Lo peor del sanchismo que gobierna España no son los supermercados escasos de leche, pescado y carne, los precios disparados y las estanterías vacías sin aceite, pastas y demás fabricados o derivados de la harina, sino que nuestra nación es ya como un supermercado vacío de todo lo hermoso que hace grande al ser humano, desde el honor y los valores a la decencia, la honradez, la fortaleza y la dignidad. El sanchismo no sólo ha desarbolado a España y la ha hecho una nación pobre y problemática, sino que ha intentado envilecer a los españoles y convertirlos en esclavos preparados para ser dominados por tiranos.
Voto en Blanco ha sido consciente, desde su nacimiento, a principios de este milenio, que el socialismo estaba adoctrinando y preparando a la humanidad para el desastre. Y no ha parado de luchar contra esas mentiras y suciedades, destinadas a destrozar la fortaleza moral de la ciudadanía y prepararla para que sea esclava de tiranos desalmados. Si quiere comprobarlo, lea los artículos de hace 15 años y verá como ya entonces advertíamos de la infiltración del comunismo en la educación, la cultura y la política y como el peor enemigo de la civilización era la clase política, profundamente corrompida y degradada.
Mentiras tras mentiras: el Mayo del 68, la “liberación sexual”, la droga, las huelgas salvajes, la toma de universidades y fábricas mediante los sindicatos “de clase”, la financiación, adiestramiento y venta de armas de los grupos terroristas, la mitificación de Castro o del Che Guevara, el acoso a Nixon, "OTAN no, bases fuera”, “¿Nuclear? No, gracias”, y más recientemente, lo de Verdes por fuera y rojos por dentro, antifranquismo furibundo y perseguidor, protección del aborto a capa y espada, invierno demográfico, lucha de sexos, pérdida de identidades, condena del “heteropatriarcado” y encumbramiento de su contrario, antimilitarismo obligatorio... Y, por supuesto, el telón de fondo de todo: manipulación del “opio del pueblo” para que fuese el peor enemigo de sí mismo, configurando la única religión verdadera, la socialista.
Las izquierdas marxistas querían desde su nacimiento el asesinato de Dios, del amor y de la libertad, que son los mayores regalos entregados al hombre por la divinidad creadora.
Hoy están muy cerca de conseguirlo, pero quedan luchadores en la resistencia que son capaces, desde la fortaleza, de dar la sorpresa y derrotar el aparentemente invencible ejercito de las sombras y la oscuridad roja, del mismo modo que los escaso y pobres ucranianos están haciendo retroceder al poderoso ejército ruso.
Vacunarse contra el sanchismo, que es el comando español de la invasión mundial de los esclavizadores, es la única salvación y el único camino hacia un mundo mejor que la pocilga que nos están construyendo los discípulos de Lenin, Stalin y el diablo.
Enrólese en la resistencia contra el nuevo mundo que quieren imponernos, consuma información libre, proteste sin descanso contra los abusos y suciedades y vote, si se lo permiten, a partidos nuevos emergentes, que prometan resistencia y que todavía no estén arruinados por la corrupción y el abuso.
Leo Voto en Blanco, por ejemplo.
Francisco Rubiales
Voto en Blanco ha sido consciente, desde su nacimiento, a principios de este milenio, que el socialismo estaba adoctrinando y preparando a la humanidad para el desastre. Y no ha parado de luchar contra esas mentiras y suciedades, destinadas a destrozar la fortaleza moral de la ciudadanía y prepararla para que sea esclava de tiranos desalmados. Si quiere comprobarlo, lea los artículos de hace 15 años y verá como ya entonces advertíamos de la infiltración del comunismo en la educación, la cultura y la política y como el peor enemigo de la civilización era la clase política, profundamente corrompida y degradada.
Mentiras tras mentiras: el Mayo del 68, la “liberación sexual”, la droga, las huelgas salvajes, la toma de universidades y fábricas mediante los sindicatos “de clase”, la financiación, adiestramiento y venta de armas de los grupos terroristas, la mitificación de Castro o del Che Guevara, el acoso a Nixon, "OTAN no, bases fuera”, “¿Nuclear? No, gracias”, y más recientemente, lo de Verdes por fuera y rojos por dentro, antifranquismo furibundo y perseguidor, protección del aborto a capa y espada, invierno demográfico, lucha de sexos, pérdida de identidades, condena del “heteropatriarcado” y encumbramiento de su contrario, antimilitarismo obligatorio... Y, por supuesto, el telón de fondo de todo: manipulación del “opio del pueblo” para que fuese el peor enemigo de sí mismo, configurando la única religión verdadera, la socialista.
Las izquierdas marxistas querían desde su nacimiento el asesinato de Dios, del amor y de la libertad, que son los mayores regalos entregados al hombre por la divinidad creadora.
Hoy están muy cerca de conseguirlo, pero quedan luchadores en la resistencia que son capaces, desde la fortaleza, de dar la sorpresa y derrotar el aparentemente invencible ejercito de las sombras y la oscuridad roja, del mismo modo que los escaso y pobres ucranianos están haciendo retroceder al poderoso ejército ruso.
Vacunarse contra el sanchismo, que es el comando español de la invasión mundial de los esclavizadores, es la única salvación y el único camino hacia un mundo mejor que la pocilga que nos están construyendo los discípulos de Lenin, Stalin y el diablo.
Enrólese en la resistencia contra el nuevo mundo que quieren imponernos, consuma información libre, proteste sin descanso contra los abusos y suciedades y vote, si se lo permiten, a partidos nuevos emergentes, que prometan resistencia y que todavía no estén arruinados por la corrupción y el abuso.
Leo Voto en Blanco, por ejemplo.
Francisco Rubiales
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