El profesor Alfonso Lazo
Esto no es un artículo político. La tablilla de hoy no va de partidos buenos y malos, de encuestas electorales, de a quién se debe votar o quién va a gobernar a partir del 23 de julio. Lo que se pretende aquí y ahora es, digamos, un análisis profesional, tal como podría ser analizada la obra de un artista o un carpintero; al fin y al cabo, siempre se habla del arte de la política y de políticos profesionales. Así que nada de ideologías o proyectos o programas.
Los resultados de las pasadas elecciones (inapelables) han puesto de manifiesto un giro metapolítico en toda España con la aparición de una nueva mayoría social desenganchada del pensamiento único obligatorio y de la corrección política, liberada. Pero se equivocarían los ganadores si pensaran que el cambio de fondo producido puede mantenerse por sí mismo, y no es así: ya están cometiendo un error fatal, y ese error es el increíble tratamientito que se está dando a Vox.
El Partido Popular sigue sin entender de política. Sigue sin saber que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”. El PP sí sabe que sólo puede gobernar con Vox pero continúa sin liberarse del miedo a que los progres le llamen facha (que de todas formas se lo van a llamar). Así que se ha inventado un Vox abominable con el que, sin embargo, tiene a la fuerza que tratar aunque sostenga que no tratará nunca con semejante monstruo. Un patético círculo vicioso en que se ha metido él solito.
Los españoles hace mucho que con toda razón le perdieron el miedo a Vox. Se comprende que el separatismo y las bolcheviques arqueológicas de Nosotras Podemos, en su tosca ignorancia, piensen que Abascal es un nuevo Mussolini, mas resulta increíble que Feijóo también se crea que los españoles creen semejante disparate. Lo que digo, un laberinto.
¿Dónde está la inconstitucionalidad de Vox? cuando no hay partido más monárquico y respetuoso con nuestra Constitución. Asombra que el periodismo conservador llame antidemócrata a Santiago Abascal, un político que no ha gobernado nunca: son los mismos periodistas que acusan a Vox de querer cerrar las fronteras a la inmigración ilegal, exactamente lo mismo que hace la Unión Europea. ¿Enemigo de la igualdad entre hombres y mujeres? Que se aclare quién lo ha dicho, cuándo y dónde; porque lo que yo veo que reclaman los dirigentes de Vox es restablecer la igualdad hombres-mujeres desaparecida de España por obra de la ideología de género. Cierto que a los de Vox no les gusta la palabra “género”; a mí tampoco, prefiero “sexo”.
No sigo, porque antes de seguir los que pensamos en la política como una profesión honrosa e incluso como un arte quedamos a la espera de una lista detallada de los crímenes y maldades de ese supuesto Vox con el que Feijóo tendrá que pactar al fin. Ganas de complicarse la vida inventándose enemigos.
Alfonso Lazo Díaz
Historiador. Miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
Los resultados de las pasadas elecciones (inapelables) han puesto de manifiesto un giro metapolítico en toda España con la aparición de una nueva mayoría social desenganchada del pensamiento único obligatorio y de la corrección política, liberada. Pero se equivocarían los ganadores si pensaran que el cambio de fondo producido puede mantenerse por sí mismo, y no es así: ya están cometiendo un error fatal, y ese error es el increíble tratamientito que se está dando a Vox.
El Partido Popular sigue sin entender de política. Sigue sin saber que “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”. El PP sí sabe que sólo puede gobernar con Vox pero continúa sin liberarse del miedo a que los progres le llamen facha (que de todas formas se lo van a llamar). Así que se ha inventado un Vox abominable con el que, sin embargo, tiene a la fuerza que tratar aunque sostenga que no tratará nunca con semejante monstruo. Un patético círculo vicioso en que se ha metido él solito.
Los españoles hace mucho que con toda razón le perdieron el miedo a Vox. Se comprende que el separatismo y las bolcheviques arqueológicas de Nosotras Podemos, en su tosca ignorancia, piensen que Abascal es un nuevo Mussolini, mas resulta increíble que Feijóo también se crea que los españoles creen semejante disparate. Lo que digo, un laberinto.
¿Dónde está la inconstitucionalidad de Vox? cuando no hay partido más monárquico y respetuoso con nuestra Constitución. Asombra que el periodismo conservador llame antidemócrata a Santiago Abascal, un político que no ha gobernado nunca: son los mismos periodistas que acusan a Vox de querer cerrar las fronteras a la inmigración ilegal, exactamente lo mismo que hace la Unión Europea. ¿Enemigo de la igualdad entre hombres y mujeres? Que se aclare quién lo ha dicho, cuándo y dónde; porque lo que yo veo que reclaman los dirigentes de Vox es restablecer la igualdad hombres-mujeres desaparecida de España por obra de la ideología de género. Cierto que a los de Vox no les gusta la palabra “género”; a mí tampoco, prefiero “sexo”.
No sigo, porque antes de seguir los que pensamos en la política como una profesión honrosa e incluso como un arte quedamos a la espera de una lista detallada de los crímenes y maldades de ese supuesto Vox con el que Feijóo tendrá que pactar al fin. Ganas de complicarse la vida inventándose enemigos.
Alfonso Lazo Díaz
Historiador. Miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
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