Voto en Blanco
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"Votar" o "Botar"


Nota

El diccionario de la RAE define así el término "botar": "Arrojar, tirar, echar fuera a alguien o algo." A muchos nos asalta la duda de que quizás sea mejor "botar" que "votar" a la clase política porque la experiencia está demostrando en España que las cosas no mejoran cuando sustituimos a un gobierno por otro y que los mismos dramas regresan con el tiempo.

Reconozcamos con realismo y verdad que el voto nos está sirviendo para que la democracia sea cada día más débil, para que España retroceda y pierda prestigio, para que persistan la injusticia, el abuso de poder, los impuestos injustos y los gobiernos indeseables y fracasados.
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"Votar" o "Botar"
Después de los nefastos mandatos de Zapatero y Rajoy, España desembocó en Pedro Sánchez, el peor de los tres, bajo el cual se aceleró la división, la decadencia y la siembra del odio en una de las etapas más difíciles desde la muerte de Franco. Esa sucesión de fracasados en el poder demuestra que el "voto" no siempre sirve para mejorar una nación y que a veces es más necesario "botar" a los políticos que votarlos.

Muchos españoles, en vísperas de las elecciones generales, contemplan las urnas como una ocasión para vengarse de un gobierno que ha causado al país daños terribles. Cuatro grandes grupos de ciudadanos se acercarán a las urnas con la papeleta en la mano: (1) los que, inconscientes del fracaso de la política y del drama que nos amenaza, votarán con normalidad suicida a sus partidos preferidos, (2) los que, cargados de resentimiento, quieren vengarse del gobierno votando a la oposición, (3) los que, fanatizados o comprados con el dinero público y los privilegios, seguirán votando al poder, a pesar de los errores y estragos causados al país, (4) y los que, conscientes de que el problema no es sólo Sánchez sino también el sistema, corrupto, antidemocrático y convertido en una sucia partitocracia, quieren expulsar del poder a uno de los peores gobiernos de la moderna historia de España y cambiar el sistema para que no regresen jamás los depredadores ineptos a la Moncloa.

Este último grupo de ciudadanos, cansados de un sistema corrupto hasta las trancas, está más dispuesto a "Botar" a los políticos que a votarlos en las urnas, siempre con la ilusión de regenerar el país e instaurar por fin una democracia auténtica, en lugar del actual remedo corrompido de tiranía camuflada de democracia.

Las próximas serán las primeras elecciones en España desde 1975 en las que millones de ciudadanos tendrán que elegir no tanto entre un partido y otro, sino entre un sistema que no funciona y una regeneración ética y política que muchos ciudadanos desean, pero que los políticos profesionales, de un color y de otro, impedirán con todas sus fuerzas para no perder poderes, privilegios y ventajas.

"Votar" es depositar la papeleta, pero "botar" es expulsar, echar. Los que estamos indignados ante las traiciones a la democracia perpetradas por la casta política española iremos a las urnas no para "votar" sino para "botarlos" del poder, condición previa a todo intento de regeneración y de resurgimiento.

Nunca ha sido tan necesario como ahora los votos de los demócratas españoles, imprescindibles para hacer saber a la "casta" política que basta de errores, de traiciones a la democracia, de corrupción, de abusos y de impunidades.

Todos sabemos votar depositando la papeleta con la lista elegida en la urna, pero quizás no sabemos "botar" a los políticos.

Se logra apostando por partidos nuevos que no estén contaminados y que no hayan participado en la orgía de fracaso, corrupción y abuso desplegada en las últimas décadas. Se consigue también con la abstención masiva, el voto nulo, que incluya una leyenda hostil a la clase política, y haciendo proselitismo contra los partidos que han conducido a España hasta el presente sombrío, donde la división, el odio, la decadencia, la injusticia y el abuso de poder presiden la vida política.

Las urnas vacías o llenas de votos de protesta demuestran con claridad el rechazo ciudadano al abuso y el mal gobierno, pero ni siquiera esas urnas llenas de reproche servirían para hacer cambiar a una clase política tan degradada como la española, experta en incumplimientos, mentiras, despilfarros, endeudamientos atroces, desprecios al ciudadano y prostitución de la democracia y del sistema.

Votar a los viejos partidos, esos que han demostrada su incapacidad para gobernar España, con sus aliados nacionalistas, comunistas, pro terroristas y totalitarios de diversa índole sería un nuevo suicidio ciudadano.

El camino único para regenerar España es hacer morder el polvo a los chorizos, sea cual sea su partido, banda o partida de bandoleros.

Francisco Rubiales

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Martes, 8 de Noviembre 2022
Artículo leído 1093 veces




Comentarios:

1.Publicado por vanlop el 08/11/2022 07:55

La idea que defiende el artículo es muy interesante. Señala cuatro grupos de votantes: el primero es el lanar, el segundo es el voto de ira, el tercero es el de agradecimiento y el cuarto, el estéril.

La idea está clara: echar o botar, siguiendo lo que dice, a la chusma. El gran problema es el como hacerlo. Porque los grupos uno y tres no tienen mucha solución, son gentes que están agradecidos y tienen miedo a perder lo que tienen o simplemente votan porque hay urnas y cuando hay urnas, se vota y se vota al que más suena, al que creen que va a ganar, porque es gratificante saber que se ha acertado.

El dos es el voto de la ira, sentimiento fatal que casa mal con la democracia y claro, ese voto va al partido que nos ahn puesto delante para que lo votemos y que es exactamente igual que le otro.

Nos queda el cuarto. Digo que es el voto estéril porque se dispersa entre partidos pequeños, voto nulo, abstención, blanco y demás posibilidades, que permiten a los grandes seguir a lo suyo. Porque no hay ningún partido minoritario que entusiasme. Recuerden el fiasco de c’s o el más reciente de podemos, se suponía que eran partidos que renovarían la política y resultaron ser los apoyos necesarios para que el sistema se perpetúe. Y ahora vox, va por el mismo camino. No acaban de encontrar su identidad, no hacen propuestas que entusiasmen, salvo a los convencidos y si no cambian, los votos que recibirán serán los esos convencidos y parte de los votos del odio.

Y eso sin contar, como estamos viendo, que los pucheros funcionan perfectamente y lo van a seguir haciendo. Y la prueba, que realmente no lo es, pero nos sirve para pensar un poco, es que no se publican las actas y que ningún partido lo hace. No sirve como prueba, pero nos indica que la mujer de César, por muy honrada que sea, no lo parece.

La otra idea que expresa es muy interesante, aunque, desgraciadamente, no la tenemos asimilada. Las votaciones del año que viene, que deberían ser antes, si los maricomplejines apretaran, van a ser entre un régimen y otro, entre un régimen corrupto y agotado y otro que no ha nacido aún y que no sabemos como puede ser, pero que tiene que ser y servir para destruir el actual.

Con lo cual llegamos a que las próximas votaciones van a ser la última oportunidad de cambiar, porque si siguen los mismos, me temo que ya no haya otra en muchos años, tal vez, algún siglo.

Y otra cosa que tenemos que tener muy en cuenta y que no se nos mete en la cabeza, las urnas vacías no sirven porque el ordenador ya tiene la cifra de votantes o al menos la cifra mínima, que si no se alcanza, se inventa. El voto nulo, te lo presentan como el de los tontos que no se han enterado que hay que echar una papeleta sin escribir nada y el voto blanco, se disimula lo mismo que la abstención. Sólo la publicación de las actas, permitiría cualquiera de estas formas de protesta.

Imaginemos que en una urna salen veinte votos nulos, la gente pensará que son votos de protesta. Pero si nos presentan que en una provincia hay dos mil votos nulos, la gente piensa que hay dos mil despistados o tontos. Porque no van a presentar los votos nulos reales. Y esto mismo sirve para las demás formas de protesta.


https://www.hispanidad.com/economia/increible-pero-cierto-onu-amenaza-elon-musk-por-traer-libertad-twitter-asegura-provocara-delitos-odio_12038140_102.html

¿Y si fuera verdad que Francia contrata a “yihadistas” en Mali?
https://www.larazon.es/internacional/20221106/mtqb52znpjhnzlwrbqcqjx7voq.html

El 28 septiembre ya aparecía en Internet que Lula había sido elegido presidente en 2022.

Hubo muchas urnas donde Bolsonaro sacó 0 votos.

Dicen que Lula habría fallecido en un Hospital. Esto es muy fácil de comprobar, mañana se sabrá de cierto.

Lo único cierto en que en Brasil hay un caos bastante grande.

Parece que a Vonderlechen la van a investigar por los contratos de su marido.

https://okdiario.com/andalucia/menores-barrio-malaga-unen-linchar-banda-magrebis-que-les-robaba-agredia-9941309?utm_medium=Social&utm_source=Facebook#Echobox=1667735795

Este artículo parece que se lo dedican al Sr ministro de la cosa.

https://www.acodap.org/acodap-y-presencia-denuncian-ada-colau-presuntas-cuentas-paraisos-fiscales/

¡Ah, la izquierda divina!

☝️PDVSA colapsada: Caída de 50% de la producción petrolera pone en jaque al régimen de Maduro.

Pasmao

El enlace que pone no tiene desperdicio. La frase del principio es la clave: “Rusia es un país ortodoxo que profesa valores tradicionales. Por eso debe ser destruida sin importar el precio que paguemos”.

Y el precio es inmenso, justo hasta el último ucraniano.

A esta sociedad se le hace muy extraño que en Rusia primen los valores tradicionales, empezando por el cristianismo, por eso se nos hace tan difícil entender a Rusia y nos creemos con absoluta facilidad toda la propaganda de guerra.

Dicen, pero cualquiera sabe, que el canciller se está acercando a los BRICS, eso supondría el abandono del dólar y salir de la otan. Es demasiado bueno para ser verdad.

Mentalmente

Muy interesante lo de las cuatro guerras simultáneas. También es muy curioso y da que pensar, que para eliminar las guerras, de ahí el gobierno mundial, se fomenten las guerras.

2.Publicado por Pasmao el 08/11/2022 15:30
Buenas tardes Don Francisco

Hay un aspecto TABU a lo hora de votar. EL VOTO NULO

Tenga la seguridad de que si en vez de quedarse en casa renegando un 15% del censo se pasara por el colegio electoral y metiera en el sobrecito de marras un papelito (también serviría una papeleta de su partido "favorito") con un escrito ben gordo que pusiera "vayanse todos a tomar por *ulo" o similar muchos políticos se tentarían la ropa.

Porque no es lo mismo quejarse desde el sillon de casa, o del bar, que molestarse en ir hasta el Colegio, elegir la papeleta, escribir sobre ella con un rotulador bien gordo un mensaje conciso y directo, esperar la cola y votar.

Y ELLOS LO SABEN.

Otra cosa es que al respecto callen como puertas. Por que saben que de convertirse en costumbre y continuar al alza el sistema quedaría mas desacreditado que con una abstención masiva. Tanto que igual convertían en delito la apología del Voto Nulo.

Pregunte a algún político con el que tenga confianza y vea la cara que pone. Mas que lo que dice, si le comenta que maneja una encuesta secreta que dice que se espera un % de voto nulo.

Un cordial saludo

3.Publicado por francisco.lopez.roma@gmail.com el 08/11/2022 22:21
Es muy tarde ya para el Sr. Rubiales, que ya estará acostao pensando en el artículo de mañana, pero simplemente comentar que mas que BOTAR a los políticos lo que hay que hacer es ACABAR con los políticos. Y no se acaba ni votando a partidos pequeños, ni en blanco, ni no votando, ni votando nulo. Se acaba con ellos cuando la sociedad, toda la sociedad, a quién sea político, lo rechace de plano: Desde sus familiares, sus vecinos, sus amigos, sus posibles compañeros de trabajo (si trabaja), si van a comprar a algún sitio no se les suministra nada, si van a un restaurante o bar no se les sirve nada. Rechazo total, cuando tenga que vivir en guetos para ellos, cuando sean considerado como lo que realmente son: La escoria de la Humanidad, entonces, y sólo entonces, botaremos a los políticos.

Sociedad sin políticos, sin política.

4.Publicado por mentalmente el 08/11/2022 23:12
Buenas a todos,

Créanme no es una cuestión ligera, esto del voto, es algo real. Todo el mundo debería votar, en cualquier país que admita votar opciones o personas políticas diferentes. Con la única excepción de personas que realmente no les importen los asuntos públicos, lo cual ya sería algo raro y además, en mi opinión, eso estaría mal moralmente o civilmente, pero en ese caso tendría sentido no participar. Así como el de alguien que se considere interesado, pero no se estime a sí mismo suficientemente competente para tomar esa decisión. Esto sería más probable, pero sería raro también. Porque todo el mundo tiende a tener una idea preconcebida aunque sea errónea.

Pero, justamente, las personas que ven los detalles escabrosos, que ven los problemas en cada opción, son las que más tendrían que votar, porque tendrían que pensar, su decisión sería más racional, basada en algo que les pertenece más a ellos, su complejo razonamiento, que al sistema que por defecto, tiende a hacer que parezca fácil y fanatizar a las personas menos experimentadas con este asunto.

Se pueden decir muchas cosas, según que países y sistemas, y es cierto, que las opciones están muy limitadas por el poder fáctico establecido, pero eso no ensucia la idea de lo que el sistema constitucional partitocrático pretende, y porque y como ha llegado a eso, el poder fáctico influye siempre, eso nunca cambiará, en cualquier tipo de gobierno, por todo lo que es capaz de hacer y también lo que le dejamos hacer, para influir en esa decisión, pero aún así, lo que importa es quién toma la decisión final, y eso, con este sistema, sea como sea o parezca, lo hacen los ciudadanos. Tanto sea con el voto, o con su libertad permanente para organizarse, financiarse a sí mismos y presentarse políticamente, aunque no hagamos uso de esa libertad que tenemos por comodidad e inercia.

Te pueden influir mucho para que apoyes una cosa, pero eso no significa que termines apoyándola en el momento final. La voluntad del ciudadano importa y puede cambiar en cada momento, cualquier momento puede ser de cambio y de elementos inesperados.

No es poca cosa aunque nos lo parezca porque nos hemos acostumbrado. Cada ciudadano individualmente puede hacer muchísimas cosas con este sistema para influir en la política, porque la constitución lo permite. Y además necesita de alguien siempre para formar gobierno... esto es relevante.

En otros sistemas políticos, el poder tiende a heredarse directa o indirectamente, sin una "decisión final" por parte de los ciudadanos. No es que sea peor, es diferente, y el hecho de que a nosotros, por razones históricas, culturales,etc tengamos esa opción, nos debería importar mucho, porque el sistema necesita que nos volquemos sobre él en cierta forma, para sacar un grupo de gobierno. En vez de, como sería de otra forma, que alguien de alguna manera hereda el poder o se hace con el de alguna manera normalmente usando la fuerza.

El grupo de gobierno, no es sólo lo que ese gobierno hace, es también la circunstancia en la que lo hace, lo que dice, cuando lo dice, que ideas está proyectando o favoreciendo. Todo eso importa, porque la gente no solo vota un gobierno para que le resuelva problemas, vota el pensamiento político del gobierno, el que le va a representar oficialmente.

Así pues, por mucho que no nos guste Sánchez, él nos representa a todos los españoles, por tanto que gobierne mal, es peor para nosotros que si fuera una dictadura y evidente y descarada. De ser una dictadura, los españoles tendríamos menos responsabilidad, que un sistema que lo pone todo de tal forma que facilita la interacción del ciudadano con el gobierno de una manera indirecta, con el voto, pero al mismo tiempo, rotunda, ya que lo que salga se debe respetar. Que se respeta incluso con grandes sospechas de fraude. En un tira y afloja entre poder fáctico y voluntad popular cuando no son coincidentes.

Nos deja en mal lugar como seres pensantes tener opción a votar, y tener un gobierno, que en mi opinión concreta, es repugnante y absolutamente intolerable. Así que me avergüenzo muchísimo de tenerlo. Aunque no lo haya votado, pero de haberlo votado, seguramente sentiría lo mismo. Me sentiría estafado a un nivel infinito. Y eso no puedo aceptarlo tranquilamente y no hacer nada para corregirlo.

Uno que está profundamente indignado no debería votar algo que favoreciera que ese tipo de actitud siguiera representándole.

Ese poder fáctico, que en cierta manera, haya llegado a adaptarse y permita a la ciudadanía decidir entre opciones diferentes, dentro de cierto margen, es mucho, y eso es algo que siempre puede llevar a tener más libertad. El poder si bien es causa natural de corrupción y objeto de desconfianza (al menos, según la tradición liberal), no significa que hay que dejarle vía libre total, porque el poder absoluto, corrompe absolutamente, eso también es tradición liberal, (y a eso lleva la abstención), ese poco de oposición que permite este poder, lo necesita, exige su propia compensación para no hundirse en su propio abismo.

Siempre habrá un espacio de libertad, porque sin ella, el ser humano se engulle a sí mismo como un agujero negro, y lo sabe. La mayoría de dictaduras se venden como regímenes de libertad o incluso como democracias.

Y muchas de ellas persisten en ese estado, a la sombra, en oposición, o como ente dependiente, de todo lo que les aporta y les influye culturalmente el "mundo libre", que, sigue siendo cultura hegemónica mundial. El fruto de la historia no es casualidad.

Lo que vengo a decir aquí, quizás necesite otro comentario, pero parece de sentido común, que la cultura de libertad debe surgir en cualquier especie inteligente, hasta tener éxito, y una vez ahí, el paradigma cambia para el resto de culturas, ya que, habiendo una cultura dominante libre, no "necesitan" que la suya misma lo sea.

Habiéndose satisfecho la necesidad de libertad en una parte de la humanidad, toda la humanidad se beneficia como si también lo fuese, aún sin serlo.

La vida humana, inteligente, exige siempre espacios de libertad, incluso cuando y donde no lo parece.

En la partitocracia, una especie de república multi-aristocrática electoralista, una cultura másiva de aceptar el resultado, y una constitución de raíces liberales, que ordena todo esto, todo eso vale muchísimo, aunque no sea la utopía o el ideal que todo el mundo en general tiende a buscar sobre su satisfacción.

Pero lo despreciamos porque estamos acostumbrados a ello, y raramente le damos la importancia que merece, dentro de todo el contexto general del mundo.

Quizás no se entenderá la importancia de esto hasta que esté derecho, el derecho a voto sea suprimido del todo. Por eso me veo en la obligación de insistir.

Yo no me creo ser alguien especial, si esto lo veo así es porque es fruto de una personalidad con la costumbre de pensar, activamente constantemente, nunca he parado de pensar las cosas, atendiendo a cada nuevo detalle, cada elemento nuevo a considerar, hasta encontrar la manera definitiva de resolver los problemas relacionados con asuntos públicos.

Fruto de esta actitud, que en mi caso no es para nada un trabajo, si no algo que me sale naturalmente, creo que todo el mundo tiene algo de esto. Algunas cosas, que no son, circunstancialmente moneda de uso común, las tengo muy claras. Esta es una de ellas.

No votar no sirve políticamente para el motivo que el ciudadano quiere darle, y entra en contradicción. Puede que el abstencionista desee una dictadura consciente o inconscientemente, pero su no hacer genera una indeterminación que abre la puerta a más conflictos y luchas por el poder de diversos grupos, de dentro o fuera del sistema.

No es como tener una monarquía absoluta, es como tener una monarquía absoluta en la que el rey ha muerto sin un heredero claro, dejando vía libre a una lucha entre familias, porque ninguna querrá ser menos que la otra. O sin ningún heredero, dando lugar a una situación abierta, en la que cualquiera puede postularse como nuevo rey, o que grupos de poder instauren una república a su medida, ese vacío, esa indeterminación, a lo que lleva finalmente es a una guerra civil. Y en España, eso ya lo hemos vivido.

El voto es poder real, incluso si se amaña, porque no se puede amañar completamente, los mecanismos de amaño no son infinitos, el que no lo usa lo que realmente está diciendo de sí mismo es que no le interesan los asuntos públicos. Porque la más mínima diferencia debería importarle mucho, lo mismo que si le importa si alguien le rompe un cristal de su coche, o sea, sí importa, porque de pequeñas diferencias a priori en el presente, hay grandes diferencias de resultados a futuro.

Por otra parte, beneficia que la gente piense, tiene que plantearse por qué existen esas opciones políticas, para tomar esa decisión primero hay que pensar, aunque se puede hacer sin pensar mucho, pero eso no cambia la responsabilidad que está en esa acción. El hecho de que la gente acostumbre a llevar esto de aquella manera, no significa que tenga que ser así, eso es cosa de cada persona.

Y todo el mundo puede pensar y a todo el mundo le importan los asuntos públicos, o deberían, por más egoísta que sea un persona, le deben interesar aunque sea para su propio beneficio.

Estoy convencido de que, la masa de abstencionistas, que es muchísima gente, que seguramente proceden en algunos casos de votantes que no pensaban demasiado, al no tener una predilección clara de voto, tendría que pensar, en las consecuencias de cada cosa, eso es positivo, en ese esfuerzo, no lo harían si no se obligaran a sí mismos a decidir, algo de esa inteligencia, de ese esfuerzo, se traduciría en un resultado mejor antes que uno peor. Por otra parte, la mentalidad, la actitud como votante, de ese hipotético abstencionista, casi seguro que no sería fanática, si no racional. Mucho más racional y planteándose nuevas cosas. Todo eso es positivo.

Las espectativas creadas con el sistema tienen mucho que ver con como somos nosotros como sociedad y no tanto con como son los políticos, porque ellos no crean esas espectatuvas, ellos como mucho, las aprovechan, encuentran nuestras debilidades y aprenden a explotarlas sistemáticamente. Precisamente por esto, aquel ciudadano que vea este tipo de cuestiones tendría que participar, para decantar la balanza en el sentido contrario.

Y nadie puede esperar que un gobierno solo en 4 años de legislatura obre un resultado que se note directamente en beneficios directos de los ciudadanos, como trabajo, salud, economía, etc. Necesariamente debe evaluar si los pasos que realiza dicho gobierno van en el sentido correcto, en vez de evaluar si vive mejor o peor al año y medio.

Un saludo

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 Ideario

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Este blog no es una plataforma de promoción del Voto en Blanco, sino un medio de castigo al mal gobierno y a la política antidemocrática que utiliza el termino “Voto en Blanco” por lo que conlleva de protesta y castigo al poder inicuo.

El voto en blanco es una bofetada democrática a los poderes políticos ineptos y expresa la protesta ciudadana en las urnas cuando padece gobiernos insoportables, injustos y corruptos. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Conscientes del riesgo que representaría un voto en blanco masivo, los gestores de las actuales democracias no lo valoran, ni lo contabilizan, ni le otorgan plasmación alguna en las estructuras del poder. El voto en blanco es una censura casi inútil que sólo podemos realizar en las escasas ocasiones que se abren las urnas. Esta bitácora abraza dos objetivos principales: Valorar el peso del voto en blanco en las democracias avanzadas y permitir a los ciudadanos libres ejercer el derecho a la bofetada democrática de manera permanente, a través de la difusión de información, opinión y análisis.




HIENAS Y BUITRES. PERIODISMO Y RELACIONES PERVERTIDAS CON EL PODER


Hienas y buitres es un libro escrito para despertar y movilizar las conciencias dormidas e intoxicadas desde el poder. Leerlo representa un vuelo rasante por encima de los secretos de la comunicación moderna y de los recursos y trucos que utiliza el poder para ejercer el dominio.
Las relaciones entre políticos y periodistas siempre han sido tormentosas. Son dos poderes decisivos que en las últimas décadas han pretendido dominar el mundo. En ocasiones lo han mejorado, pero otras veces lo han empujado hacia el drama y el fracaso. Políticos y periodistas se aman y se odian, luchan y cooperan, nos empujan hacia el progreso y también nos frenan. Son como las hienas y los buitres, que comen y limpian huesos juntos, pero sin soportarse. Al desentrañar el misterio, aprenderemos también a defendernos de sus fechorías.
Los medios son la única fuerza del siglo XXI que tiene poder para poner y quitar gobiernos y para cambiar los destinos del mundo.
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DEMOCRACIA SEVERA. MÁS ALLÁ DE LA INDIGNACIÓN


Lo que hoy llamamos "democracia" es un triste remedo de lo que fue ese sistema en sus orígenes. Los políticos han aprendido a violarla y la han desnaturalizado y desarmado. "Democracia Severa, mas allá de la indignación" (Tecnos 2015), de Francisco Rubiales Moreno y Juan Jesús Mora Molina, es un libro que denuncia la degradación de la democracia y señala las reformas que el sistema necesita para que sea justo y decente y para que los políticos estén bajo control.
A la democracia le faltan piezas de gran importancia: exigencias éticas, controles a los políticos, que deben ser examinados, psiquica y moralmente, por comisiones independientes, auténtica separación de los poderes y otorgar un papel preponderante a la sociedad civil y al ciudadano, que deben influir y, sobre todo, supervisar la labor de los gobernantes, pudiendo, incluso, destituirlos. La impunidad debe acabar, como también la tolerancia frente a la corrupción y esos cheques en blanco que permiten a los políticos gobernar como les da la gana, ignorando la opinión de los ciudadanos, que son sus jefes y los soberanos del sistema.
Democracia Severa, que ya está en las librerías, aporta lucidez, libertad y solvencia ciudadana. Es una reflexión de denuncia que señala los puntos débiles de nuestro sistema y ayuda a la regeneración y a construir un mundo mejor.
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Las revelaciones de Onakra el escriba de Dios

Este libro, publicado por Francisco Rubiales Moreno, Las Revelaciones de Onakra, el escriba de Dios, no es, como los tres anteriores del mismo autor (Democracia Secuestrada, Políticos, los Nuevos Amos y Periodistas sometidos), un ensayo de pensamiento político, sino una original narración que recoge misteriosas revelaciones sobre la llegada de los primeros ángeles a la Tierra, sus relaciones con las especies vivientes del planeta, el nacimiento de la inteligencia humana y el inicio de esa lucha a muerte entre el bien y el mal que domina la existencia humana, desde el principio hasta el final de los tiempos.
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Periodistas sometidos. Los perros del poder

Periodistas Sometidos. Los perros del poder (Editorial Almuzara, 2009), el último libro publicado por Francisco Rubiales, ha sido acogido con gran interés por políticos, periodistas y ciudadanos interesados en conocer con detalle la profunda crisis del periodismo en España, el sometimiento al poder de miles de periodistas y de redacciones completas, la agonía del periodismo libre, independiente y crítico y la rotura de la vieja alianza entre periodistas y ciudadanos, sin la cual la democracia deja de existir.
Es el tercer y último libro de la trilogía de pensamiento político que comenzó con Democracia Secuestrada (Almuzara 2005) y continuó con Políticos, los nuevos amos (Almuzara 2007).
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Políticos, los nuevos amos

Políticos, los nuevos amos es el nuevo libro de Francisco Rubiales, publicado tras el éxito de Democracia secuestrada.

Como afirma el ex ministro Manuel Pimentel en el Prólogo,"Políticos, los nuevos amos afronta el problema de la degradación del poder con extraordinaria valentía, claridad y profundidad".
Pimentel, que recomienda la lectura del libro a los presidentes, ministros, altos cargos políticos, militantes y a cualquier ciudadano inquieto y preocupado por la democracia, lo define como un libro "duro, libre, alejado de lo políticamente correcto, capaz de provocar reflexiones y golpes de conciencia muy dolorosos".
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Democracia Secuestrada

La rebelión ya ha comenzado. Los ciudadanos quieren regresar del exilio y revitalizar una democracia que está postrada y secuestrada. El ciudadano será de nuevo el protagonista en una democracia auténtica y regenerada. El ser humano está dispuesto a construir a cualquier precio la catedral del futuro. Hay una fuerza desconocida que le impulsa a hacerlo, a pesar de sus cobardías, dudas y fracasos Pero, hasta conseguirlo, tendrá que atravesar desiertos y desfiladeros poblados de peligros y de alimañas dispuestas a defender con sangre y fuego sus privilegios.
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