Cada día resulta más difícil llenar un mitin o acarrear asistentes u oyentes para actos públicos y conferencias pronunciadas por dirigentes políticos. La situación es consecuencia directa del desprestigio de la política y del alejamiento de los ciudadanos.
Pero los expertos en marketing político no se amilanan y han ideado el "escenario mediático", un truco que consiste en colocar a una parte de la audiencia detrás del conferenciante para que el líder siempre aparezca "arropado" y "triunfante" ante las cámaras de la televisión.
El escenario mediático es el favorito de los asesores en marketing, que eligen cuidadosamente los rostros que deben aparecer detrás del conferenciante, generalmente jóvenes, a los que se les pide que muestren ante las cámaras atención y optimismo.
Después del fracaso de algunos mítines y comparecencias públicas de dirigentes, los partidos políticos han aprendido la lección y hacen sonar ahora las alarmas cada vez que uno de sus dirigentes es invitado a un foro, para que acudan en masa los militantes y seguidores más próximos y fieles.
En algunos casos, la coacción ha sido evidente y el partido ha amenazado hasta con sanciones a los suyos si no acuden a determinado acto para "arropar" al líder.
En la polítizada Francia, donde el descrédito de la política es un fenómeno creciente, inédito y sorprendente, la situación del fracaso en mítines y conferencias ha llegado a límites insoportables, hasta el punto de que están creándose empresas "innovadoras" especializadas en "llenar" actos políticos a cambio de dinero.
Esas empresas, que se nutren principalmente de jubilados y de estudiantes, ofrecen público "a la carta", según las necesidades de cada acto, y pagan a sus "extras" entre 10 y 20 euros por cabeza, además de lo que puedan "pillar" en los cócteles que muchas veces se ofrecen tras las conferencias y mesas redondas.
Una de ellas, radicada en París, con cuentas cada día más saneadas, ofrece a los organizadores de actos políticos públicos y audiencias compuestas por "parejas maduras y bien vestidas", "jóvenes" y "otros grupos seleccionados".
Pero los expertos en marketing político no se amilanan y han ideado el "escenario mediático", un truco que consiste en colocar a una parte de la audiencia detrás del conferenciante para que el líder siempre aparezca "arropado" y "triunfante" ante las cámaras de la televisión.
El escenario mediático es el favorito de los asesores en marketing, que eligen cuidadosamente los rostros que deben aparecer detrás del conferenciante, generalmente jóvenes, a los que se les pide que muestren ante las cámaras atención y optimismo.
Después del fracaso de algunos mítines y comparecencias públicas de dirigentes, los partidos políticos han aprendido la lección y hacen sonar ahora las alarmas cada vez que uno de sus dirigentes es invitado a un foro, para que acudan en masa los militantes y seguidores más próximos y fieles.
En algunos casos, la coacción ha sido evidente y el partido ha amenazado hasta con sanciones a los suyos si no acuden a determinado acto para "arropar" al líder.
En la polítizada Francia, donde el descrédito de la política es un fenómeno creciente, inédito y sorprendente, la situación del fracaso en mítines y conferencias ha llegado a límites insoportables, hasta el punto de que están creándose empresas "innovadoras" especializadas en "llenar" actos políticos a cambio de dinero.
Esas empresas, que se nutren principalmente de jubilados y de estudiantes, ofrecen público "a la carta", según las necesidades de cada acto, y pagan a sus "extras" entre 10 y 20 euros por cabeza, además de lo que puedan "pillar" en los cócteles que muchas veces se ofrecen tras las conferencias y mesas redondas.
Una de ellas, radicada en París, con cuentas cada día más saneadas, ofrece a los organizadores de actos políticos públicos y audiencias compuestas por "parejas maduras y bien vestidas", "jóvenes" y "otros grupos seleccionados".
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