¿Hemos superado ya en corrupción y perversión a las ciudades de Sodoma y Gomorra, las que, según la Biblia, fueron arrasadas con fuego por sus vicios? ¿Hemos alcanzado ya el “pico” de la ola de bajeza que infecta a España y que desciende como una plaga maligna desde los palacios del poder hasta donde habita el pueblo? ¿Tendremos que escapar de España para salvarnos, como cuenta la Biblia que hicieron Lot y su familia de las ciudades del vicio, sin volver la vista hacia la podredumbre, con añoranza, para no convertirnos en estatuas de sal?
¿Cuándo llegará el despertar de los ciegos y nos alzaremos en España contra esos promotores del mal y del vicio que, desde nuestros ministerios e instituciones, nos están cubriendo nuestra nación de lodo pestilente? Tenemos que inundar las urnas, mientras sigan abriéndose, de votos de rechazo a la corrupción, impulsada desde el poder.
Nuestra España está llena de miserias, suciedades y abusos que nos destruyen como pueblo. Hay mucho donde escoger: drogas, dinero sucio, prostitución, abortos, corrupción política, reparto miserable de los recursos públicos, impuestos abusivos, robos, mentiras, etc.. No podemos analizar todas las miserias y arbitrariedades en un articulo y hay que elegir algo que nos sirva de referencia para demostrar que España es una pocilga infecta. Hemos elegido el cobro por los políticos del Impuesto de Sucesiones, el que roba las herencias de los ciudadanos torciendo la voluntad de los difuntos y confiscando el esfuerzo y el ahorro de sus vidas, porque es un inigualable ejemplo de bajeza y maldad corrupta.
El gobierno de Sánchez, cuya voracidad fiscal y codicia causan vómitos, es, por desgracia, “maestro” en la bajeza de robar al pueblo, de manera injusta y con leyes amañadas que permiten la confiscación, herencias y patrimonios. Si el gobierno cobrara impuestos a los poderosos y si ejerciera la austeridad, renunciando a lujos y privilegios indecentes, el expolio actual no seria necesario, pero ellos no son capaces de sacrificio alguno.
El año 2021 se batió el récord de renuncias a herencias en España. Más de 55.000 españoles renunciaron a heredar y esas propiedades pasaron al Estado. Algunos renunciaron porque la herencia llegaba con deudas. Pero la mayoría lo hizo por miedo a que le expolien con los impuestos.
El tema de los impuestos se ha convertido en una de las claves de la confrontación electoral entre la derecha y la izquierda. La derecha quiere bajarlos y la izquierda subirlos. Los que trabajan y producen quieren impuestos bajos y los que viven de las ayudas y subvenciones los quieren altos para que el dinero de los demás les llegue a ellos con abundancia. Esa diferencia permite deducir que la derecha quiere una sociedad próspera y trabajadora, mientras que la izquierda quiere que el país esté poblado de pobres y desempleados, todos dependientes del Estado. Desde esa siniestra división, es pura lógica que la izquierda sea un peligro mortal para la prosperidad y la riqueza de los pueblos.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuya codicia fiscal ya quedó demostrada en Andalucía, está angustiada porque varios de los expertos en asuntos fiscales que ella había reclutado están dimitiendo porque están en desacuerdo con la inexplicable brutalidad fiscal del gobierno de Sánchez, que es el único gobierno de Europa que sube los impuestos, mientras los demás los bajan para reactivar las economías deprimidas.
El abuso fiscal y la corrupción desbocada provocaron en Andalucía que los ciegos despertaran y expulsaran del poder a los socialistas, después de casi cuatro décadas gobernando el sur de España como si fuera su cortijo. Los expertos calculan que en torno a medio millón de andaluces dejó de apoyar a los socialistas cuando descubrieron su repugnante codicia fiscal y, sobre todo, su implacable voracidad en el robo de herencias. Esos votos de ciegos despiertos fueron decisivos para que hoy gobiernen en Andalucía el PP y Ciudadanos. Lo mismo ocurrirá en España si el socialismo y sus socios de Podemos no corrigen su expolio fiscal a la ciudadanía y a las empresas.
El fantasma amenazante de Sodoma y Gomorra se ha alejado de Andalucía, pero ahora amenaza a España porque el gobierno de Sánchez la está llenando de corrupciones, vicios, mentiras, abusos, arbitrariedades y privilegios para los que odian la nación, sólo porque ayudan a Pedro Sánchez a permanecer más tiempo en el poder.
Es más que evidente que en España los ciegos tienen que despertar pronto y limpiar el país de inmundicias, si no quieren ser pasto del fuego castigador o convertirse en estatuas de sal.
Francisco Rubiales
¿Cuándo llegará el despertar de los ciegos y nos alzaremos en España contra esos promotores del mal y del vicio que, desde nuestros ministerios e instituciones, nos están cubriendo nuestra nación de lodo pestilente? Tenemos que inundar las urnas, mientras sigan abriéndose, de votos de rechazo a la corrupción, impulsada desde el poder.
Nuestra España está llena de miserias, suciedades y abusos que nos destruyen como pueblo. Hay mucho donde escoger: drogas, dinero sucio, prostitución, abortos, corrupción política, reparto miserable de los recursos públicos, impuestos abusivos, robos, mentiras, etc.. No podemos analizar todas las miserias y arbitrariedades en un articulo y hay que elegir algo que nos sirva de referencia para demostrar que España es una pocilga infecta. Hemos elegido el cobro por los políticos del Impuesto de Sucesiones, el que roba las herencias de los ciudadanos torciendo la voluntad de los difuntos y confiscando el esfuerzo y el ahorro de sus vidas, porque es un inigualable ejemplo de bajeza y maldad corrupta.
El gobierno de Sánchez, cuya voracidad fiscal y codicia causan vómitos, es, por desgracia, “maestro” en la bajeza de robar al pueblo, de manera injusta y con leyes amañadas que permiten la confiscación, herencias y patrimonios. Si el gobierno cobrara impuestos a los poderosos y si ejerciera la austeridad, renunciando a lujos y privilegios indecentes, el expolio actual no seria necesario, pero ellos no son capaces de sacrificio alguno.
El año 2021 se batió el récord de renuncias a herencias en España. Más de 55.000 españoles renunciaron a heredar y esas propiedades pasaron al Estado. Algunos renunciaron porque la herencia llegaba con deudas. Pero la mayoría lo hizo por miedo a que le expolien con los impuestos.
El tema de los impuestos se ha convertido en una de las claves de la confrontación electoral entre la derecha y la izquierda. La derecha quiere bajarlos y la izquierda subirlos. Los que trabajan y producen quieren impuestos bajos y los que viven de las ayudas y subvenciones los quieren altos para que el dinero de los demás les llegue a ellos con abundancia. Esa diferencia permite deducir que la derecha quiere una sociedad próspera y trabajadora, mientras que la izquierda quiere que el país esté poblado de pobres y desempleados, todos dependientes del Estado. Desde esa siniestra división, es pura lógica que la izquierda sea un peligro mortal para la prosperidad y la riqueza de los pueblos.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuya codicia fiscal ya quedó demostrada en Andalucía, está angustiada porque varios de los expertos en asuntos fiscales que ella había reclutado están dimitiendo porque están en desacuerdo con la inexplicable brutalidad fiscal del gobierno de Sánchez, que es el único gobierno de Europa que sube los impuestos, mientras los demás los bajan para reactivar las economías deprimidas.
El abuso fiscal y la corrupción desbocada provocaron en Andalucía que los ciegos despertaran y expulsaran del poder a los socialistas, después de casi cuatro décadas gobernando el sur de España como si fuera su cortijo. Los expertos calculan que en torno a medio millón de andaluces dejó de apoyar a los socialistas cuando descubrieron su repugnante codicia fiscal y, sobre todo, su implacable voracidad en el robo de herencias. Esos votos de ciegos despiertos fueron decisivos para que hoy gobiernen en Andalucía el PP y Ciudadanos. Lo mismo ocurrirá en España si el socialismo y sus socios de Podemos no corrigen su expolio fiscal a la ciudadanía y a las empresas.
El fantasma amenazante de Sodoma y Gomorra se ha alejado de Andalucía, pero ahora amenaza a España porque el gobierno de Sánchez la está llenando de corrupciones, vicios, mentiras, abusos, arbitrariedades y privilegios para los que odian la nación, sólo porque ayudan a Pedro Sánchez a permanecer más tiempo en el poder.
Es más que evidente que en España los ciegos tienen que despertar pronto y limpiar el país de inmundicias, si no quieren ser pasto del fuego castigador o convertirse en estatuas de sal.
Francisco Rubiales
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