigación actual avanzara como debe, aplicando la ley con todo rigor, las actuales ramificaciones corruptas llevarían a conocer y condenar otras muchas políticas, plenamente vigentes en la vida española, como son las subvenciones arbitrarias, los contratos públicos amañados, la información privilegiada e ilegal, el tráfico de influencias en los negocios, el cobro de comisiones en las obras públicas, el falseamiento de datos, el uso de los fondos públicos y decenas de otras suciedades que afectan al tráfico de drogas, la trata de blancas, el blanqueo de dinero, el cobro de impuestos injustos y abusivos y un larguísimo etcétera.
Con la clase política hecha trizas, España tendría que resetear su sistema y empezar de nuevo su ruta hacia la democracia, el Estado de Derecho y la Libertad, pero esta vez con garantías, sin chorizos en la escena y sin permitir que la escoria de la sociedad se apodere del Estado y desde allí cause estragos al país y al pueblo.
Ningún otro escándalo, ni el Gürtel, ni el de los ERES de Andalucía, ni el de los cursos de formación, ni los muchos que han infectado la vida política española desde la muerte de Franco, alcanzarían en bajeza y daños al actual que llaman "Caso Koldo", pero que en realidad es el "Caso del PSOE" y, por extensión, de toda la clase política inepta de España, asesina de la democracia, de la prosperidad, de la concordia, la convivencia en paz y la decencia.
El director de El Objetivo, Álvaro Nieto dice en TV que el caso Koldo acabará afectando a mucha gente muy importante: “Si hacemos bien nuestro trabajo, vamos a desvelar cosas que nos van a helar la sangre”.
Uno de los indicios espeluznantes: El Gobierno movilizó en 2020, en plena pandemia, a la Abogacía del Estado y a la Fiscalía para defender y justificar los contratos con Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL.
La imagen que proyecta el Caso Koldo y sus ramificaciones en el gobierno es que mientras la gente estaba encerrada ilegalmente en sus hogares y moría a chorros, socialistas con poder político se lucraban y trapicheaban importando corruptamente y sin eficacia ni calidad materiales encarecidos y defectuosos que perjudicaron la salud de los españoles y pudieron ser causa de muchas muertes.
Puede que el PSOE no sea una organización criminal, pero desde luego lo parece.
Francisco Rubiales
Si el caso se investigara a fondo, sin piedad y aplicando las leyes con todo rigor, podría alcanzarse el convencimiento de que los políticos, en general, fracasaron y causaron decenas de miles de muertes, no sólo por importar materiales deficientes, sino por la tardanza en cerrar las fronteras, la torpeza en la gestión de la salud pública y errores brutales en las residencias de ancianos y hospitales, mal gestionados desde el poder político.
Si la investigación actual avanzara como debe, aplicando la ley con todo rigor, las actuales ramificaciones corruptas llevarían a conocer y condenar otras muchas políticas, plenamente vigentes en la vida española, como son las subvenciones arbitrarias, los contratos públicos amañados, la información privilegiada e ilegal, el tráfico de influencias en los negocios, el cobro de comisiones en las obras públicas, el falseamiento de datos, el uso de los fondos públicos y decenas de otras suciedades que afectan al tráfico de drogas, la trata de blancas, el blanqueo de dinero, el cobro de impuestos injustos y abusivos y un larguísimo etcétera.
Con la clase política hecha trizas, España tendría que resetear su sistema y empezar de nuevo su ruta hacia la democracia, el Estado de Derecho y la Libertad, pero esta vez con garantías, sin chorizos en la escena y sin permitir que la escoria de la sociedad se apodere del Estado y desde allí cause estragos al país y al pueblo.
Ningún otro escándalo, ni el Gürtel, ni el de los ERES de Andalucía, ni el de los cursos de formación, ni los muchos que han infectado la vida política española desde la muerte de Franco, alcanzarían en bajeza y daños al actual que llaman "Caso Koldo", pero que en realidad es el "Caso del PSOE" y, por extensión, de toda la clase política inepta de España, asesina de la democracia, de la prosperidad, de la concordia, la convivencia en paz y la decencia.
El director de El Objetivo, Álvaro Nieto dice en TV que el caso Koldo acabará afectando a mucha gente muy importante: “Si hacemos bien nuestro trabajo, vamos a desvelar cosas que nos van a helar la sangre”.
Uno de los indicios espeluznantes: El Gobierno movilizó en 2020, en plena pandemia, a la Abogacía del Estado y a la Fiscalía para defender y justificar los contratos con Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL.
La imagen que proyecta el Caso Koldo y sus ramificaciones en el gobierno es que mientras la gente estaba encerrada ilegalmente en sus hogares y moría a chorros, socialistas con poder político se lucraban y trapicheaban importando corruptamente y sin eficacia ni calidad materiales encarecidos y defectuosos que perjudicaron la salud de los españoles y pudieron ser causa de muchas muertes.
Puede que el PSOE no sea una organización criminal, pero desde luego lo parece.
Francisco Rubiales
Comentarios: