Narración real de un acto de piratería británico
Hemos estado tan mal gobernados y hemos sido tan incapaces de gestionar nuestra fuerza que nuestros políticos no sólo no han conseguido recuperar el territorio robado por los ingleses, sino que han logrado que todo el Campo de Gibraltar sea casi una colonia del minúsculo peñón inglés.
El Brexit nos ofrecía la posibilidad de recuperar la soberanía, aunque quizás compartida con los británicos, pero nuestros políticos ni se atreverán a plantearlo porque saben que miles de trabajadores españoles y sus familias viven de las migajas de la colonia británica y tendrán que dejar pasar esta nueva oportunidad para reconquistar lo que los piratas ingleses arrebataron un día a los españoles.
Cualquier paleto español sabe que la mejor manera de recuperar Gibraltar es creando en su entorno empleo y riqueza, pero nuestros políticos, ineptos, llevan cuatro décadas creando miseria y desempleo en los aledaños de la Roca.
Aunque duela, es lícito afirmar que la política española con respecto a Gibraltar ha sido tan estúpida y torpe que ha ayudado a Gran Bretaña a mantener su colonia hispana.
Los gibraltareños (llanitos) se pasean por la Costa del Sol como millonarios y disfrutan de sus propiedades en la costa española como si fueran turistas de lujo, en lugar de ser tratados como usurpadores de nuestro suelo y piratas.
Para colmo de males, el narcotráfico se ha hecho fuerte en el entorno del peñón, donde los lanchar cargadas de drogas cruzan libremente el Estrecho y los traficantes ya son capaces de organizar bandas armadas se atreven a rescatar a sus capos de las manos de la policía.
Los políticos españoles tienen que entender que son elegidos en las urnas no para gobernar, sino para gobernar bien y resolver problemas. Desde hace décadas, ser elegido en España equivale a entrar en un mundo de ensueño, lleno de privilegios, ventajas y carente de riesgos, donde nadie paga por sus errores ni rinde cuentas ante el pueblo soberano.
Esos políticos parece que han olvidado que recuperar el suelo patrio arrebatado de Gibraltar sigue siendo un deber ineludible para todo español, desde 1704.
Francisco Rubiales
El Brexit nos ofrecía la posibilidad de recuperar la soberanía, aunque quizás compartida con los británicos, pero nuestros políticos ni se atreverán a plantearlo porque saben que miles de trabajadores españoles y sus familias viven de las migajas de la colonia británica y tendrán que dejar pasar esta nueva oportunidad para reconquistar lo que los piratas ingleses arrebataron un día a los españoles.
Cualquier paleto español sabe que la mejor manera de recuperar Gibraltar es creando en su entorno empleo y riqueza, pero nuestros políticos, ineptos, llevan cuatro décadas creando miseria y desempleo en los aledaños de la Roca.
Aunque duela, es lícito afirmar que la política española con respecto a Gibraltar ha sido tan estúpida y torpe que ha ayudado a Gran Bretaña a mantener su colonia hispana.
Los gibraltareños (llanitos) se pasean por la Costa del Sol como millonarios y disfrutan de sus propiedades en la costa española como si fueran turistas de lujo, en lugar de ser tratados como usurpadores de nuestro suelo y piratas.
Para colmo de males, el narcotráfico se ha hecho fuerte en el entorno del peñón, donde los lanchar cargadas de drogas cruzan libremente el Estrecho y los traficantes ya son capaces de organizar bandas armadas se atreven a rescatar a sus capos de las manos de la policía.
Los políticos españoles tienen que entender que son elegidos en las urnas no para gobernar, sino para gobernar bien y resolver problemas. Desde hace décadas, ser elegido en España equivale a entrar en un mundo de ensueño, lleno de privilegios, ventajas y carente de riesgos, donde nadie paga por sus errores ni rinde cuentas ante el pueblo soberano.
Esos políticos parece que han olvidado que recuperar el suelo patrio arrebatado de Gibraltar sigue siendo un deber ineludible para todo español, desde 1704.
Francisco Rubiales
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