Las izquierdas rechazan y persiguen a los cristianos porque los consideran un obstáculo para la tiranía. Piensan que son demasiado libres, que exigen libertades y derechos y que rechazan el Estado imponente que ellos adoran. A muchos de los que mandan les gusta hacerse una foto con el papa, pero hacen todo lo posible por destruir el catolicismo. La comunista española Yolanda Díaz, vicepresidenta del gobierno izquierdista de Pedro Sánchez en España, ha sido el último ejemplo de dirigente totalitaria y anticristiana fotografiada con el papa Francisco.
El cristianismo cree en la libertad y destaca que Dios ha creado al hombre libre, lo que deslegitima a todo el que quiera someterlo y esclavizarlo. La defensa cristiana de la responsabilidad personal (el hombre es dueño y responsable de sus actos) y de la libertad individual lo hacen incompatible con el comunismo y con el sistema autoritario y único que quiere imponer en el mundo el poder en las sombras, el conocido como Nuevo Orden Mundial (NOM).
Basta analizar el papel ejercido por el cristianismo en la lucha contra el viejo comunismo soviético para entender por qué las izquierdas odian a los cristianos y hacen lo posible por erradicar esa religión. Sin la lucha callada pero incansable de los cristianos, tal vez la URSS y sus satélites todavía estarían vivos.
El sentirse hijo de Dios aporta al ser humano una dimensión enorme y única en el panorama religioso mundial El cristiano es libre hasta para aceptar o no a su mismo Dios, lo que le capacita y le otorga el derecho de aceptar o rechazar cualquier modelo político y para juzgar libremente a sus dirigentes y autoridades.
Lógicamente, los totalitarios que aspiran a subyugar a la Humanidad y esclavizar a los pueblos, sometiéndolos al yugo de un Estado deificado, no pueden permitirlo.
Parece una paradoja, pero desde el punto de vista de la filosofía, la política y la religión, nada hay más revolucionario y libre en el mundo actual que ser cristiano.
La persecución contra los cristianos se ha universalizado y funciona en la mayoría de los países. La represión utiliza diferentes sistemas, dependiendo de la sociedad y el gobierno. La gama va del asesinato directo hasta la presión y el hostigamiento constante con impuestos especiales, marginación, acoso legal, atentados y miedo en grandes dosis, hasta conseguir que los cristianos emigren o abjuren de su fe. Entre los países que atacan con saña a los cristianos destacan Nigeria, Corea del Norte, China y muchos países comunistas e islámicos.
En la España socialcomunista el acoso es más sutil, pero igualmente efectivo. Los gobiernos están consiguiendo que el cristianismo retroceda y que la Iglesia Católica, la dominante, se debilite. Los medios de comunicación, convertidos en los grandes aliados del socialismo y el comunismo en España, promueven el laicismo y se ridiculiza el cristianismo, al que se le pretende vincular con el Franquismo y con la derecha represora, al mismo tiempo que se atacan los privilegios de la Iglesia, la moral de los sacerdotes y se promueven otras religiones, como la musulmana.
Estados Unidos ha sido una pieza clave en el acoso a los católicos. En América Latina han logrado, con miles de millones de dólares, que el protestantismo avance ocupando grandes espacios del catolicismo y los católicos han sido siempre los más perjudicados en todas las invasiones, cambios de régimen y guerras apoyadas por Washington, como ha ocurrido en Irak, Egipto, Siria, Libia, Afganistan y otros países de Asia y África.
En el Irak de Sada Hussein había más de dos millones de católicos, pero hoy no quedan ni medio millón.
El cristianismo será, durante todo el siglo XXI, una de las fuerzas que se opondrán al avance del totalitarismo en el mundo y a la imposición del NOM bajo una religión musulmana universal, que es la preferida por los grandes poderes porque el Islam predica e impone la "sumisión", justo lo contrario que el cristianismo, que genera libertad.
Francisco Rubiales
El cristianismo cree en la libertad y destaca que Dios ha creado al hombre libre, lo que deslegitima a todo el que quiera someterlo y esclavizarlo. La defensa cristiana de la responsabilidad personal (el hombre es dueño y responsable de sus actos) y de la libertad individual lo hacen incompatible con el comunismo y con el sistema autoritario y único que quiere imponer en el mundo el poder en las sombras, el conocido como Nuevo Orden Mundial (NOM).
Basta analizar el papel ejercido por el cristianismo en la lucha contra el viejo comunismo soviético para entender por qué las izquierdas odian a los cristianos y hacen lo posible por erradicar esa religión. Sin la lucha callada pero incansable de los cristianos, tal vez la URSS y sus satélites todavía estarían vivos.
El sentirse hijo de Dios aporta al ser humano una dimensión enorme y única en el panorama religioso mundial El cristiano es libre hasta para aceptar o no a su mismo Dios, lo que le capacita y le otorga el derecho de aceptar o rechazar cualquier modelo político y para juzgar libremente a sus dirigentes y autoridades.
Lógicamente, los totalitarios que aspiran a subyugar a la Humanidad y esclavizar a los pueblos, sometiéndolos al yugo de un Estado deificado, no pueden permitirlo.
Parece una paradoja, pero desde el punto de vista de la filosofía, la política y la religión, nada hay más revolucionario y libre en el mundo actual que ser cristiano.
La persecución contra los cristianos se ha universalizado y funciona en la mayoría de los países. La represión utiliza diferentes sistemas, dependiendo de la sociedad y el gobierno. La gama va del asesinato directo hasta la presión y el hostigamiento constante con impuestos especiales, marginación, acoso legal, atentados y miedo en grandes dosis, hasta conseguir que los cristianos emigren o abjuren de su fe. Entre los países que atacan con saña a los cristianos destacan Nigeria, Corea del Norte, China y muchos países comunistas e islámicos.
En la España socialcomunista el acoso es más sutil, pero igualmente efectivo. Los gobiernos están consiguiendo que el cristianismo retroceda y que la Iglesia Católica, la dominante, se debilite. Los medios de comunicación, convertidos en los grandes aliados del socialismo y el comunismo en España, promueven el laicismo y se ridiculiza el cristianismo, al que se le pretende vincular con el Franquismo y con la derecha represora, al mismo tiempo que se atacan los privilegios de la Iglesia, la moral de los sacerdotes y se promueven otras religiones, como la musulmana.
Estados Unidos ha sido una pieza clave en el acoso a los católicos. En América Latina han logrado, con miles de millones de dólares, que el protestantismo avance ocupando grandes espacios del catolicismo y los católicos han sido siempre los más perjudicados en todas las invasiones, cambios de régimen y guerras apoyadas por Washington, como ha ocurrido en Irak, Egipto, Siria, Libia, Afganistan y otros países de Asia y África.
En el Irak de Sada Hussein había más de dos millones de católicos, pero hoy no quedan ni medio millón.
El cristianismo será, durante todo el siglo XXI, una de las fuerzas que se opondrán al avance del totalitarismo en el mundo y a la imposición del NOM bajo una religión musulmana universal, que es la preferida por los grandes poderes porque el Islam predica e impone la "sumisión", justo lo contrario que el cristianismo, que genera libertad.
Francisco Rubiales
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