Pedro Sánchez contra España

Hoy voy a disentir parcialmente con lo que dice, porque hay cosas que no encajan.

Por supuesto que es un mediocre. Es un psicópata de libro, listo, pero no inteligente como son, afortunadamente, los psicópatas. Es un egoísta supremo, lo primero es él, lo segundo, él y lo tercero, cuarto... Él y en un lugar muy lejano, el partido y ya no se me ocurre cuáles son sus deseos, porque los españoles no lo son en ningún caso.

Como la mayoría de los listos que buscan su beneficio, lo primero es enriquecerse y al no tener ningún freno moral, cualquier cosa es buena con tal que deje beneficios. En eso es muy bueno. Sin embargo, tal vez por encima de su ambición económica está su ambición de poder y el poder se ejerce sometiendo a los demás, así que mirando las cosas desde el objetivo de someter a todos, se entienden muchas cosas de las que ocurren.

La mejor forma de someter es conseguir que todos suspiren por recibir las migajas, de ahí el desastre económico que tenemos. Se trata de llevar a la subvención al mayor número posible de españoles. Obsérvense las leyes que está produciendo, leyes que tienen por objetivo el empobrecimiento. Por ejemplo, el trato que se da a los okupas, eso produce que la gente no compre casas con lo que la construcción no levanta cabeza y las calles están llenas de piso que se venden y nadie compra. Otro ejemplo es el desastre educativo. ¿Y qué decir de las subidas de impuestos? Todos los sectores están destrozados. Y eso es bueno, cada vez más gente tiene que recurrir a las ayudas y eso da votos. O parece que da votos, porque en realidad no importa lo que la gente vote, los resultados ya están escritos desde antes.

Otra constante es el problema de seguridad, que se agravará cuando salga la ley que deja a las policías incapacitadas para su función. Conviene que la gente esté en tensión, preocupada por los delincuentes, en lugar de pensar en lo que hace el gobierno.

El enriquecimiento de cualquier político es notorio, ya ni se esconden, los altos cargos tienen millones en el extranjero, los pequeños, se limitan a tener un sueldo que pretenden sea vitalicio. Todo pagado por los trabajadores, que cada vez ganan menos.

Como consecuencia del mal gobierno, la inflación se ha disparado, pero no importa, se suben los impuestos y tan amigos.

Le dedica a la plandemia una buena parte del artículo. Si se mira desde el punto de vista de dominio, la cosa se entiende mejor. Después de dos años no se ha aislado el virus en ningún enfermo o fallecido, ni siquiera que saben exactamente los mecanismos de la enfermedad. Según nos dicen, se ha vacunado al 90 % de la población en una campaña obsesiva con presiones de todo tipo y ahora resulta que las vacunas no sirven porque la gente enferma igual, va a la UCI igual y al cementerio igual que antes. Las medidas que se toman son las mismas que el año pasado, que se demostraron ineficaces y no sólo se toman, es que obligan.

La intención clarísima es que no haya Navidad y de paso rematar la hostelería, ahora que estaba levantando cabeza. Ayer en TV, que es mucho mejor que el BOE, dijeron que mejor no fueran a los locales a cenar, mientras se lanzan a restringir movimientos y enmascarar a todo el mundo. Lo del pase sanitario es pura vergüenza, porque los encargados de pedirlo son los hosteleros y si alguien está en el local sin pase, la multa es para ellos.

Lamentablemente, la situación, según nos dicen, es similar en toda Europa, pero observen que no se habla del mundo, no se habla de la India, ni de Japón ni por supuesto, de África, donde apenas el 10 % se ha inyectado y la enfermedad no se aprecia y no salgan con el cuento de la dispersión de la población, porque hay varias ciudades inmensas, donde se deberían estar muriendo a chorros y no se habla de eso.

El gobierno ha pasado el problema a las taifas y vemos que en algunas, la tiranía es brutal, porque, en el fondo, cada reyezuelo es un tirano que sale a relucir cuando lo dejan. Por lo que si el presidente es un desastre, tenemos 17 desastritos para acompañarlo.

Lo dejo aquí, porque en algún sitio hay que dejarlo, ya que se puede escribir una enciclopedia con los desmanes de este desgobierno de ineptos ambiciosos que piensan sólo en ellos.

Buenas a todos,

Sobre lo que dice vanlop sobre la inteligencia de los psicópatas, solo quería anotar lo que menciona el autor de "Ponerología política", que es psiquiata/psicólogo, y que ha estudiado casos reales de psicopatía.

Dice que los psicópatas promedio no son más inteligentes, tienen una inteligencia media, similar a cualquier otra persona no psicopática. Habla sobre este punto de la inteligencia de los psicópatas como un mito que se establece previamente antes de su estudio profesional.

A mi modo de ver, lo que ocurre es que las personas empáticas, las "normales", nos cuesta mucho más desenvolvernos en diversas situaciones porque además de solucionar problemas para desenvolvernos en la vida, tenemos que tratar de satisfacer también nuestra propia conciencia. Y esa tarea a veces puede resultar en no hacer nada ante una situación, crear complejos, personas tímidas, muchos tipos de inhibiciones que tenemos como producto de ser personas sociales. Tenemos la misma inteligencia, pero nuestro mundo de problemas es más complejo.

El psicópata, no existe un tipo específico, pero por regla general yo podría decir, que es el lado opuesto a la persona llena de complejos, es una persona que tiene menos inhibiciones de las que son mínimamente saludables tener, su mente es como una dictadura gris, o daltónica, vive en un mundo con menos colores que la gran mayoría de seres humanos.

Esta analogía con el daltonismo aparece en Ponerología política, y es muy interesante, sus problemas, son más sencillos desde su punto de vista, lo que le aparenta parecer más inteligente, pero a costa de confundir manzanas podridas con manzanas buenas, esto de que "la inteligencia sea aparente" no aparece en ponerología política, esto lo agrego yo, es deductible del resto.

El mito de la inteligencia del psicópata como yo veo, se debe a su falta de inhibiciones por la cual tiende a simplificar o reducir el esfuerzo mental que debe hacer para cumplir con las tareas que considera necesarias. Hay que entender que su mundo es diferente. Por tanto sus problemas son diferentes. Y son más sencillos que los de los humanos empáticos. Pese a que esas tareas a plena luz y taquígrafos puedan incluir actividades anormales, moralmente reprochables, difíciles de imaginar que alguien las haga de manera sistemática.

Este daltonismo les puede llevar a ser personas existosas socialmente, porque inspiran seguridad, tienen menos dudas o ninguna sobre lo que deben hacer cada vez, eso facilita que sean el tipo de personas que suelan liderar organizaciones, es el tipo de persona que parece que sabe lo que quiere y lo hace.

Esto precisamente puede inducir a esta vulnerabilidad constante en la sociedad. La sociedad "normal" es muy permeable a la influencia de estas personas, porque transmiten mucha seguridad. Que es algo que las sociedades demandan por naturaleza frente a una situación de incertidumbre o de caos, que no es de buen gusto para el individuo promedio.

Simplemente espero haber aportado una reflexión interesante sobre eso.

Un saludo.