La esperanza loca de Zapatero de firmar pronto con ETA esa paz que él necesita para reconstruir su destrozada imagen y ganar las próximas elecciones hace aguas por brechas abiertas que son difíciles de cerrar. ETA acaba de perpetrar su undécimo atentado del año al explosionar una bomba en el Instituto Social de la Marina de Mutriku (Guipúzcoa), mientras que en el décimo dejó dos policías vascos heridos, lo que demuestra que puede volver a matar en cualquier momento.
El Consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, reconoce que ETA se ha fortalecido en los últimos meses, mientras Zapatero hablaba de paz, y ha señalado que la cadena de atentados que ETA ha cometido en las últimas semanas demuestra que "tiene varios comandos operativos" dentro del País Vasco y "probablemente fuera también".
Aquel "principio del fin" que pronosticó Zapataro cada día parece más el "fin del principio" de un proceso de paz ilusionante e ilusorio que el gobierno se empeña en vender a la opinión pública y que la realidad se encarga de desmentir cada día con la tozuda realidad.
Mientras tanto, los hechos dan la razón a los que propugnan la estrategia del acoso inmisericorde policial a la banda, única vía para que un día se firme la paz, pero la paz de los vencidos, que es la única digna para un estado de derecho.
Zapatero, mientras tanto, sigue sin condenar los atentados, haciendo la corte a los violentos y dando la espalda a las víctimas del terrorismo y a los que propugnan la confrontación abierta con la banda. Él sigue adelante con su "estrategia de paz".
El Consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, reconoce que ETA se ha fortalecido en los últimos meses, mientras Zapatero hablaba de paz, y ha señalado que la cadena de atentados que ETA ha cometido en las últimas semanas demuestra que "tiene varios comandos operativos" dentro del País Vasco y "probablemente fuera también".
Aquel "principio del fin" que pronosticó Zapataro cada día parece más el "fin del principio" de un proceso de paz ilusionante e ilusorio que el gobierno se empeña en vender a la opinión pública y que la realidad se encarga de desmentir cada día con la tozuda realidad.
Mientras tanto, los hechos dan la razón a los que propugnan la estrategia del acoso inmisericorde policial a la banda, única vía para que un día se firme la paz, pero la paz de los vencidos, que es la única digna para un estado de derecho.
Zapatero, mientras tanto, sigue sin condenar los atentados, haciendo la corte a los violentos y dando la espalda a las víctimas del terrorismo y a los que propugnan la confrontación abierta con la banda. Él sigue adelante con su "estrategia de paz".
Comentarios: