La concentración del pasado sábado en la Plaza de Colón de Madrid contra la negociación que el gobierno mantiene con ETA ratificó e hizo más fuerte que nunca la unión entre las víctimas del terrorismo y el Partido Popular, una alianza de gran valor estratégico y moral que está dando y dará enormes quebraderos de cabeza al PSOE y al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Zapatero y sus colaboradores saben que las víctimas del terrorismo tienen gran fuerza y valor político, sobre todo porque son la mayor referencia moral actual de la sociedad española. Cuando llegue la hora de las urnas, las víctimas, si juegan bien sus cartas, pueden movilizar más de un millón de votos indecisos. Por esa razón, el gobierno ha intentado varias veces dividir a las víctimas y debilitar su asociación.
ZP sabe que si las víctimas se consolidan como la gran referencia moral de la sociedad española, él tendrá graves problemas políticos en el futuro, tanto para firmar la paz con ETA como para ganar las elecciones. Zapatero es consciente de que firmar la paz con ETA con sus víctimas en contra, sin perdonar y exhibiendo su dolor ante la opinión pública, es un peligroso contrasentido, del mismo que tambien lo es abordar un proceso electoral con las víctimas en contra y haciendo campaña en favor de la oposición.
Gracias a su alianza con las víctimas del terrorismo, el PP puede romper ese terrible aislamiento en el que el PSOE desea enclaustrarle para impedir que pueda ganar las próximas elecciones.
El trabajo del PSOE ha sido eficaz con los partidos políticos españoles, a todos los cuales ha conseguido alejar del PP, pero, gracias a su vinculación con la AVT y con las víctimas en general, el PP tiene abierto un valioso canal que le conecta con el grueso del electorado de centro y tiene de su lado la enorme fuerza moral y la influencia de esas miles de personas a las que esos terroristas con los que Zapatero quiere firmar la paz causaron muertes familiares, vejaciones, humillaciones y terribles daños físicos y morales.
Zapatero y sus colaboradores saben que las víctimas del terrorismo tienen gran fuerza y valor político, sobre todo porque son la mayor referencia moral actual de la sociedad española. Cuando llegue la hora de las urnas, las víctimas, si juegan bien sus cartas, pueden movilizar más de un millón de votos indecisos. Por esa razón, el gobierno ha intentado varias veces dividir a las víctimas y debilitar su asociación.
ZP sabe que si las víctimas se consolidan como la gran referencia moral de la sociedad española, él tendrá graves problemas políticos en el futuro, tanto para firmar la paz con ETA como para ganar las elecciones. Zapatero es consciente de que firmar la paz con ETA con sus víctimas en contra, sin perdonar y exhibiendo su dolor ante la opinión pública, es un peligroso contrasentido, del mismo que tambien lo es abordar un proceso electoral con las víctimas en contra y haciendo campaña en favor de la oposición.
Gracias a su alianza con las víctimas del terrorismo, el PP puede romper ese terrible aislamiento en el que el PSOE desea enclaustrarle para impedir que pueda ganar las próximas elecciones.
El trabajo del PSOE ha sido eficaz con los partidos políticos españoles, a todos los cuales ha conseguido alejar del PP, pero, gracias a su vinculación con la AVT y con las víctimas en general, el PP tiene abierto un valioso canal que le conecta con el grueso del electorado de centro y tiene de su lado la enorme fuerza moral y la influencia de esas miles de personas a las que esos terroristas con los que Zapatero quiere firmar la paz causaron muertes familiares, vejaciones, humillaciones y terribles daños físicos y morales.
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