El gobierno socialista que preside Zapatero inició el viernes 9 de diciembre una "campaña" de comparecencias públicas y mítines, con 45 actuaciones previstas, cuyo objetivo es "vender" a la sociedad lo que el gobierno ha hecho en los últimos meses para frenar el terrible desgaste que padece.
A pesar de que la campaña es oportuna y se produce en un momento de evidente crisis, cuando la imagen del gobierno cae en picado, la mayoría de los expertos creen que no funcionará por dos razones: porque el gobierno se limitará a hacer "propaganda", sin tocar la esencia del problema, ni la causa principal de la mala imagen gubernamental, que es la política catalana; y porque el gobierno está dividido, no se fía ya de su líder Zapatero, que, además, está seriamente cuestionado en su propio partido.
Tanto las investigaciones sociológicas como la opinión de los especialistas coinciden en identificar a la "cuestión catalana" como la principal fuente del desgaste gubernamental, y de sus problemas internos. La catalana es una política que el gobierno difícilmente puede cambiar, mientras ZP siga optando por mantener a toda costa la alianza con ERC y no se atreva a desligarse públicamente de Maragall, cuyas actuaciones están generando crispación, indignación y rechazo masivo, no solo en numerosos sectores de la sociedad española, sino también en la militancia del mismo partido socialista.
La "campaña", de la que han sido excluídos algunos ministros que se condideran especialmente desgastados, como Montilla, Moratinos, Calvo y Espinosa, se limita a poner en valor actuaciones del gobierno, pero no entra en la esencia del problema, que es el enorme desgaste que generan los socios catalanes del gobierno y sus actividades políticas: el Estatuto, la OPA contra ENDESA, los créditos condonados al PSC, etc.
Los expertos son pesimistas ante el actual desgaste del gobierno porque creen que no se trata de un retroceso coyuntural sino de un verdadero cambio de tendencia, lo que convierte en una misión casi imposible corregir su descrédito y pérdida de popularidad.
A pesar de que la campaña es oportuna y se produce en un momento de evidente crisis, cuando la imagen del gobierno cae en picado, la mayoría de los expertos creen que no funcionará por dos razones: porque el gobierno se limitará a hacer "propaganda", sin tocar la esencia del problema, ni la causa principal de la mala imagen gubernamental, que es la política catalana; y porque el gobierno está dividido, no se fía ya de su líder Zapatero, que, además, está seriamente cuestionado en su propio partido.
Tanto las investigaciones sociológicas como la opinión de los especialistas coinciden en identificar a la "cuestión catalana" como la principal fuente del desgaste gubernamental, y de sus problemas internos. La catalana es una política que el gobierno difícilmente puede cambiar, mientras ZP siga optando por mantener a toda costa la alianza con ERC y no se atreva a desligarse públicamente de Maragall, cuyas actuaciones están generando crispación, indignación y rechazo masivo, no solo en numerosos sectores de la sociedad española, sino también en la militancia del mismo partido socialista.
La "campaña", de la que han sido excluídos algunos ministros que se condideran especialmente desgastados, como Montilla, Moratinos, Calvo y Espinosa, se limita a poner en valor actuaciones del gobierno, pero no entra en la esencia del problema, que es el enorme desgaste que generan los socios catalanes del gobierno y sus actividades políticas: el Estatuto, la OPA contra ENDESA, los créditos condonados al PSC, etc.
Los expertos son pesimistas ante el actual desgaste del gobierno porque creen que no se trata de un retroceso coyuntural sino de un verdadero cambio de tendencia, lo que convierte en una misión casi imposible corregir su descrédito y pérdida de popularidad.
Comentarios: