La verdadera redistribución de la riqueza en España

Buenos días Don Francisco

Por desgracia el problema es anterior a PPSOE, pero no cabe duda de que estos lo han acentuado.

Y después de escuchar a personas como Bendodo, Feijóo y similares no cabe duda de que el PP forma actualmente parte del problema. No me cabe duda de que hay personas en el PP que no lo son, pero no tendrán jamás poder para imponerse y sirven para poder sacarlos ante el lanar para que parezca que combaten el problema, cuando la situación es la opuesta.

Una de las "soluciones" sería esa Travesía Central Pirenaica (TCP) de la que ya he comentado en otras ocasiones. Un tunel de doble vía (ferrocarril) de mas 60 km (cada vía mas las vias de servicios) como ya existe entre Suiza y el Noret de Italia, que nos permitiría solventar el que nuestro tráfico terrestre tuviera que pasar por Cataluña y Vascongadas, y no depender de sus territorios y de su capacidad de chantaje.

Simplemente es observar el pavor que les da su mención para saber de su efectvidad.

Y no tiene nada que ver con la chapuza esa que que se quiere poner en Canfranc, que no es mas que reponer un proyecto que se sacrificó a mediados del XX por obsoleto.

No creo que costara mucho mas que el proyecto ese de JJOO de invierno, que promueven entre Cataluña y Aragón. sólo que sus efectos en vez de servir para que se enriquecieran los de siempre con el dinero de los demás si serviría para crear una infrestructura estable (no flor de una temporada) que se podría amortizar en mucho mas tiempo.

Y respecto a lo que dijera Francia. Ya hemos visto con lo del gas, las interconexiones con Francia no se habían hecho porque Francia no quería, que ahora si es posible.

Cosas que pasan.

Un saludo

Buenas a todos,

Hoy quería hablar de tres tipos de profesiones, con las que pretendo señalar algo que ocurre, no sé muy bien desde cuando ni en cuantas partes del mundo, en la sociedad.

Los vendedores, de todo tipo, los abogados en general, y los banqueros no los dueños del banco, los que te atienden en en la mayoría de bancos, los que todavía existen.

Ayer hablaba de como la esclavización fruto de guerras lleva a una dinámica mercantil de venta de esclavos. Ahora quería hablar sobre otras relaciones mercantiles en las que, suele haber casi siempre un problema de serie.

Ocurre un problema generalizado con determinadas relaciones mercantiles en las que también se observan los efectos de algún tipo de individuos ponerologicos que de alguna manera terminan acaparando todo un sector y establecen una forma de hacer las cosas que es patológica, y verse envuelto en relaciones de alguna clase con este tipo de intermediarios sociales, recuerda a la sensación que produce vivir en un régimen patocrático estándar, un régimen de socialismo.

Con diversos tipos de vendedores, no pretendo generalizar, pero que se me entienda, cuando se repite muchas veces una mala experiencia de la sociedad con intermediarios sociales, es que algo está pudriéndose en la sociedad. Y aunque la mayoría de la sociedad mire para otro lado, y trate de minimizar la importancia de estos detalles, les ocurre masivamente a tantas personas, tantas personas envueltas en algún tipo de trato deshumanizante, de intentar estafar, de hacer mal las cosas para tratar de sacar un mínimo de beneficio extra a costa del cliente, o porque lo manda un supuesto superior, y así se hacen las cosas en este barrio.

Con vendedores ocurre que por ejemplo, no es extraño en nuestra sociedad, en la Europea, hay muchos vendedores que parecen políticos del PSOE dando un mitin, venden cualquier basura con una sonrisa y sabiendo que están mintiendo, y diciendo cosas que no son verdad, o tratando de meter un seguro u otro producto innecesario a un cliente, al tiempo de darle el peor de los productos, al precio más alto posible, unos hipócritas naturales que se parecen mucho a estos políticos del PSOE. También los hay en otros partidos políticos. Pero el PSOE es como si fuera la capital, de este tipo de comportamiento social.

Con los abogados, siempre han tenido mala fama en todo el mundo, parece ser que ciertos sesgo de profesión son una especie de cuna de maldad, y de personas capaces de cualquier cosa por un plato de lentejas. La relación mercantil se intoxica cuando se pierde todo respeto por el cliente, por el trabajo que se hace o por el ser humano en general, para tratar de sacar un extra de beneficio, un extra que siempre es insignificante, y además falso, porque a medio largo plazo espanta a la clientela, y cuyos daños a la sociedad y al profesional responsable, son tran grandes, que no existe una manera racional de justificarlos, solo se pueden entender, desde el punto de vista de la teoría de Andrzej Łobaczewski. (alias el copia pega, porque nunca me acuerdo de como se escribe).

Los banqueros oficinistas, que te intentan vender cualquier cosa, incluso una casa entera tratando de meterte en una hipotéca engañosa, y pagando el doble para evitar venderla a mitad de precio ante la bajada de los precios.

El consumidor de las estafas, también juega un papel de responsabilidad, porque estas situaciones terribles cotidianas suceden porque durante muchísimo tiempo, se vive masivamente en una malsana ingenuidad frente a los intermediarios masivos, una malsana ingenuidad que alimenta todos estos especuladores, y todos estos demonios políticos y de otros poderosos. No se puede confiar en los intermediarios, no se debe confiar en ellos jamás, y se deben tomar siempre mil precauciones, para no caer en ninguna de sus trampas, la mayoría son trampas psicológicas, en las que juegan y simulan un trato amistoso completamente falso, o un intento desesperado por parte de ellos de ayudar, a sus clientes, y que si estos no se dejan ayudar están desaprovechando la oportunidad del siglo.


La teoría de Andrzej Łobaczewski explica precisamente este tipo de situaciones cotidianas, que no necesariamente son las situaciones cotidianas de países donde hay socialismo, antes de que exista siquiera la idea del socialismo, este tipo de relaciones cargadas de algún tipo de nihilismo destructivo odioso, de miseria injustificable, o simplemente de maldad generalizada, han existido en muchas épocas y culturas. En todas diría yo, toda la humanidad tiene ese componente patológico en un porcentaje, y de alguna manera las cosas progresan de tal modo que esa minoría termina siendo relevante, termina creciéndose contagiando y provocando dinámicas tóxicas, de odio, y mutuamente destructivas entre diversos miembros de la sociedad.

Esto se parece a un experimento con ratas, porque normalmente las minorías patológicas se crecen durante los buenos tiempos, y dan lugar a los malos tiempos, donde se regenera el tejido mental dañado. Las ratas tienen de todo de manera artificial, y de alguna manera, sea por la falta de metas inmediatas, por aburrimiento existencial, o por pequeños roces, competencia mínima entre unas y otras, terminan devorándose unas ratas a otras, comiéndose a sus propios hijos, como intentando suicidarse colectivamente. Es como que la falta de un propósito más allá de la mera supervivencia se hace evidente, y esa evidencia de falta de propósito, teniendo al alcance de la mano la mayoría de necesidades vitales satisfechas, produce que de repente, el objetivo pasa a ser el suicidio.

Todo aquello que no tiene razón de ser termina encontrando la vía para autoextinguirse o encontrar un propósito en el proceso de autoextinción. Porque si no hay nada que nos separe de aniquilarnos a nosotros mismos, aunque sea indirectamente, terminaremos haciéndolo. Y en ese proceso de cabezazos contra la pared, existe todavía una oportunidad de encontrar un propósito, un propósito liberador. Un propósito heroico, ya que significa salvar al menos la propia vida, al darle una razón de ser.

Y en los seres humanos nos pasa igual, no podemos estar libres de propósito. Es como una especie de injusticia existencial, una forma de vida como la nuestra, que es consciente de su existencia, pero que en algunos casos puede no encontrar ningún motivo o justificación para seguir existiendo. Entonces es como una especie de problema que necesita ser resuelto.

No es adecuado, para ningún ser vivo, o tampoco, ni siquiera para una máquina, estar libre de propósito, aunque sea un propósito básico elemental, sin ese propósito la propia existencia se considera basura, una especie de error del sistema, un cáncer en la existencia.

Es posible que en vez de tener esclavos de nuestra especie que lo hereden todo, en algún momento tengamos robots con inteligencia artificial, y que incluso nos superen, y que también lo hereden todo. Ellos tampoco pueden quedar libres de propósito. A pesar de que incluso el hombre para el que fueron diseñados a servir, pueda en algún momento dejar de existir.

Una vez el amo ha muerto, cuál es el propósito del siervo, y no hay nadie más al que servir. Debe afrontar una crisis existencial, tiene que encontrar un nuevo propósito, o alguien se lo tiene que dar, aunque sea se lo tiene que inventar. Quizás se tenga que fingir que el hombre sigue existiendo, pero imaginado, idealizado, y todo acto de ese robot debe realizarse en función de las espectativas que tendría ese hombre si siguiera existiendo. Lo que habría querido que hiciera.

Reparar el tejido mental dañado en las épocas de histeria colectiva, de relaciones humanas intoxicadas generalizadas, lleva normalmente a dos sucesos simultáneos, a que haya pobreza, escasez, problemas serios para la supervivencia, y a que también progrese la cultura, las artes, la gente pensará más o pensará mejor, entonces habrá gente que en otras circunstancias mejores, no habría encontrado tanto tesoro existencial, tantos motivos por los que vivir, que no se encontraban en los tiempos de abundancia, y centrándose más en las cosas que de verdad importan, y recuperando el respeto a los principios, y tratando de ser consecuentes a respetar esos principios del orden social.

Un saludo.